El Consejo para el Futuro de Europa pide más integración frente a la crisis
González, Delors, Schröder y otros ex líderes europeos abogan por la emisión de eurobonos en la UE
Bruselas, El País
De izquierda a derecha y sentados: El presidente del diario EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, el primer ministro belga, Guy Verhofstadt; el excanciller alemán Gerhard Schroeder; el presidente del Consejo por el Futuro de Europa, Nicolas Berggruen; y el expresidente español Felipe González.
En un momento en el que la crisis económica global mantiene bajo asedio a Europa, poniendo en peligro el propio proyecto de la Unión soñado hace más de 50 años por sus fundadores, un grupo de exlíderes políticos europeos y destacadas personalidades del mundo económico, académico y cultural dieron ayer lunes en Bruselas un paso al frente defendiendo que "Europa es un proyecto por el que vale la pena luchar" y que para hacer frente a la crisis la única solución en avanzar en la integración.
Bajo el lema de "Europa es la solución y no el problema", el Consejo para el Futuro de Europa, un centro de reflexión creado hace justamente un año, hizo públicas en Bruselas sus recomendaciones para sacar a la Unión Europea de su parálisis. El documento fue presentado por el miembro de consejo de administración de PRISA (sociedad editora de EL PAÍS) Nicolas Berggruen, acompañado por exlíderes europeos como el expresidente del Gobierno español Felipe González, el excanciller alemán Gerhard Schröder, los ex primeros ministros Matti Vanhanen (Finlandia) y Guy Verhofstadt (Bélgica), el excomisario europeo Mario Monti, el periodista y académico y Juan Luis Cebrián, presidente de PRISA, y el economista Nouriel Roubini, el primero que advirtió de la crisis financiera global, entre otras personalidades.
Las reflexiones de este grupo de sabios no son retóricas, sino propuestas concretas ante los nuevos desafíos. El Consejo para el Futuro de Europa aboga, entre otras cosas, por la emisión de eurobonos para facilitar la financiación de la deuda de los países en dificultades, se pronuncia en contra de la "renacionalización" de la política, critica la crisis de liderazgo de esta Europa en crisis y pide un mayor compromiso y una mayor participación de los ciudadanos europeos en la toma de decisiones.
Dos ideas fuerza dominan la reflexión del Consejo para el Futuro de Europa. En primer lugar que para salir de la crisis "Europa necesita más integración basada en el método comunitario". Y en segundo lugar, como ha dicho el excanciller Schröder, que la "renacionalización de la política no es la solución".
Esta nueva iniciativa para hacer avanzar Europa apuesta por "establecer la visión de una federación que vaya más allá del mandato económico y fiscal y que incluya la seguridad común, la energía, el cambio climático, la inmigración y la política exterior". El Consejo subraya también la necesidad de "desarrollar una narrativa sobre el futuro de la Unión y su lugar en el mundo", cuando la emergencia de nuevas potencias parecen minimizar su papel.
Del Consejo para el Futuro de Europa forman parte también el expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors, los ex primeros ministros británicos Tony Blair y Gordon Brown, los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Ernesto Zedillo (México), y los premios Nobel de Economía Robert Mundell, Amartya Sen y Joseph Stiglitz.
Berggruen, presidente del grupo inversor Berggruen Holdings, manifestó su firme convicción de que "Europa es un proyecto por el que vale la pena luchar" que ha servido para la generación de la posguerra mundial, pero que debe adaptarse para siga siendo útil también a las generaciones futuras.
Además de defender la emisión de eurobonos, el grupo de sabios propone recapitalizar los bancos, un mecanismo de gestión ordenada de las insolvencias, y muestra especial interés por evitar que las actuales medidas de austeridad puedan matar la frágil recuperación económica.
Durante la presentación del documento, Felipe González lamentó el mal funcionamiento de Europa durante la crisis, "con mucha función de apagafuegos y poco trabajo de arquitectura para que no se produzcan esos fuegos". Sobre el momento económico, el expresidente español se ha mostrado convencido de que "no habrá una recesión global sino una contracción en algunos países".
El líder liberal belga Guy Verhofstadt, destacado federalista europeo, pidió "más poderes para el Parlamento Europeo". Verhofstadt se mostró crítico con la gestión de la crisis por los actuales dirigentes europeos. "Su problema", dijo, "es que se limitan a repetir lo que dicen los movimientos populistas". En su opinión, "los líderes no deben seguir a la opinión pública, sino dirigirla".
El excanciller alemán admitió que, "al principio, el Gobierno alemán había cometido errores" en la gestión de la crisis, pero señaló que actualmente había corregido la dirección. Schröder se mostró convencido de que poco a poco Alemania también "acabará por aceptar los eurobonos, si se condicionan a controles estrictos". Para González la puesta en marcha de los eurobonos "es cuestión de meses", pero advirtió de que no habrá "eurobonos sin disciplina fiscal y presupuestaria". En opinión del excomisario de Competencia Mario Monti, los eurobonos "supondrán un alivio para el Banco Central Europeo, que ha desarrollado su trabajo de una manera muy responsable aunque esta no es su tarea principal".
La idea de una futura federación europea fue expresada por varios participantes, aunque el expresidente de Finlandia prefirió hablar de mayor integración. Schröder, por su parte, fue más lejos y ha argumentado a favor de un largo camino que acabará "en los Estados Unidos de Europa", un objetivo por el que sin duda merece la pena luchar.
Los nueve pasos hacia una mayor integración europea
Un fondo europeo. En el corto plazo ampliar el actual fondo de rescate para transfórmalo en un verdadero Fondo Europeo en 2012.
Recapitalizar los bancos. La zona euro necesita asegurar que los bancos estén adecuadamente capitalizados, incluso a través del sector privado.
Desarrollo de los eurobonos. Una unión monetaria sin algún tipo de coordinación fiscal o económica no funcionará, por ello se propone la creación de eurobonos, como instrumento común de la deuda.
Mecanismo para una ordenada resolución de crisis. Debe establecerse un sistema para gestionar las insolvencias tanto públicas como privadas.
Evitar que el ajuste dañe la recuperación. Los objetivos de austeridad fiscal y las reformas estructurales deben aplicarse de manera que no dañen la frágil recuperación.
Crecimiento y Empleo. La austeridad es necesaria pero no suficiente. Para competir con el mundo global Europa debe ponerse en marcha una ambiciosa agenda para el crecimiento y el empleo.
Adaptar la Europa social. Para preservar el modelo social europeo deben adaptarse los sistemas de seguridad social al envejecimiento de la población.
Europa, un actor global clave. En un mundo globalizado, sin una Unión más integrada, los países europeos tendrán cada vez una influencia decreciente.
Compromiso de los ciudadanos. Los pasos hacia la integración europea deben ir acompañados de un mayor compromiso de los ciudadanos. La integración debe estar dirigida por la Comisión, Consejo y Parlamento que deber ver reforzados sus poderes.
Bruselas, El País
De izquierda a derecha y sentados: El presidente del diario EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, el primer ministro belga, Guy Verhofstadt; el excanciller alemán Gerhard Schroeder; el presidente del Consejo por el Futuro de Europa, Nicolas Berggruen; y el expresidente español Felipe González.
En un momento en el que la crisis económica global mantiene bajo asedio a Europa, poniendo en peligro el propio proyecto de la Unión soñado hace más de 50 años por sus fundadores, un grupo de exlíderes políticos europeos y destacadas personalidades del mundo económico, académico y cultural dieron ayer lunes en Bruselas un paso al frente defendiendo que "Europa es un proyecto por el que vale la pena luchar" y que para hacer frente a la crisis la única solución en avanzar en la integración.
Bajo el lema de "Europa es la solución y no el problema", el Consejo para el Futuro de Europa, un centro de reflexión creado hace justamente un año, hizo públicas en Bruselas sus recomendaciones para sacar a la Unión Europea de su parálisis. El documento fue presentado por el miembro de consejo de administración de PRISA (sociedad editora de EL PAÍS) Nicolas Berggruen, acompañado por exlíderes europeos como el expresidente del Gobierno español Felipe González, el excanciller alemán Gerhard Schröder, los ex primeros ministros Matti Vanhanen (Finlandia) y Guy Verhofstadt (Bélgica), el excomisario europeo Mario Monti, el periodista y académico y Juan Luis Cebrián, presidente de PRISA, y el economista Nouriel Roubini, el primero que advirtió de la crisis financiera global, entre otras personalidades.
Las reflexiones de este grupo de sabios no son retóricas, sino propuestas concretas ante los nuevos desafíos. El Consejo para el Futuro de Europa aboga, entre otras cosas, por la emisión de eurobonos para facilitar la financiación de la deuda de los países en dificultades, se pronuncia en contra de la "renacionalización" de la política, critica la crisis de liderazgo de esta Europa en crisis y pide un mayor compromiso y una mayor participación de los ciudadanos europeos en la toma de decisiones.
Dos ideas fuerza dominan la reflexión del Consejo para el Futuro de Europa. En primer lugar que para salir de la crisis "Europa necesita más integración basada en el método comunitario". Y en segundo lugar, como ha dicho el excanciller Schröder, que la "renacionalización de la política no es la solución".
Esta nueva iniciativa para hacer avanzar Europa apuesta por "establecer la visión de una federación que vaya más allá del mandato económico y fiscal y que incluya la seguridad común, la energía, el cambio climático, la inmigración y la política exterior". El Consejo subraya también la necesidad de "desarrollar una narrativa sobre el futuro de la Unión y su lugar en el mundo", cuando la emergencia de nuevas potencias parecen minimizar su papel.
Del Consejo para el Futuro de Europa forman parte también el expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors, los ex primeros ministros británicos Tony Blair y Gordon Brown, los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Ernesto Zedillo (México), y los premios Nobel de Economía Robert Mundell, Amartya Sen y Joseph Stiglitz.
Berggruen, presidente del grupo inversor Berggruen Holdings, manifestó su firme convicción de que "Europa es un proyecto por el que vale la pena luchar" que ha servido para la generación de la posguerra mundial, pero que debe adaptarse para siga siendo útil también a las generaciones futuras.
Además de defender la emisión de eurobonos, el grupo de sabios propone recapitalizar los bancos, un mecanismo de gestión ordenada de las insolvencias, y muestra especial interés por evitar que las actuales medidas de austeridad puedan matar la frágil recuperación económica.
Durante la presentación del documento, Felipe González lamentó el mal funcionamiento de Europa durante la crisis, "con mucha función de apagafuegos y poco trabajo de arquitectura para que no se produzcan esos fuegos". Sobre el momento económico, el expresidente español se ha mostrado convencido de que "no habrá una recesión global sino una contracción en algunos países".
El líder liberal belga Guy Verhofstadt, destacado federalista europeo, pidió "más poderes para el Parlamento Europeo". Verhofstadt se mostró crítico con la gestión de la crisis por los actuales dirigentes europeos. "Su problema", dijo, "es que se limitan a repetir lo que dicen los movimientos populistas". En su opinión, "los líderes no deben seguir a la opinión pública, sino dirigirla".
El excanciller alemán admitió que, "al principio, el Gobierno alemán había cometido errores" en la gestión de la crisis, pero señaló que actualmente había corregido la dirección. Schröder se mostró convencido de que poco a poco Alemania también "acabará por aceptar los eurobonos, si se condicionan a controles estrictos". Para González la puesta en marcha de los eurobonos "es cuestión de meses", pero advirtió de que no habrá "eurobonos sin disciplina fiscal y presupuestaria". En opinión del excomisario de Competencia Mario Monti, los eurobonos "supondrán un alivio para el Banco Central Europeo, que ha desarrollado su trabajo de una manera muy responsable aunque esta no es su tarea principal".
La idea de una futura federación europea fue expresada por varios participantes, aunque el expresidente de Finlandia prefirió hablar de mayor integración. Schröder, por su parte, fue más lejos y ha argumentado a favor de un largo camino que acabará "en los Estados Unidos de Europa", un objetivo por el que sin duda merece la pena luchar.
Los nueve pasos hacia una mayor integración europea
Un fondo europeo. En el corto plazo ampliar el actual fondo de rescate para transfórmalo en un verdadero Fondo Europeo en 2012.
Recapitalizar los bancos. La zona euro necesita asegurar que los bancos estén adecuadamente capitalizados, incluso a través del sector privado.
Desarrollo de los eurobonos. Una unión monetaria sin algún tipo de coordinación fiscal o económica no funcionará, por ello se propone la creación de eurobonos, como instrumento común de la deuda.
Mecanismo para una ordenada resolución de crisis. Debe establecerse un sistema para gestionar las insolvencias tanto públicas como privadas.
Evitar que el ajuste dañe la recuperación. Los objetivos de austeridad fiscal y las reformas estructurales deben aplicarse de manera que no dañen la frágil recuperación.
Crecimiento y Empleo. La austeridad es necesaria pero no suficiente. Para competir con el mundo global Europa debe ponerse en marcha una ambiciosa agenda para el crecimiento y el empleo.
Adaptar la Europa social. Para preservar el modelo social europeo deben adaptarse los sistemas de seguridad social al envejecimiento de la población.
Europa, un actor global clave. En un mundo globalizado, sin una Unión más integrada, los países europeos tendrán cada vez una influencia decreciente.
Compromiso de los ciudadanos. Los pasos hacia la integración europea deben ir acompañados de un mayor compromiso de los ciudadanos. La integración debe estar dirigida por la Comisión, Consejo y Parlamento que deber ver reforzados sus poderes.