Decisión de Presidente Morales de suspender ruta no desactiva las protestas
José Arturo Cárdenas
Rurrenabaque, Bolivia/AFP
Indígenas bolivianos contrarios a la construcción de una ruta se organizaban para reiniciar su marcha de protesta hacia La Paz, a pesar de que el presidente Evo Morales anunció la suspensión de la obra, lo que no le salva de críticas ni de una huelga general de trabajadores este miércoles.
Centenares de nativos se encuentran en dos municipios, Rurrenabaque y San Borja, cercanos a Yucumo (320 km al noreste de La Paz), donde la Policía reprimió el domingo la marcha, generando críticas contra el mandatario y la renuncia de su ministra de Defensa el lunes.
Morales anunció la noche del lunes su decisión de suspender la construcción de la carretera de 300 km que cruzará el territorio indígena y natural del TIPNIS, en el centro del país hasta tanto no se realice una consulta, pero la decisión no conformó a los manifestantes.
"El hecho de que el presidente solucione el primer punto no quiere decir que se ha salido del problema, nosotros vamos a continuar", afirmó a la AFP el diputado indígena Pedro Nuni, uno de lo líderes de la marcha.
Para Nuni la decisión del gobernante "no es una garantía", porque los indígenas no quieren la suspensión de la obra vial, sino su cancelación definitiva. "Hemos dicho y repetimos, no queremos que haya esta carretera", recalcó.
Los indígenas aprovechan su nueva posición de fuerza para señalar otros puntos que quieren ver solucionados, referidos a actividades petroleras en sus comunidades, titulación de territorios, compensaciones por la emisión de gases de efecto invernadero y derecho a la consulta en todas las leyes de su interés.
Nuni señaló que aún no hay una fecha para reiniciar la caminata porque primero hay que hallar a los indígenas que figuran como desaparecidos que, según su colega Blanca Cartagena, "suman unos 20 entre adultos y niños".
"Lo primero es lo primero: ayúdennos a encontrar a nuestros hermanos para luego ver qué acción vamos hacer", señaló.
La situación sobre los desaparecidos aún es incierta, tanto en San Borja como en Rurrenabaque, pues los nativos aseguran que hay al menos dos niños y cuatro adultos muertos, aunque el gobierno desmiente que haya habido víctimas mortales.
En San Borja "no aparece" la niña de 9 años Valeria Melgar Eutando, dijo por teléfono desde San Borja el dirigente indígena Rafael Quispe. En cambio se confirmó este martes que aparecieron dos hermanos (de 13 años y un mes) que se encuentran en San Borja.
Tanto en Rurrenabaque como en San Borja los nativos están en sedes abiertas de la Iglesia católica. Allí duermen, descansan y comen con la asistencia de la alcaldía local y grupos civiles.
El presidente Evo Morales ha recibido fuertes críticas por la acción policial, aunque él ha señalado que nunca instruyó a los uniformados para que recurrieran a la violencia, e incluso la condenó.
El presidente ya sufrió la dimisión de su ministra de Defensa, Cecilia Chacón, y del viceministro de Interior, Marcos Farfán (quien dirigió el operativo policial), y de la directora Nacional de Migración, María Renée Quiroga.
El mandatario, que llegó al poder en 2005, sufre un paro cívico de 24 horas en el departamento de Beni, una huelga de hambre de 20 personas en Santa Cruz y marchas y vigilias en La Paz, Chuquisaca y Cochabamba.
La Central Obrera Boliviana (COB), que agrupa a todos los sindicatos de obreros, convocó a una huelga general de 24 horas para el miércoles.
El dirigente de los trabajadores de la Salud, José Gonzales, señaló que "en la COB estamos consternados de esa brutal arremetida de parte de la Policía a los hermanos indígenas y nos ha hecho recuerdo a los mejores estilos de los gobiernos dictatoriales, a los mejores estilos de los gobiernos neoliberales".
Por su parte, la Central Obrera Departamental de Potosí anunció que promoverá un referendo para revocar el mandato del presidente Morales y de su vicepresidente, Alvaro García.
La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, defendió este martes al presidente Morales, dijo que él no ordenó la represión militar y reiteró la voluntad de que una comisión nacional e internacional de derechos humanos investigue lo que sucedió en el país.
Analistas hicieron notar que en menos de un año el presidente Morales ha tenido que dar marcha atrás dos veces. Sucedió en diciembre pasado con un alza de 83% del precio de la gasolina y ahora con el anuncio de suspender la carretera, en ambos casos por las presiones de sus bases sociales de izquierda.
Rurrenabaque, Bolivia/AFP
Indígenas bolivianos contrarios a la construcción de una ruta se organizaban para reiniciar su marcha de protesta hacia La Paz, a pesar de que el presidente Evo Morales anunció la suspensión de la obra, lo que no le salva de críticas ni de una huelga general de trabajadores este miércoles.
Centenares de nativos se encuentran en dos municipios, Rurrenabaque y San Borja, cercanos a Yucumo (320 km al noreste de La Paz), donde la Policía reprimió el domingo la marcha, generando críticas contra el mandatario y la renuncia de su ministra de Defensa el lunes.
Morales anunció la noche del lunes su decisión de suspender la construcción de la carretera de 300 km que cruzará el territorio indígena y natural del TIPNIS, en el centro del país hasta tanto no se realice una consulta, pero la decisión no conformó a los manifestantes.
"El hecho de que el presidente solucione el primer punto no quiere decir que se ha salido del problema, nosotros vamos a continuar", afirmó a la AFP el diputado indígena Pedro Nuni, uno de lo líderes de la marcha.
Para Nuni la decisión del gobernante "no es una garantía", porque los indígenas no quieren la suspensión de la obra vial, sino su cancelación definitiva. "Hemos dicho y repetimos, no queremos que haya esta carretera", recalcó.
Los indígenas aprovechan su nueva posición de fuerza para señalar otros puntos que quieren ver solucionados, referidos a actividades petroleras en sus comunidades, titulación de territorios, compensaciones por la emisión de gases de efecto invernadero y derecho a la consulta en todas las leyes de su interés.
Nuni señaló que aún no hay una fecha para reiniciar la caminata porque primero hay que hallar a los indígenas que figuran como desaparecidos que, según su colega Blanca Cartagena, "suman unos 20 entre adultos y niños".
"Lo primero es lo primero: ayúdennos a encontrar a nuestros hermanos para luego ver qué acción vamos hacer", señaló.
La situación sobre los desaparecidos aún es incierta, tanto en San Borja como en Rurrenabaque, pues los nativos aseguran que hay al menos dos niños y cuatro adultos muertos, aunque el gobierno desmiente que haya habido víctimas mortales.
En San Borja "no aparece" la niña de 9 años Valeria Melgar Eutando, dijo por teléfono desde San Borja el dirigente indígena Rafael Quispe. En cambio se confirmó este martes que aparecieron dos hermanos (de 13 años y un mes) que se encuentran en San Borja.
Tanto en Rurrenabaque como en San Borja los nativos están en sedes abiertas de la Iglesia católica. Allí duermen, descansan y comen con la asistencia de la alcaldía local y grupos civiles.
El presidente Evo Morales ha recibido fuertes críticas por la acción policial, aunque él ha señalado que nunca instruyó a los uniformados para que recurrieran a la violencia, e incluso la condenó.
El presidente ya sufrió la dimisión de su ministra de Defensa, Cecilia Chacón, y del viceministro de Interior, Marcos Farfán (quien dirigió el operativo policial), y de la directora Nacional de Migración, María Renée Quiroga.
El mandatario, que llegó al poder en 2005, sufre un paro cívico de 24 horas en el departamento de Beni, una huelga de hambre de 20 personas en Santa Cruz y marchas y vigilias en La Paz, Chuquisaca y Cochabamba.
La Central Obrera Boliviana (COB), que agrupa a todos los sindicatos de obreros, convocó a una huelga general de 24 horas para el miércoles.
El dirigente de los trabajadores de la Salud, José Gonzales, señaló que "en la COB estamos consternados de esa brutal arremetida de parte de la Policía a los hermanos indígenas y nos ha hecho recuerdo a los mejores estilos de los gobiernos dictatoriales, a los mejores estilos de los gobiernos neoliberales".
Por su parte, la Central Obrera Departamental de Potosí anunció que promoverá un referendo para revocar el mandato del presidente Morales y de su vicepresidente, Alvaro García.
La ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, defendió este martes al presidente Morales, dijo que él no ordenó la represión militar y reiteró la voluntad de que una comisión nacional e internacional de derechos humanos investigue lo que sucedió en el país.
Analistas hicieron notar que en menos de un año el presidente Morales ha tenido que dar marcha atrás dos veces. Sucedió en diciembre pasado con un alza de 83% del precio de la gasolina y ahora con el anuncio de suspender la carretera, en ambos casos por las presiones de sus bases sociales de izquierda.