Atacante suicida mata a 31 personas en funeral paquistaní
Shina Samar Bagh, AP
Un atacante suicida que se inmoló el jueves en el funeral de un líder tribal que se oponía al Talibán, mató a 31 personas, informó la policía.
El ataque se produjo dos días después de que pistoleros talibanes asesinaron a cuatro niños de otro distrito que está en conflicto con la red extremista.
La detonación durante el funeral de Bajat Khan en la región de Dir Inferior, 25 kilómetros (15 millas) al oeste de la frontera afgana, dejó también 75 heridos. Khan, que murió el miércoles mientras dormía, era miembro de la milicia local "lashkar", que se opuso al gobierno del Talibán en la región.
El agresor detonó su carga en momentos en que unos 200 dolientes participaban en la ceremonia en el poblado de Shina Samar Bagh, indicó el policía Sher Hassan Khan.
Otro agente, Salim Marwat, dijo que el atacante estaba oculto en un campo cercano, pero de repente corrió hacia el cementerio gritando "¡Allahu Akbar!" —frase árabe que significa "Dios es grande"_, y luego hizo detonar su bomba.
El testigo Gull Rehman dijo haber visto al atacante, que murió, describiéndolo como un hombre de larga barba. La explosión derribó a Rehman, pero pudo ponerse de pie y ayudar a transportar a los heridos a hospitales.
Más tarde, agentes de policía buscaban partes de la bomba en el campo empapado de sangre, lleno de sandalias y zapatos desperdigados.
Los tribeños en el noroeste han formado varias milicias semejantes, para las cuales reciben fondos limitados del gobierno. Han tenido algún éxito en detener la infiltración de los talibanes, pero son blanco reiterado de ataques de venganza.
Muchos de los ataques más sangrientos en los últimos tres años han sido contra miembros de "laskhar" o sus familias.
El martes, pistoleros del Talibán mataron a cuatro niños cuando regresaban de la escuela cerca de la ciudad de Peshawar. Los insurgentes dijeron que el ataque fue contra residentes locales que apoyan una milicia tribal opuesta a los talibanes.
Unas 35.000 personas han muerto a consecuencia de la violencia extremista en Pakistán desde que comenzó con vehemencia en el 2007.
Un atacante suicida que se inmoló el jueves en el funeral de un líder tribal que se oponía al Talibán, mató a 31 personas, informó la policía.
El ataque se produjo dos días después de que pistoleros talibanes asesinaron a cuatro niños de otro distrito que está en conflicto con la red extremista.
La detonación durante el funeral de Bajat Khan en la región de Dir Inferior, 25 kilómetros (15 millas) al oeste de la frontera afgana, dejó también 75 heridos. Khan, que murió el miércoles mientras dormía, era miembro de la milicia local "lashkar", que se opuso al gobierno del Talibán en la región.
El agresor detonó su carga en momentos en que unos 200 dolientes participaban en la ceremonia en el poblado de Shina Samar Bagh, indicó el policía Sher Hassan Khan.
Otro agente, Salim Marwat, dijo que el atacante estaba oculto en un campo cercano, pero de repente corrió hacia el cementerio gritando "¡Allahu Akbar!" —frase árabe que significa "Dios es grande"_, y luego hizo detonar su bomba.
El testigo Gull Rehman dijo haber visto al atacante, que murió, describiéndolo como un hombre de larga barba. La explosión derribó a Rehman, pero pudo ponerse de pie y ayudar a transportar a los heridos a hospitales.
Más tarde, agentes de policía buscaban partes de la bomba en el campo empapado de sangre, lleno de sandalias y zapatos desperdigados.
Los tribeños en el noroeste han formado varias milicias semejantes, para las cuales reciben fondos limitados del gobierno. Han tenido algún éxito en detener la infiltración de los talibanes, pero son blanco reiterado de ataques de venganza.
Muchos de los ataques más sangrientos en los últimos tres años han sido contra miembros de "laskhar" o sus familias.
El martes, pistoleros del Talibán mataron a cuatro niños cuando regresaban de la escuela cerca de la ciudad de Peshawar. Los insurgentes dijeron que el ataque fue contra residentes locales que apoyan una milicia tribal opuesta a los talibanes.
Unas 35.000 personas han muerto a consecuencia de la violencia extremista en Pakistán desde que comenzó con vehemencia en el 2007.