Accidente avión de Aerocon: Tres de los ocupantes hablaron con sus esposas minutos antes

Beni, AFP
El piloto del avión de Aerocon, Santiago Román; el dirigente indígena Eddy Martínez y un pasajero más del avión de Aerocon se comunicaron con sus esposas minutos antes de que la aeronave fuera declarada como desaparecida en Beni.
“Me llamó como a las 17.30 y me dijo: ‘mi amor, estoy saliendo’. Yo, calculando que ya estaba aquí, le llamé a las 18.50 y me dijo: ‘estoy en un procedimiento, te llamo enseguida, ya estoy por llegar a Trinidad’; me colgó el teléfono, no me escuchaba bien por el ruido del avión y después ya no supe mas de él. No me volvió a llamar, yo lo llamaba y ya no me contestaba el teléfono”, contó la esposa de Román a los medios.


El avión -con matrícula CP 2548 de Aerocon, que viajaba de Santa Cruz a Trinidad- desapareció la noche del martes a 16 kilómetros de la capital del Beni.

Jenny Silva, la esposa del dirigente chiquitano Eddy Martínez, contó que su esposo se comunicó con ella antes de abordar la aeronave. “Me llamó y me dijo: ‘mi niña, te voy a llamar cuando llegue, no te preocupes’”, contó entre lágrimas la mujer a los medios de prensa.

Silva se quedó la noche del miércoles a realizar una vigilia en el aeropuerto El Trompillo de Santa Cruz para conocer noticias de la nave de Aerocon.

El avión fue divisado por efectivos de rescate que estaban a bordo de un helicóptero cerca del mediodía de ayer. Horas antes, la esposa de Martínez todavía mantenía la esperanza de que su esposo y los otros ocho ocupantes estaban con vida.

“Tengo fe y esperanza. Dios es grande y él va a estar sano y salvo. Son 24 días que no veo a mi esposo, pero él va a regresar conmigo, yo lo sé”, manifestó.

El hermano del ecuatoriano William Lara llegó a El Trompillo la mañana de ayer para tener novedades. Contó que su hermano vivía hace cinco años en Bolivia y que es empresario de institutos del idioma inglés que funcionan en las ciudades de Cochabamba, Santa Cruz y Sucre.

Mónica Cossío, la esposa de uno de los pasajeros que no se pudo identificar, contó que a las 19.10 su esposo se contactó con ella por teléfono celular; sin embargo, no pudieron conversar. “Después yo le llamé y ya no hubo respuesta, no había señal”, contó ayer Cossío mientras esperaba en El Trompillo con otros familiares algunas noticias de los ocupantes de la nave. Ninguno de los ocupantes sobrevivió.

Mientras tanto, hay una persona desaparecida y es la única esperanza que queda de vida.

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