Sudamérica amenazada por un apagón
Buenos Aires, BBC Mundo
Sudamérica sólo se liberará de la amenaza de un apagón si logra duplicar su capacidad energética para el año 2030, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
"Se necesitan aproximadamente 200 gigavatios más de capacidad de generación de energía. Un plan de esta magnitud, que incluya las líneas de transmisión, costaría unos $500.000 millones de dólares," dijo a BBC Brasil el ingeniero y economista uruguayo Beno Ruchansky, responsable de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la Cepal.
Según él, esa ampliación de la oferta de energía podría evitar un problema de abastecimiento, en un momento de gran expansión de las economías suramericanas.
"La energía podría convertirse en un obstáculo para el desarrollo de la región si la producción no crece a la par de la demanda generada por el crecimiento económico", dijo Ruchansky.
Los cálculos de la Cepal, con base en este crecimiento económico, indican que el consumo de electricidad en América del Sur aumentó 40% entre 2001 y 2010.
Para el especialista, durante este período de expansión, la oferta fue "limitada" sólo en las épocas de sequía.
"Sabemos que no existe una varita mágica. Sin embargo, creemos que el debate es importante para que se lleven a cabo los avances necesarios", dijo el experto.
Sin luz
Para la Cepal, la ampliación de este potencial energético deberá respetar todas las dimensiones de la cadena energética social. La idea es que la energía pueda distribuirse a aquellos que todavía viven sin electricidad y que las iniciativas sean política y económicamente "viables" para que el consumidor "pueda pagar" por el servicio.
Sin embargo, en opinión del ingeniero, no es suficiente para discutir la cuestión financiera: "también hay que llegar a un consenso para que los proyectos avancen, pues en muchos casos están generando controversia por razones ambientales".
Este es el caso de la clic represa de Belo Monte, en el norte de Brasil, y de clic HydroAysén en el sur de Chile.
"La fuente de energía en América del Sur proviene principalmente de hidroeléctricas. Lo que quiere decir que se trata de energía limpia. Sin embargo, en algunos casos, el problema no es sólo la velocidad del crecimiento económico, sino la falta de redes de distribución", dijo.
Para él, es necesario aumentar la oferta para evitar apagones como los que amenazan a los países vecinos de Brasil.
La semana pasada, el presidente de Perú, Ollanta Humala, anunció que deberá importar electricidad de Ecuador para poder satisfacer la demanda del norte del país.
Mientras tanto el ministro de Minas y Energía peruano, Carlos Herrera Descalzi, anunció que habrá racionamiento de energía en el norte del país y que el problema no es la escasez de electricidad sino la manera en que se distribuye desde el centro hasta el norte.
Racionamiento
También la semana pasada, el presidente de Bolivia, Evo Morales, instó a los ciudadanos de su país a racionar el consumo de electricidad. "Debemos ser más cuidadosos", dijo.
Morales reconoció que la principal hidroeléctrica del país, Guaracachi, está "sobrecargada" y que es difícil satisfacer -sobre todo- la demanda de electricidad de las industrias.
En Chile, el director del Centro de Economía de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, Eugenio Figueroa, dijo que la economía local ha crecido a un ritmo cercano al 5% anual en los últimos 20 años.
"Si queremos evitar que la energía sea un problema para nuestra expansión, los proyectos como HidroAysén no pueden quedarse en el papel", afirmó.
Según él, las críticas que hacen los ecologistas acerca de la construcción de la represa son "exageradas".
Sin embargo, para el especialista de la Cepal, superar los impasses será la única forma de realizar las obras necesarias que eviten cortes futuros de luz eléctrica.
Sudamérica sólo se liberará de la amenaza de un apagón si logra duplicar su capacidad energética para el año 2030, según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
"Se necesitan aproximadamente 200 gigavatios más de capacidad de generación de energía. Un plan de esta magnitud, que incluya las líneas de transmisión, costaría unos $500.000 millones de dólares," dijo a BBC Brasil el ingeniero y economista uruguayo Beno Ruchansky, responsable de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la Cepal.
Según él, esa ampliación de la oferta de energía podría evitar un problema de abastecimiento, en un momento de gran expansión de las economías suramericanas.
"La energía podría convertirse en un obstáculo para el desarrollo de la región si la producción no crece a la par de la demanda generada por el crecimiento económico", dijo Ruchansky.
Los cálculos de la Cepal, con base en este crecimiento económico, indican que el consumo de electricidad en América del Sur aumentó 40% entre 2001 y 2010.
Para el especialista, durante este período de expansión, la oferta fue "limitada" sólo en las épocas de sequía.
"Sabemos que no existe una varita mágica. Sin embargo, creemos que el debate es importante para que se lleven a cabo los avances necesarios", dijo el experto.
Sin luz
Para la Cepal, la ampliación de este potencial energético deberá respetar todas las dimensiones de la cadena energética social. La idea es que la energía pueda distribuirse a aquellos que todavía viven sin electricidad y que las iniciativas sean política y económicamente "viables" para que el consumidor "pueda pagar" por el servicio.
Sin embargo, en opinión del ingeniero, no es suficiente para discutir la cuestión financiera: "también hay que llegar a un consenso para que los proyectos avancen, pues en muchos casos están generando controversia por razones ambientales".
Este es el caso de la clic represa de Belo Monte, en el norte de Brasil, y de clic HydroAysén en el sur de Chile.
"La fuente de energía en América del Sur proviene principalmente de hidroeléctricas. Lo que quiere decir que se trata de energía limpia. Sin embargo, en algunos casos, el problema no es sólo la velocidad del crecimiento económico, sino la falta de redes de distribución", dijo.
Para él, es necesario aumentar la oferta para evitar apagones como los que amenazan a los países vecinos de Brasil.
La semana pasada, el presidente de Perú, Ollanta Humala, anunció que deberá importar electricidad de Ecuador para poder satisfacer la demanda del norte del país.
Mientras tanto el ministro de Minas y Energía peruano, Carlos Herrera Descalzi, anunció que habrá racionamiento de energía en el norte del país y que el problema no es la escasez de electricidad sino la manera en que se distribuye desde el centro hasta el norte.
Racionamiento
También la semana pasada, el presidente de Bolivia, Evo Morales, instó a los ciudadanos de su país a racionar el consumo de electricidad. "Debemos ser más cuidadosos", dijo.
Morales reconoció que la principal hidroeléctrica del país, Guaracachi, está "sobrecargada" y que es difícil satisfacer -sobre todo- la demanda de electricidad de las industrias.
En Chile, el director del Centro de Economía de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, Eugenio Figueroa, dijo que la economía local ha crecido a un ritmo cercano al 5% anual en los últimos 20 años.
"Si queremos evitar que la energía sea un problema para nuestra expansión, los proyectos como HidroAysén no pueden quedarse en el papel", afirmó.
Según él, las críticas que hacen los ecologistas acerca de la construcción de la represa son "exageradas".
Sin embargo, para el especialista de la Cepal, superar los impasses será la única forma de realizar las obras necesarias que eviten cortes futuros de luz eléctrica.