No se instala diálogo por nueva negativa de indígenas que continúan su marcha
San Borja, Abi
El diálogo planteado por el Gobierno con los representantes de los indígenas, que se oponen a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, no se instaló por una nueva negativa a la invitación gubernamental, a pesar de que los ministros que conformaron la comisión ratificaron que tenían poderes plenos para resolver sus demandas.
Después de esperar varias horas en la población de San Borja, los ministros de la Presidencia, Carlos Romero; de Gobierno, Sacha Llorenti y de Autonomías, Claudia Peña, ofrecieron una conferencia de prensa en la que lamentaron la intransigencia e "impostura de los dirigentes indígenas" que exigieron la presencia de 10 ministros para abrir el diálogo.
"Hemos esperado todo el día una respuesta de la marcha que está bastante cerca, y el silencio y las expresiones que ellos han vertido a los medios indican que no están dispuestos a dialogar con nosotros", explicó a los periodistas la Ministra de Autonomías al anunciar que la comisión gubernamental retornará a La Paz, aunque aclaró que, como siempre, la puerta del diálogo continuará abierta.
Por su parte, el Ministro de la Presidencia lamentó la decisión de los marchistas que insistieron que el diálogo se realice con todos los movilizados y no con una comisión.
Romero dijo que esa posibilidad ya fue ensayada en una anterior oportunidad cuando el ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo y la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, se presentaron ante los movilizados pero fueron recibidos con insultos, "con desprecio y con abucheos".
"Nos han respondido a través de los medios de comunicación que esta comisión de alto novel no ha sido aceptada. Esta posibilidad ha sido nuevamente inviabilizada, se ha impuesto nuevamente la impostura, la intransigencia de algunos dirigentes que están empeñados en boicotear cualquier posibilidad de desarrollar un escenario de diálogo", remarcó.
A su juicio, el dialogo requiere de la voluntad de dos partes, en este caso del Gobierno, "que ha insistido seis veces", inclusive antes de que se inicie la marcha, y del comité de marcha que se ha negado sistemáticamente a resolver sus demandas con el diálogo
Los pobladores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) iniciaron una marcha hace dos semanas desde la ciudad amazónica de Trinidad hacia La Paz inicialmente en oposición a la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, pero días después presentaron un pliego de 13 puntos, que posteriormente fue ampliado a 16 demandas.
Romero consideró que el diálogo es la única forma de resolver los problemas y ratificó la voluntad del Gobierno para compatibilizar las preocupaciones, los intereses y los derechos indígenas con los intereses, los derechos y las expectativas de desarrollo de la región, del departamento y del país.
"La única forma de hacerlo es sentarnos en una mesa, mirarnos a la cara, hablándonos sinceramente. El gobierno está dispuesto a hacerlo una y otra vez, aunque no cierren la puerta y nos den portazos", insistió.
El diálogo planteado por el Gobierno con los representantes de los indígenas, que se oponen a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, no se instaló por una nueva negativa a la invitación gubernamental, a pesar de que los ministros que conformaron la comisión ratificaron que tenían poderes plenos para resolver sus demandas.
Después de esperar varias horas en la población de San Borja, los ministros de la Presidencia, Carlos Romero; de Gobierno, Sacha Llorenti y de Autonomías, Claudia Peña, ofrecieron una conferencia de prensa en la que lamentaron la intransigencia e "impostura de los dirigentes indígenas" que exigieron la presencia de 10 ministros para abrir el diálogo.
"Hemos esperado todo el día una respuesta de la marcha que está bastante cerca, y el silencio y las expresiones que ellos han vertido a los medios indican que no están dispuestos a dialogar con nosotros", explicó a los periodistas la Ministra de Autonomías al anunciar que la comisión gubernamental retornará a La Paz, aunque aclaró que, como siempre, la puerta del diálogo continuará abierta.
Por su parte, el Ministro de la Presidencia lamentó la decisión de los marchistas que insistieron que el diálogo se realice con todos los movilizados y no con una comisión.
Romero dijo que esa posibilidad ya fue ensayada en una anterior oportunidad cuando el ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo y la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, se presentaron ante los movilizados pero fueron recibidos con insultos, "con desprecio y con abucheos".
"Nos han respondido a través de los medios de comunicación que esta comisión de alto novel no ha sido aceptada. Esta posibilidad ha sido nuevamente inviabilizada, se ha impuesto nuevamente la impostura, la intransigencia de algunos dirigentes que están empeñados en boicotear cualquier posibilidad de desarrollar un escenario de diálogo", remarcó.
A su juicio, el dialogo requiere de la voluntad de dos partes, en este caso del Gobierno, "que ha insistido seis veces", inclusive antes de que se inicie la marcha, y del comité de marcha que se ha negado sistemáticamente a resolver sus demandas con el diálogo
Los pobladores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) iniciaron una marcha hace dos semanas desde la ciudad amazónica de Trinidad hacia La Paz inicialmente en oposición a la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, pero días después presentaron un pliego de 13 puntos, que posteriormente fue ampliado a 16 demandas.
Romero consideró que el diálogo es la única forma de resolver los problemas y ratificó la voluntad del Gobierno para compatibilizar las preocupaciones, los intereses y los derechos indígenas con los intereses, los derechos y las expectativas de desarrollo de la región, del departamento y del país.
"La única forma de hacerlo es sentarnos en una mesa, mirarnos a la cara, hablándonos sinceramente. El gobierno está dispuesto a hacerlo una y otra vez, aunque no cierren la puerta y nos den portazos", insistió.