Los rebeldes aseguran que han repelido la contraofensiva de los gadafistas en Zlitan
Misrata, EP
Los rebeldes que combaten contra el Gobierno libio han asegurado este miércoles que han logrado repeler la contraofensiva lanzada contra la ciudad de Zlitan, en el oeste del país, por las tropas leales al dirigente, Muamar Gadafi.
En los últimos días, los combatientes sublevados han intentado consolidar las posiciones alcanzadas en el interior y en los alrededores en Zlitan, una localidad de especial importancia al estar situada a unos 160 kilómetros al este de Trípoli.
Las fuerzas de Gadafi lanzaron el martes un contraataque que provocó enfrentamientos en las calles y causó la muerte de al menos siete rebeldes, según informaron fuentes del hospital de Misrata, aunque un comandante insurgente ha reconocido únicamente dos víctimas mortales.
Las imágenes de los combates a las que ha tenido acceso Reuters muestran a los rebeldes disparando granadas propulsadas por cohete y utilizando armamento antiaéreo.
"Les permitimos que se acercasen a nuestras posiciones antes de responderles con fuerza y repeler sus avances", ha indicado un comandante sublevado que ha pedido no ser identificado. Esta fuente ha subrayado que las tropas insurgentes no han "retrocedido" pese a los envites del contrario.
Mantener el control sobre Zlitan sería para los rebeldes, con menos armamento, disciplina y experiencia que las fuerzas del Gobierno, un incentivo moral y una base para un potencial asalto sobre Trípoli. Los combates entre ambos bandos se extienden ya durante cinco meses y, pese al apoyo diplomático internacional y a los bombardeos de la OTAN, los rebeldes no han podido poner fin a las más de cuatro décadas de Gadafi en el poder.
El bando sublevado también ha tenido que responder en los últimos días a las preguntas sobre la muerte, en extrañas circunstancias, de su máximo jefe militar, el general Abdel Fatá Younes. La versión dada por el Consejo Nacional de Transición apunta que el comandante murió a manos de las personas que debían trasladarle desde el frente a Benghazi para participar en un interrogatorio del que apenas se conocen detalles.
Los rebeldes que combaten contra el Gobierno libio han asegurado este miércoles que han logrado repeler la contraofensiva lanzada contra la ciudad de Zlitan, en el oeste del país, por las tropas leales al dirigente, Muamar Gadafi.
En los últimos días, los combatientes sublevados han intentado consolidar las posiciones alcanzadas en el interior y en los alrededores en Zlitan, una localidad de especial importancia al estar situada a unos 160 kilómetros al este de Trípoli.
Las fuerzas de Gadafi lanzaron el martes un contraataque que provocó enfrentamientos en las calles y causó la muerte de al menos siete rebeldes, según informaron fuentes del hospital de Misrata, aunque un comandante insurgente ha reconocido únicamente dos víctimas mortales.
Las imágenes de los combates a las que ha tenido acceso Reuters muestran a los rebeldes disparando granadas propulsadas por cohete y utilizando armamento antiaéreo.
"Les permitimos que se acercasen a nuestras posiciones antes de responderles con fuerza y repeler sus avances", ha indicado un comandante sublevado que ha pedido no ser identificado. Esta fuente ha subrayado que las tropas insurgentes no han "retrocedido" pese a los envites del contrario.
Mantener el control sobre Zlitan sería para los rebeldes, con menos armamento, disciplina y experiencia que las fuerzas del Gobierno, un incentivo moral y una base para un potencial asalto sobre Trípoli. Los combates entre ambos bandos se extienden ya durante cinco meses y, pese al apoyo diplomático internacional y a los bombardeos de la OTAN, los rebeldes no han podido poner fin a las más de cuatro décadas de Gadafi en el poder.
El bando sublevado también ha tenido que responder en los últimos días a las preguntas sobre la muerte, en extrañas circunstancias, de su máximo jefe militar, el general Abdel Fatá Younes. La versión dada por el Consejo Nacional de Transición apunta que el comandante murió a manos de las personas que debían trasladarle desde el frente a Benghazi para participar en un interrogatorio del que apenas se conocen detalles.