Los enfrentamientos tribales en Sudán del Sur dejan 600 muertos un mes después de su independencia
La ONU pide "moderación" a los distintos grupos y ofrece ayudar en la "reconciliación"
Jartum, El País
La independencia de Sudán del Sur, hace poco más de un mes, no parece haber solucionado las tensiones tribales. Alrededor de 600 muertos, un millar de heridos, 200 desaparecidos y 250.000 desplazados son el resultado de los enfrentamientos que comenzaron el pasado jueves en la región de norteña de Jonglei, según Naciones Unidas.
El control del ganado, al igual que en otras ocasiones, ha sido la razón de los violentos enfrentamientos entre las tribus Murle y Lou Nuer que afectaron a varios poblados en la zona. La ganadería es esencial para la economía local e informes locales recibidos por la ONU señalan que los Murle robaron 25.000 cabezas de ganado y destruyeron casas de los Lou Nuer aparentemente para vengar un ataque anterior.
El gobernador de la región, Kuol Manyang, ha explicado a la cadena británica BBC que el robo de ganado es una consecuencia de la pobreza. "Las personas necesitan los animales para su supervivencia, para alimentarse y para casarse", ha añadido Manyang. Cada año mueren cientos de personas en enfrentamientos similares en Jonglei. Las tribus se acusan también del robo de niños, según la BBC.
La ONU pidió ayer "moderación" a las comunidades enfrentadas en el nuevo país africano y que centren sus esfuerzos "en la reconciliación", tarea en la que la misión de Naciones Unidas está "lista y dispuesta" a prestar toda la ayuda necesaria.
Sudán del Sur es independiente desde el pasado nueve julio, después de un referéndum de autodeterminación celebrado el pasado mes de enero y que contó con el respaldo del 98% de la población. Es el Estado número 199 en el seno de Naciones Unidas. Las tensiones en la región de Jonglei suponen uno de los mayores retos para el nuevo país.
Un día antes de su independencia, el Consejo de Seguridad aprobó la creación de una nueva misión de paz en Sudán del Sur, dotada con 7.000 cascos azules para consolidar la paz e impedir la violencia.
Conflictos en Sudán del Norte
Hay más tensiones en el territorio que hasta hace poco más de un mes era Sudán. El presidente de Sudán del Norte, Omar Hassan al Bashir, ha anunciado una tregua unilateral de dos semanas en la región sureña del Kordofán, después de dos meses de enfrentamientos entre tropas gubernamentales y rebeldes afines al Estado rival: Sudán del Sur.
El Kordofán se encuentra en la frontera con Sudán del Sur y es una región rica en petróleo. Con la independencia, el Sur se quedó con la mayoría de las reservas petrolíferas, por lo que el Kordofán es ahora la única rica en crudo del Norte.
En la zona, además, viven grupos opositores al régimen y el Ejército trata ahora de controlarlos. Activistas por los derechos humanos han acusado a Sudán del Norte de atacar al grupo étnico de los Nuba para reprimir la oposición, alimentada por la independencia de Sudán del Sur. Decenas de miles de personas han huido de la violencia según Naciones Unidas, que ha solicitado investigar las violaciones de derechos humanos. Un informe de la ONU, publicado el pasado 15 de agosto, registra episodios de ejecuciones extrajudiciales, detención ilegal, desapariciones, ataques contra civiles, saqueos de casas y desplazamientos masivos. El gobierno sudanés ha rechazado estas afirmaciones y ha acusado a grupos locales armados de rebelarse y tratar de controlar el territorio.
El presidente de Sudán del Norte, que ha visitado hoy la región, ha advertido que las organizaciones internacionales tienen vetada la entrada a la región de Kordofán y que solo la Cruz Roja podrá aportar ayuda humanitaria a la zona.
Los enfrentamientos en Kordofán comenzaron el pasado mes de junio entre el Ejército y los rebeldes Nuba, que habían combatido junto con el Sur en la guerra civil entre el Norte y el Sur (1983-2005).
El control del ganado, al igual que en otras ocasiones, ha sido la razón de los violentos enfrentamientos entre las tribus Murle y Lou Nuer que afectaron a varios poblados en la zona. La ganadería es esencial para la economía local e informes locales recibidos por la ONU señalan que los Murle robaron 25.000 cabezas de ganado y destruyeron casas de los Lou Nuer aparentemente para vengar un ataque anterior.
El gobernador de la región, Kuol Manyang, ha explicado a la cadena británica BBC que el robo de ganado es una consecuencia de la pobreza. "Las personas necesitan los animales para su supervivencia, para alimentarse y para casarse", ha añadido Manyang. Cada año mueren cientos de personas en enfrentamientos similares en Jonglei. Las tribus se acusan también del robo de niños, según la BBC.
La ONU pidió ayer "moderación" a las comunidades enfrentadas en el nuevo país africano y que centren sus esfuerzos "en la reconciliación", tarea en la que la misión de Naciones Unidas está "lista y dispuesta" a prestar toda la ayuda necesaria.
Sudán del Sur es independiente desde el pasado nueve julio, después de un referéndum de autodeterminación celebrado el pasado mes de enero y que contó con el respaldo del 98% de la población. Es el Estado número 199 en el seno de Naciones Unidas. Las tensiones en la región de Jonglei suponen uno de los mayores retos para el nuevo país.
Un día antes de su independencia, el Consejo de Seguridad aprobó la creación de una nueva misión de paz en Sudán del Sur, dotada con 7.000 cascos azules para consolidar la paz e impedir la violencia.
Conflictos en Sudán del Norte
Hay más tensiones en el territorio que hasta hace poco más de un mes era Sudán. El presidente de Sudán del Norte, Omar Hassan al Bashir, ha anunciado una tregua unilateral de dos semanas en la región sureña del Kordofán, después de dos meses de enfrentamientos entre tropas gubernamentales y rebeldes afines al Estado rival: Sudán del Sur.
El Kordofán se encuentra en la frontera con Sudán del Sur y es una región rica en petróleo. Con la independencia, el Sur se quedó con la mayoría de las reservas petrolíferas, por lo que el Kordofán es ahora la única rica en crudo del Norte.
En la zona, además, viven grupos opositores al régimen y el Ejército trata ahora de controlarlos. Activistas por los derechos humanos han acusado a Sudán del Norte de atacar al grupo étnico de los Nuba para reprimir la oposición, alimentada por la independencia de Sudán del Sur. Decenas de miles de personas han huido de la violencia según Naciones Unidas, que ha solicitado investigar las violaciones de derechos humanos. Un informe de la ONU, publicado el pasado 15 de agosto, registra episodios de ejecuciones extrajudiciales, detención ilegal, desapariciones, ataques contra civiles, saqueos de casas y desplazamientos masivos. El gobierno sudanés ha rechazado estas afirmaciones y ha acusado a grupos locales armados de rebelarse y tratar de controlar el territorio.
El presidente de Sudán del Norte, que ha visitado hoy la región, ha advertido que las organizaciones internacionales tienen vetada la entrada a la región de Kordofán y que solo la Cruz Roja podrá aportar ayuda humanitaria a la zona.
Los enfrentamientos en Kordofán comenzaron el pasado mes de junio entre el Ejército y los rebeldes Nuba, que habían combatido junto con el Sur en la guerra civil entre el Norte y el Sur (1983-2005).