Lanús y Tigre igualaron sin goles en un duelo aburrido
Buenos Aires, Agencias
Lanús y Tigre protagonizaron un partido para el olvido, donde estuvieron ausentes el buen juego, las individualidades desequilibrantes y el peligro sobre los arcos, y por eso, nada más ni nada menos, todo terminó como empezó, cero a cero.
Lanús fue un poco más que Tigre, porque por momentos tuvo la iniciativa, pero los dirigidos por Gabriel Schurrer chocaron siempre contra una pared, la que construyeron ellos mismos por su falta de claridad. Para el comprometido Tigre el punto no le viene mal, teniendo en cuenta que jugó como visitante, ante un equipo que siempre es candidato a pelear arriba.
Fue tan equilibrado el primer tiempo que tanto a Lanús como a Tigre les costó sobremanera llevar peligro al arco rival. Al local, porque no tuvo un circuito de juego aceitado, y porque Mario Regueiro y César Carranza sólo aparecieron esporádicamente, y a Tigre porque no le bastaron las luchas en soledad de Carlos Luna y Ezequiel Maggiolo.
A los 10, avisó Tigre con un remate desde fuera del área de Gastón Díaz, que Agustín Marchesín envió al corner.
A los 15, contestó Lanús, pero el tiro libre de Carranza, por encima de la barrera, se fue apenas desviado cerca del palo izquierdo, ante la atenta mirada de Javier García.
Sobre los 29, y nuevamente tras una jugada de pelota parada, Carranza tocó corto para Silvio Romero, y este remató suave pero la pelota se fue por encima del ángulo izquierdo.
Cuando corrían 34 minutos se produjo sobre el arco de Lanús. Morales envió un centro desde la izquierda, la pelota cayó en el centro del área, se produjo un borbollón y Carlos Izquierdos, desde el piso, arrastró el balón un brazo. Sergio Pezzotta no vio la jugada o creyó que la acción no fuese intencional, y por eso no hubo sanción.
Lanús siguió buscando. Carranza envió un centro certero a la cabeza del juvenil Federico Barrientos, pero García contuvo el cabezazo sin problemas. En el segundo tiempo, fue Lanús el que intentó adueñarse de la pelota, para ir busca de la victoria, pero los constantes errores y la falta de claridad en los metros finales lo hicieron tropezar ante la defensa de Tigre.
La ambición del local se vio reflejada en los cambios que introdujo Schurrer, quien apostó por Mariano Pavone y Juan Neira para llevar peligro a García, y fue este último quien con un par de pinceladas mostró algo distinto.
Y el ingreso de Neira pudo dar fruto a los 26 minutos, cuando este cedió el balón a Regueiro, quien remató cruzado y apenas desviado.
A los 30 volvió a aparecer Neira. El ex Gimnasia y Esgrima La Plata envió un corner desde la derecha, Goltz metió un buen cabezazo que hizo lucir a García.
Ahí se terminó todo. Ninguno de los dos propuso algo más.
Lanús y Tigre protagonizaron un partido para el olvido, donde estuvieron ausentes el buen juego, las individualidades desequilibrantes y el peligro sobre los arcos, y por eso, nada más ni nada menos, todo terminó como empezó, cero a cero.
Lanús fue un poco más que Tigre, porque por momentos tuvo la iniciativa, pero los dirigidos por Gabriel Schurrer chocaron siempre contra una pared, la que construyeron ellos mismos por su falta de claridad. Para el comprometido Tigre el punto no le viene mal, teniendo en cuenta que jugó como visitante, ante un equipo que siempre es candidato a pelear arriba.
Fue tan equilibrado el primer tiempo que tanto a Lanús como a Tigre les costó sobremanera llevar peligro al arco rival. Al local, porque no tuvo un circuito de juego aceitado, y porque Mario Regueiro y César Carranza sólo aparecieron esporádicamente, y a Tigre porque no le bastaron las luchas en soledad de Carlos Luna y Ezequiel Maggiolo.
A los 10, avisó Tigre con un remate desde fuera del área de Gastón Díaz, que Agustín Marchesín envió al corner.
A los 15, contestó Lanús, pero el tiro libre de Carranza, por encima de la barrera, se fue apenas desviado cerca del palo izquierdo, ante la atenta mirada de Javier García.
Sobre los 29, y nuevamente tras una jugada de pelota parada, Carranza tocó corto para Silvio Romero, y este remató suave pero la pelota se fue por encima del ángulo izquierdo.
Cuando corrían 34 minutos se produjo sobre el arco de Lanús. Morales envió un centro desde la izquierda, la pelota cayó en el centro del área, se produjo un borbollón y Carlos Izquierdos, desde el piso, arrastró el balón un brazo. Sergio Pezzotta no vio la jugada o creyó que la acción no fuese intencional, y por eso no hubo sanción.
Lanús siguió buscando. Carranza envió un centro certero a la cabeza del juvenil Federico Barrientos, pero García contuvo el cabezazo sin problemas. En el segundo tiempo, fue Lanús el que intentó adueñarse de la pelota, para ir busca de la victoria, pero los constantes errores y la falta de claridad en los metros finales lo hicieron tropezar ante la defensa de Tigre.
La ambición del local se vio reflejada en los cambios que introdujo Schurrer, quien apostó por Mariano Pavone y Juan Neira para llevar peligro a García, y fue este último quien con un par de pinceladas mostró algo distinto.
Y el ingreso de Neira pudo dar fruto a los 26 minutos, cuando este cedió el balón a Regueiro, quien remató cruzado y apenas desviado.
A los 30 volvió a aparecer Neira. El ex Gimnasia y Esgrima La Plata envió un corner desde la derecha, Goltz metió un buen cabezazo que hizo lucir a García.
Ahí se terminó todo. Ninguno de los dos propuso algo más.