Karzai quiere acabar con la práctica insurgente de esconder bombas en los turbantes
Kabul, EP
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha pedido a los líderes religiosos del país que utilicen su influencia para que obliguen a los insurgentes islamistas a no utilizar sus turbantes para esconder bombas en un intento por acabar con esta nueva práctica antes de que se extienda.
El mes pasado, murieron el alcalde de Kandahar, en el sur del país, y un clérigo en la misma localidad en dos atentados por separado perpetrados por insurgentes con una bomba en el turbante.
Karzai se reunió con varios miembros de consejos de ulemas, unos organismos compuestos por clérigos que regulan las cuestiones religiosas, explicó Siyamak Herawi, un portavoz de Karzai. "Desde nuestro punto de vista, al hacer un mal uso de los valores islámicos, (los insurgentes) quieren mostrar una mala imagen del Islam al resto del mundo", aseguró.
Herawi explicó que Karzai ha pedido a los clérigos que intenten convencer a los insurgentes para que no utilicen sus turbantes y otras prendas religiosas en sus operaciones suicidas, que no ataquen mezquitas y que les adviertan de que el suicidio va contra el Islam.
Zabihulá Mujahid, un portavoz de los talibán, aseguró que ellos jamás han escondido bombas en sus turbantes. Este grupo no reconoció su implicación en el asesinato del clérigo, pero sí su participación en la muerte de el alcalde Ghulam Haidar. Mujahid aseguró que en este caso la bomba no estaba alojada en el turbante del suicida.
"Si el turbante es una cuestión islámica, de respeto y cultural, ¿por qué Karzai se lo ha colocado en la cabeza a tantos generales extranjeros en los últimos años?", protestó el portavoz talibán.
Este grupo islamista ha asegurado en varias ocasiones que sus efectivos no atacan lugares religiosos a pesar de que mucha operaciones contra mezquitas y templos en Afganistán siguen el esquema de los ataques de los talibán.
El presidente afgano, Hamid Karzai, ha pedido a los líderes religiosos del país que utilicen su influencia para que obliguen a los insurgentes islamistas a no utilizar sus turbantes para esconder bombas en un intento por acabar con esta nueva práctica antes de que se extienda.
El mes pasado, murieron el alcalde de Kandahar, en el sur del país, y un clérigo en la misma localidad en dos atentados por separado perpetrados por insurgentes con una bomba en el turbante.
Karzai se reunió con varios miembros de consejos de ulemas, unos organismos compuestos por clérigos que regulan las cuestiones religiosas, explicó Siyamak Herawi, un portavoz de Karzai. "Desde nuestro punto de vista, al hacer un mal uso de los valores islámicos, (los insurgentes) quieren mostrar una mala imagen del Islam al resto del mundo", aseguró.
Herawi explicó que Karzai ha pedido a los clérigos que intenten convencer a los insurgentes para que no utilicen sus turbantes y otras prendas religiosas en sus operaciones suicidas, que no ataquen mezquitas y que les adviertan de que el suicidio va contra el Islam.
Zabihulá Mujahid, un portavoz de los talibán, aseguró que ellos jamás han escondido bombas en sus turbantes. Este grupo no reconoció su implicación en el asesinato del clérigo, pero sí su participación en la muerte de el alcalde Ghulam Haidar. Mujahid aseguró que en este caso la bomba no estaba alojada en el turbante del suicida.
"Si el turbante es una cuestión islámica, de respeto y cultural, ¿por qué Karzai se lo ha colocado en la cabeza a tantos generales extranjeros en los últimos años?", protestó el portavoz talibán.
Este grupo islamista ha asegurado en varias ocasiones que sus efectivos no atacan lugares religiosos a pesar de que mucha operaciones contra mezquitas y templos en Afganistán siguen el esquema de los ataques de los talibán.