Japón se dota de un primer ministro contra la crisis nuclear y la económica
TOKIO, Agencias
Japón dispone desde este martes de un nuevo primer ministro, Yoshihiko Noda, que se enfrenta a la triple tarea de reconstruir las zonas devastadas por el sismo y el tsunami, resolver la crisis nuclear en Fukushima y dinamizar la economía.
Noda, de 54 años, obtuvo 308 de los 475 votos emitidos en la cámara baja del Parlamento, controlada por el gobernante Partido Demócrata de Japón (PDJ).
En un hecho poco común, Noda también ganó el segundo voto en el Senado, controlado por la oposición conservadora.
Noda había sido elegido el lunes presidente del PDJ, un partido de centroizquierda en el poder desde hace dos años y, como tal, estaba seguro de conseguir la jefatura del gobierno.
Su predecesor, Naoto Kan, y su gobierno, con índices de popularidad muy bajos, habían dimitido colectivamente. El primer ministro saliente era blanco de las críticas por su gestión del sismo y del tsunami del pasado 11 de marzo, que causaron más de 20.000 muertos o desaparecidos en el noreste del país y provocaron una catástrofe nuclear en la central de Fukushima.
El nuevo número uno japonés no lo tendrá fácil. Hereda un país traumatizado por la mayor tragedia desde la Segunda Guerra Mundial, muy endeudado y con una población que envejece.
"Estamos en una situación de emergencia nacional: hay que solucionar el accidente nuclear, garantizar la reconstrucción y afrontar una crisis económica grave", dijo Noda a los periodistas.
La tercera economía mundial cayó de nuevo en la recesión y la fortaleza del yen perjudica las exportaciones.
Noda es partidario de una amplia reforma del sistema fiscal que incluya un aumento de los impuestos, como la tasa del 5% que se aplica al consumo, con el fin de pagar la deuda pública.
En materia energética, dijo querer volver a poner en funcionamiento los reactores nucleares actualmente detenidos, tras haber procedido a un chequeo de sus condiciones de seguridad. Kan, en cambio, se había pronunciado por un abandono progresivo de la energía atómica.
El diario de centroizquierda Asahi estimó que Noda "es el único que dice la verdad sobre la situación financiera peligrosa que atraviesa Japón", mientras que el conservador Yomiuri afirmó que "por primera vez ha surgido en el PDJ un dirigente que habla con coherencia de una política y de los recursos para concretarla".
"A ningún político le gusta hablar de subir los impuestos, pero en Japón ya no se puede esperar más", opinó Shinichi Nishikawa, profesor en la Universidad Meiji.
Al mismo tiempo, si bien la agencia de calificación financiera Moody's acaba de bajar la nota de la deuda japonesa, tras el masivo endeudamiento consecutivo al terremoto, la situación de Japón es muy distinta a la de algunos países europeos, como Grecia. Así, más del 95% de las obligaciones niponas están en poder de japoneses y el país cuenta con las segundas reservas en divisas más elevadas del mundo.
La elección de Noda podría causar malestar en China y Corea del Sur, dadas algunas de sus posiciones. Así, recientemente, declaró que los japoneses condenados por crimen de guerra por un tribunal de los Aliados, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, no eran verdaderos criminales.
Además, el futuro primer ministro no ha condenado las visitas de dirigentes políticos al santuario Yasukuni de Tokio, donde se homenajea a los muertos por la patria, incluyendo a los criminales de guerra, pese a las críticas de los chinos y surcoreanos víctimas de la ocupación militar japonesa.
Japón dispone desde este martes de un nuevo primer ministro, Yoshihiko Noda, que se enfrenta a la triple tarea de reconstruir las zonas devastadas por el sismo y el tsunami, resolver la crisis nuclear en Fukushima y dinamizar la economía.
Noda, de 54 años, obtuvo 308 de los 475 votos emitidos en la cámara baja del Parlamento, controlada por el gobernante Partido Demócrata de Japón (PDJ).
En un hecho poco común, Noda también ganó el segundo voto en el Senado, controlado por la oposición conservadora.
Noda había sido elegido el lunes presidente del PDJ, un partido de centroizquierda en el poder desde hace dos años y, como tal, estaba seguro de conseguir la jefatura del gobierno.
Su predecesor, Naoto Kan, y su gobierno, con índices de popularidad muy bajos, habían dimitido colectivamente. El primer ministro saliente era blanco de las críticas por su gestión del sismo y del tsunami del pasado 11 de marzo, que causaron más de 20.000 muertos o desaparecidos en el noreste del país y provocaron una catástrofe nuclear en la central de Fukushima.
El nuevo número uno japonés no lo tendrá fácil. Hereda un país traumatizado por la mayor tragedia desde la Segunda Guerra Mundial, muy endeudado y con una población que envejece.
"Estamos en una situación de emergencia nacional: hay que solucionar el accidente nuclear, garantizar la reconstrucción y afrontar una crisis económica grave", dijo Noda a los periodistas.
La tercera economía mundial cayó de nuevo en la recesión y la fortaleza del yen perjudica las exportaciones.
Noda es partidario de una amplia reforma del sistema fiscal que incluya un aumento de los impuestos, como la tasa del 5% que se aplica al consumo, con el fin de pagar la deuda pública.
En materia energética, dijo querer volver a poner en funcionamiento los reactores nucleares actualmente detenidos, tras haber procedido a un chequeo de sus condiciones de seguridad. Kan, en cambio, se había pronunciado por un abandono progresivo de la energía atómica.
El diario de centroizquierda Asahi estimó que Noda "es el único que dice la verdad sobre la situación financiera peligrosa que atraviesa Japón", mientras que el conservador Yomiuri afirmó que "por primera vez ha surgido en el PDJ un dirigente que habla con coherencia de una política y de los recursos para concretarla".
"A ningún político le gusta hablar de subir los impuestos, pero en Japón ya no se puede esperar más", opinó Shinichi Nishikawa, profesor en la Universidad Meiji.
Al mismo tiempo, si bien la agencia de calificación financiera Moody's acaba de bajar la nota de la deuda japonesa, tras el masivo endeudamiento consecutivo al terremoto, la situación de Japón es muy distinta a la de algunos países europeos, como Grecia. Así, más del 95% de las obligaciones niponas están en poder de japoneses y el país cuenta con las segundas reservas en divisas más elevadas del mundo.
La elección de Noda podría causar malestar en China y Corea del Sur, dadas algunas de sus posiciones. Así, recientemente, declaró que los japoneses condenados por crimen de guerra por un tribunal de los Aliados, tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, no eran verdaderos criminales.
Además, el futuro primer ministro no ha condenado las visitas de dirigentes políticos al santuario Yasukuni de Tokio, donde se homenajea a los muertos por la patria, incluyendo a los criminales de guerra, pese a las críticas de los chinos y surcoreanos víctimas de la ocupación militar japonesa.