En medio de protestas, llega Benedicto XVI a Madrid
MADRID, Agencias
El Papa Benedicto XVI, que llegó hoy a Madrid, efectuó su primer recorrido a bordo del "papamóvil" por las calles de la capital camino de la nunciatura apostólica, donde se alojará durante su estancia, en medio de vítores y jaleado por miles de personas.
Jóvenes católicos llegados de todas partes del mundo, así como ciudadanos españoles, salieron a dar la bienvenida al papa con música, banderas y pancartas todo a lo largo del recorrido desde el aeropuerto a la sede diplomática vaticana.
Con las principales avenidas engalanadas para la ocasión, decenas de personas lanzaron globos, confeti y grandes serpentinas amarillas y blancas, los colores de la bandera vaticana en varios puntos del recorrido, mientras grupos de peregrinos católicos enarbolaban las banderas de sus países, entre ellas muchas latinoamericanas.
Benedicto XVI animó a los españoles a vencer los actuales "motivos de preocupación" a través de sus hondas raíces cristianas, en un clima de respetuosa convivencia con otras "legítimas opciones".
El Papa pronunció estas palabras en su primer discurso, en el aeropuerto de Madrid-Barajas, tras aterrizar para participar en los principales actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica y ser recibido por los Reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras autoridades.
El pontífice se refirió a aquellos jóvenes que por causa de su fe en Cristo sufren la "discriminación", que "lleva al desprecio y a la persecución abierta o larvada" en determinadas regiones y países.
"Con todas las fuerzas de mi corazón: que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor", subrayó en su intervención, que fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos y ovaciones de los peregrinos católicos que estuvieron en el aeropuerto.
Benedicto XVI dijo que muchos jóvenes miran con preocupación el futuro ante la dificultad de encontrar un empleo digno, o bien por haberlo perdido o tener uno muy precario e inseguro, al tiempo que se enfrentan a problemas como las drogas.
Y señaló que los jóvenes católicos que van a participar en la JMJ desean "escuchar la palabra de Dios" en un mundo en que ven "la superficialidad, el consumismo y el hedonismo imperantes, tanta banalidad a la hora de vivir la sexualidad, tanta insolidaridad y tanta corrupción".
"Sin Dios sería arduo afrontar esos retos y ser verdaderamente felices, volcando para ello su entusiasmo en la consecución de una vida auténtica", dijo el Santo Padre.
Benedicto XVI lamentó las "tensiones y choques abiertos" en muchos lugares del mundo, donde la justicia y el valor de la persona humana se "doblegan fácilmente" a intereses egoístas, materiales e ideológicos y no se respeta como es debido el medio ambiente y la naturaleza.
Agrupaciones folclóricas coparon las plazas a lo largo del trayecto para amenizarlo con bailes típicos de Perú, República Dominicana o Colombia, países cuyos nombres ostentan las calles o plazas del barrio de Hispanoamérica, uno de los que atravesó el vehículo papal.
"Bienvenido a España, tierra de María", "De Madrid al cielo" o "Bienvenido Santo Padre" eran algunas de las decenas de pancartas que decoraban los puentes, calles y plazas, donde se agolpaban los fieles fuertemente custodiados por un amplio despliegue de seguridad.
El papa descansará en la nunciatura unas horas antes de emprender esta tarde-noche su camino a la Puerta de Alcalá, donde recibirá del alcalde las llaves de la ciudad antes de dirigirse a la popular plaza de Cibeles para asistir a la gran ceremonia de inauguración de su visita a Madrid.
El Papa Benedicto XVI, que llegó hoy a Madrid, efectuó su primer recorrido a bordo del "papamóvil" por las calles de la capital camino de la nunciatura apostólica, donde se alojará durante su estancia, en medio de vítores y jaleado por miles de personas.
Jóvenes católicos llegados de todas partes del mundo, así como ciudadanos españoles, salieron a dar la bienvenida al papa con música, banderas y pancartas todo a lo largo del recorrido desde el aeropuerto a la sede diplomática vaticana.
Con las principales avenidas engalanadas para la ocasión, decenas de personas lanzaron globos, confeti y grandes serpentinas amarillas y blancas, los colores de la bandera vaticana en varios puntos del recorrido, mientras grupos de peregrinos católicos enarbolaban las banderas de sus países, entre ellas muchas latinoamericanas.
Benedicto XVI animó a los españoles a vencer los actuales "motivos de preocupación" a través de sus hondas raíces cristianas, en un clima de respetuosa convivencia con otras "legítimas opciones".
El Papa pronunció estas palabras en su primer discurso, en el aeropuerto de Madrid-Barajas, tras aterrizar para participar en los principales actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica y ser recibido por los Reyes y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras autoridades.
El pontífice se refirió a aquellos jóvenes que por causa de su fe en Cristo sufren la "discriminación", que "lleva al desprecio y a la persecución abierta o larvada" en determinadas regiones y países.
"Con todas las fuerzas de mi corazón: que nada ni nadie os quite la paz; no os avergoncéis del Señor", subrayó en su intervención, que fue interrumpida en varias ocasiones por los aplausos y ovaciones de los peregrinos católicos que estuvieron en el aeropuerto.
Benedicto XVI dijo que muchos jóvenes miran con preocupación el futuro ante la dificultad de encontrar un empleo digno, o bien por haberlo perdido o tener uno muy precario e inseguro, al tiempo que se enfrentan a problemas como las drogas.
Y señaló que los jóvenes católicos que van a participar en la JMJ desean "escuchar la palabra de Dios" en un mundo en que ven "la superficialidad, el consumismo y el hedonismo imperantes, tanta banalidad a la hora de vivir la sexualidad, tanta insolidaridad y tanta corrupción".
"Sin Dios sería arduo afrontar esos retos y ser verdaderamente felices, volcando para ello su entusiasmo en la consecución de una vida auténtica", dijo el Santo Padre.
Benedicto XVI lamentó las "tensiones y choques abiertos" en muchos lugares del mundo, donde la justicia y el valor de la persona humana se "doblegan fácilmente" a intereses egoístas, materiales e ideológicos y no se respeta como es debido el medio ambiente y la naturaleza.
Agrupaciones folclóricas coparon las plazas a lo largo del trayecto para amenizarlo con bailes típicos de Perú, República Dominicana o Colombia, países cuyos nombres ostentan las calles o plazas del barrio de Hispanoamérica, uno de los que atravesó el vehículo papal.
"Bienvenido a España, tierra de María", "De Madrid al cielo" o "Bienvenido Santo Padre" eran algunas de las decenas de pancartas que decoraban los puentes, calles y plazas, donde se agolpaban los fieles fuertemente custodiados por un amplio despliegue de seguridad.
El papa descansará en la nunciatura unas horas antes de emprender esta tarde-noche su camino a la Puerta de Alcalá, donde recibirá del alcalde las llaves de la ciudad antes de dirigirse a la popular plaza de Cibeles para asistir a la gran ceremonia de inauguración de su visita a Madrid.