El mulá Omar augura una "inminente victoria" de los talibán frente a las fuerzas de la OTAN
Kabul, EP
El líder de los talibán, el mulá Omar, ha augurado una "inminente victoria" de los combatientes del grupo integrista frente a las fuerzas de la OTAN desplegadas en Afganistán, al tiempo que ha abogado por invertir en el sector minero y energético para acabar con la pobreza una vez que las tropas internacionales hayan abandonado el país centroasiático en 2014.
El líder de los talibán ha realizado estas declaraciones en una extensa entrevista recogida por el centro de seguimiento de terrorismo internacional SITE y concedida con motivo de la festividad de Eid al Fitr, que pone fin al mes del ayuno del Ramadán y que comenzará este martes en Afganistán.
"Afganistán tiene una extensa superficie cultivable, ricas minas y un alto potencial de recursos energéticos, por lo que podemos hacer inversiones", ha asegurado el mulá Omar. El líder de los talibán ha afirmado que las inversiones en agricultura y energía permitirán que Afganistán pueda librarse de "los tentáculos de la pobreza, el desempleo, el retraso y la ignorancia".
Las fuerzas de la OTAN están centrando todos sus esfuerzos en combatir a las fuerzas insurgentes y culminar la preparación de las fuerzas de seguridad afganas con el objetivo de que asuman las competencias de seguridad para que las tropas internacionales puedan culminar su retirada a finales de 2014.
Tanto Estados Unidos como la OTAN manifestaron a comienzos de año sus recelos ante el plan de paz impulsado por el Gobierno de Hamid Karzai para integrar a los talibán que quieran renunciar a la violencia y aceptar la Constitución. El grupo integrista ha afirmado en varias ocasiones que no estudiará esta propuesta hasta que todas las fuerzas militares internacionales se replieguen.
El interés del líder de los talibán en el impulso de la agricultura y la minería coincide con un plan del Gobierno para explotar lo que ha definido como una de las mayores reservas de acero del mundo, un proyecto bautizado como Hajigak y cuya explotación se sitúa en el centro del país.
Los expertos ya han advertido de que tendrán que pasar varias décadas antes de que este proyecto logre beneficios económicos, toda vez que requerirá grandes inversiones en infraestructuras y deberá superar los obstáculos que suponen la falta de seguridad y la corrupción gubernamental.
En un tono mucho más blando que cuando los talibán dirigían el país centroasiático, el mulá Omar ha asegurado que el grupo integrista garantiza que el sector comercial privado estará protegido y que los empresarios, "sin ninguna discriminación", serán animados para que "sirvan a su religión y a su país".
Entre 1996 y 2001, durante el régimen de los talibán, criticado internacionalmente por su discriminación contra la mujer, el grupo integrista prohibió las tiendas que vendían música, determinados juguetes y ropa por considerar que atentaban contra los principios del Islam.
El líder de los talibán, el mulá Omar, ha augurado una "inminente victoria" de los combatientes del grupo integrista frente a las fuerzas de la OTAN desplegadas en Afganistán, al tiempo que ha abogado por invertir en el sector minero y energético para acabar con la pobreza una vez que las tropas internacionales hayan abandonado el país centroasiático en 2014.
El líder de los talibán ha realizado estas declaraciones en una extensa entrevista recogida por el centro de seguimiento de terrorismo internacional SITE y concedida con motivo de la festividad de Eid al Fitr, que pone fin al mes del ayuno del Ramadán y que comenzará este martes en Afganistán.
"Afganistán tiene una extensa superficie cultivable, ricas minas y un alto potencial de recursos energéticos, por lo que podemos hacer inversiones", ha asegurado el mulá Omar. El líder de los talibán ha afirmado que las inversiones en agricultura y energía permitirán que Afganistán pueda librarse de "los tentáculos de la pobreza, el desempleo, el retraso y la ignorancia".
Las fuerzas de la OTAN están centrando todos sus esfuerzos en combatir a las fuerzas insurgentes y culminar la preparación de las fuerzas de seguridad afganas con el objetivo de que asuman las competencias de seguridad para que las tropas internacionales puedan culminar su retirada a finales de 2014.
Tanto Estados Unidos como la OTAN manifestaron a comienzos de año sus recelos ante el plan de paz impulsado por el Gobierno de Hamid Karzai para integrar a los talibán que quieran renunciar a la violencia y aceptar la Constitución. El grupo integrista ha afirmado en varias ocasiones que no estudiará esta propuesta hasta que todas las fuerzas militares internacionales se replieguen.
El interés del líder de los talibán en el impulso de la agricultura y la minería coincide con un plan del Gobierno para explotar lo que ha definido como una de las mayores reservas de acero del mundo, un proyecto bautizado como Hajigak y cuya explotación se sitúa en el centro del país.
Los expertos ya han advertido de que tendrán que pasar varias décadas antes de que este proyecto logre beneficios económicos, toda vez que requerirá grandes inversiones en infraestructuras y deberá superar los obstáculos que suponen la falta de seguridad y la corrupción gubernamental.
En un tono mucho más blando que cuando los talibán dirigían el país centroasiático, el mulá Omar ha asegurado que el grupo integrista garantiza que el sector comercial privado estará protegido y que los empresarios, "sin ninguna discriminación", serán animados para que "sirvan a su religión y a su país".
Entre 1996 y 2001, durante el régimen de los talibán, criticado internacionalmente por su discriminación contra la mujer, el grupo integrista prohibió las tiendas que vendían música, determinados juguetes y ropa por considerar que atentaban contra los principios del Islam.