El Madrid tiene un problema para fichar a Neymar: la divisa brasileña
Madrid, Agencias
Este verano está siendo el del crash bursátil, el del miedo a una gran recesión, el del cierre de los hospitales para ahorrar costes y el de la bajada de persiana de las farmacias por el impago de las recetas por parte de la administración. Pero sin duda, también está siendo el estío de Alexis Sánchez, de Cesc Fabregas y, sobre todo de Neymar. Aunque no lo crean, la Bolsa y el fútbol guardan una relación muy estrecha.
El joven futbolista brasileño ha acaparado ríos de tinta en la prensa deportiva. Que si viene ya, que si lo hará en enero tras jugar el Mundial de Clubs con el Santos, que si flirtea con el Barcelona, que si Florentino Pérez le ha colado la cláusula Figo, por la que debería pagar una penalización de 100 millones si no se incorpora de inmediato al Real Madrid.
Un caso extraño porque pocas cosas se le resisten el máximo mandatario del equipo blanco, acostumbrado a fichar a las mejores estrellas. Beckham, Zidane, Ronaldo, Cristiano y Kaká son algunos de los ejemplos. Sin embargo, ponerle el lazo a Neymar, ese chaval con cresta de 19 años, no termina de cuajar.
¿El motivo? Su club de origen se niega a aceptar los 45 millones que ofrece el Real Madrid, negativa extraña teniendo en cuenta que el Santos no es de los grandes en Brasil, donde por afición mandan el Flamengo, el Sao Paulo, el Corinthians y el Palmeiras. Más aún, su presidente le ha ofrecido un aumento de sueldo hasta pagarle siete millones por temporada. Casi nada para un chaval por el que se han interesado los clubes más poderosos de Europa.
Con tantas ofertas millonarias, ¿por qué no las acepta? ¿Cómo un club modesto de Brasil puede retener a una posible estrella mundial? La explicación hay que buscarla en el mercado de divisas. Porque el real, la moneda local del país latinoamericano, cotiza al nivel más alto contra el euro en cerca de nueve años. Y eso contando el desplome que ha registrado desde mediados de abril. Por un euro te dan ahora 2,32 reales, cuando a finales de 2009 podías recibir 3,4. En diciembre de 2004 el cambio todavía era más rentable para los que viven en el Viejo Continente, ya que la proporción era de un euro por cada cuatro reales.
Repatriación de figuras
Una revalorización similar ha ocurrido contra el dólar, contra el que se ha apreciado hasta su nivel más alto en 12 años. Por tanto, los brasileños son más ricos y por eso consiguen evitar que sus futbolistas más prometedores vuelen a Europa antes de los 20 años. Al contrario, han conseguido repatriar a bastantes de las figuras que emigraron a las primeras de cambio. Ahí están los fichajes de Ronaldinho (Flamengo), Fred (Fluminense), Luis Fabiano (Sao Paulo), Adriano (Corinthians) y el posible de Tevez. Todos ellos jugadores de equipos como el Milán, la Roma, el Sevilla o el Manchester City.
Según un artículo publicado en Financial Times, la inversión en futbolistas ha crecido un 63% en la liga brasileña, comparado con un descenso del 29% en Europa en la última temporada. El número de jugadores brasileños exportados cayó un 14% en 2009, último año auditado, según Prime Time Sport. Un proceso al que ha contribuido un nuevo sistema de explotación de los derechos de televisión y marketing, con el que los clubes ingresarán más dinero. La cadena TV Globo va a pagar un billón de reales entre 2012 y 2015 por los partidos de las ligas brasileñas.
El caso de Neymar es paradigmático. El Santos ha pasado de pagarle 25.000 reales en enero de 2009 a 500.000 hace un año. Hoy tiene un salario de un millón de reales al mes, unos 430.000 euros, de los cuales su equipo le paga una quinta parte y el resto proviene de patrocinadores. En el Flamengo, esperan incrementar desde los 145 millones de reales hasta los 180 los ingresos de esta temporada.
Este verano está siendo el del crash bursátil, el del miedo a una gran recesión, el del cierre de los hospitales para ahorrar costes y el de la bajada de persiana de las farmacias por el impago de las recetas por parte de la administración. Pero sin duda, también está siendo el estío de Alexis Sánchez, de Cesc Fabregas y, sobre todo de Neymar. Aunque no lo crean, la Bolsa y el fútbol guardan una relación muy estrecha.
El joven futbolista brasileño ha acaparado ríos de tinta en la prensa deportiva. Que si viene ya, que si lo hará en enero tras jugar el Mundial de Clubs con el Santos, que si flirtea con el Barcelona, que si Florentino Pérez le ha colado la cláusula Figo, por la que debería pagar una penalización de 100 millones si no se incorpora de inmediato al Real Madrid.
Un caso extraño porque pocas cosas se le resisten el máximo mandatario del equipo blanco, acostumbrado a fichar a las mejores estrellas. Beckham, Zidane, Ronaldo, Cristiano y Kaká son algunos de los ejemplos. Sin embargo, ponerle el lazo a Neymar, ese chaval con cresta de 19 años, no termina de cuajar.
¿El motivo? Su club de origen se niega a aceptar los 45 millones que ofrece el Real Madrid, negativa extraña teniendo en cuenta que el Santos no es de los grandes en Brasil, donde por afición mandan el Flamengo, el Sao Paulo, el Corinthians y el Palmeiras. Más aún, su presidente le ha ofrecido un aumento de sueldo hasta pagarle siete millones por temporada. Casi nada para un chaval por el que se han interesado los clubes más poderosos de Europa.
Con tantas ofertas millonarias, ¿por qué no las acepta? ¿Cómo un club modesto de Brasil puede retener a una posible estrella mundial? La explicación hay que buscarla en el mercado de divisas. Porque el real, la moneda local del país latinoamericano, cotiza al nivel más alto contra el euro en cerca de nueve años. Y eso contando el desplome que ha registrado desde mediados de abril. Por un euro te dan ahora 2,32 reales, cuando a finales de 2009 podías recibir 3,4. En diciembre de 2004 el cambio todavía era más rentable para los que viven en el Viejo Continente, ya que la proporción era de un euro por cada cuatro reales.
Repatriación de figuras
Una revalorización similar ha ocurrido contra el dólar, contra el que se ha apreciado hasta su nivel más alto en 12 años. Por tanto, los brasileños son más ricos y por eso consiguen evitar que sus futbolistas más prometedores vuelen a Europa antes de los 20 años. Al contrario, han conseguido repatriar a bastantes de las figuras que emigraron a las primeras de cambio. Ahí están los fichajes de Ronaldinho (Flamengo), Fred (Fluminense), Luis Fabiano (Sao Paulo), Adriano (Corinthians) y el posible de Tevez. Todos ellos jugadores de equipos como el Milán, la Roma, el Sevilla o el Manchester City.
Según un artículo publicado en Financial Times, la inversión en futbolistas ha crecido un 63% en la liga brasileña, comparado con un descenso del 29% en Europa en la última temporada. El número de jugadores brasileños exportados cayó un 14% en 2009, último año auditado, según Prime Time Sport. Un proceso al que ha contribuido un nuevo sistema de explotación de los derechos de televisión y marketing, con el que los clubes ingresarán más dinero. La cadena TV Globo va a pagar un billón de reales entre 2012 y 2015 por los partidos de las ligas brasileñas.
El caso de Neymar es paradigmático. El Santos ha pasado de pagarle 25.000 reales en enero de 2009 a 500.000 hace un año. Hoy tiene un salario de un millón de reales al mes, unos 430.000 euros, de los cuales su equipo le paga una quinta parte y el resto proviene de patrocinadores. En el Flamengo, esperan incrementar desde los 145 millones de reales hasta los 180 los ingresos de esta temporada.