El Arsenal acepta 40 millones por Fàbregas
Londres, EFE
Al final, se hará por 40 millones. La misma cantidad que el Arsenal pidió hace seis meses, hace un año, hace dos y hace tres. La misma cantidad por la que Joan Laporta lo tenía cerrado una semana antes de convocar elecciones. El caso es que ayer, el Arsenal, vio claro que el caso Cesc había entrado en un callejón sin salida y que el Barça no iba a pagar 40 millones de libras (básicamente porque no las tiene) y que el jugador solo quería irse al Barça. Así que ayer, después de que Fàbregas renunciara a cinco millones de su salario y que el Barça ajustara los variables, el Arsenal aceptó el acuerdo.
Un acuerdo que se resume a falta de confirmación oficial por las partes en que el Barça pagará a tocateja 34 millones de euros al Arsenal por el jugador de Arenys formado en el fútbol base del club blaugrana. Quedan seis millones pendientes que se cobrarán en variables. La batalla entre Arsenal y Barcelona está ahora en fijar esos variables. El Barça quería vincularlos a levantar Champions y Ligas, la idea del Arsenal iba más por la de imitar los variables que el Udinese logró por Alexis, que se cobrarán en cuanto el Barça supere los octavos de final de la Champions. Los otros, son los que el presidente del Arsenal, Peter Hill-Wood, definió como "variables fantasiosos".
Este acuerdo, que deberá ser refrendado y que seguramente se oficializará antes del partido de ida de la Supercopa, no hubiera sido posible sin la aportación del jugador.
Presión.
Cesc ha renunciado a cinco millones de euros de su contrato fijo, que han ido directamente a mejorar la oferta del Barcelona para facilitar su salida del Arsenal. Seguramente, el jugador los recuperará en su contrato en forma de variables o en los porcentajes de su contrato de imagen, pero aún así, el gesto es remarcable y supera el esfuerzo económico que realizó Mascherano hace un año para fichar por el equipo blaugrana.
De la misma manera, ha sido decisivo en forzar su salida, su negativa a viajar con el equipo, a entrenarse (hasta que ha sido sostenible) con la primera plantilla del Arsenal y su rechazo a escuchar siquiera ofertas mareantes del City o del Chelsea, amparado en que no quería pasar a reforzar a un rival directo de su club.
Mientras, Cesc se ha entrenando con el equipo reserva del Arsenal y en sesiones particulares con el veterano Sol Campbell. La semana que viene, será diferente.
Al final, se hará por 40 millones. La misma cantidad que el Arsenal pidió hace seis meses, hace un año, hace dos y hace tres. La misma cantidad por la que Joan Laporta lo tenía cerrado una semana antes de convocar elecciones. El caso es que ayer, el Arsenal, vio claro que el caso Cesc había entrado en un callejón sin salida y que el Barça no iba a pagar 40 millones de libras (básicamente porque no las tiene) y que el jugador solo quería irse al Barça. Así que ayer, después de que Fàbregas renunciara a cinco millones de su salario y que el Barça ajustara los variables, el Arsenal aceptó el acuerdo.
Un acuerdo que se resume a falta de confirmación oficial por las partes en que el Barça pagará a tocateja 34 millones de euros al Arsenal por el jugador de Arenys formado en el fútbol base del club blaugrana. Quedan seis millones pendientes que se cobrarán en variables. La batalla entre Arsenal y Barcelona está ahora en fijar esos variables. El Barça quería vincularlos a levantar Champions y Ligas, la idea del Arsenal iba más por la de imitar los variables que el Udinese logró por Alexis, que se cobrarán en cuanto el Barça supere los octavos de final de la Champions. Los otros, son los que el presidente del Arsenal, Peter Hill-Wood, definió como "variables fantasiosos".
Este acuerdo, que deberá ser refrendado y que seguramente se oficializará antes del partido de ida de la Supercopa, no hubiera sido posible sin la aportación del jugador.
Presión.
Cesc ha renunciado a cinco millones de euros de su contrato fijo, que han ido directamente a mejorar la oferta del Barcelona para facilitar su salida del Arsenal. Seguramente, el jugador los recuperará en su contrato en forma de variables o en los porcentajes de su contrato de imagen, pero aún así, el gesto es remarcable y supera el esfuerzo económico que realizó Mascherano hace un año para fichar por el equipo blaugrana.
De la misma manera, ha sido decisivo en forzar su salida, su negativa a viajar con el equipo, a entrenarse (hasta que ha sido sostenible) con la primera plantilla del Arsenal y su rechazo a escuchar siquiera ofertas mareantes del City o del Chelsea, amparado en que no quería pasar a reforzar a un rival directo de su club.
Mientras, Cesc se ha entrenando con el equipo reserva del Arsenal y en sesiones particulares con el veterano Sol Campbell. La semana que viene, será diferente.