Córdoba da la espalda a Kirchner
La provincia argentina, uno de los distritos electorales clave del país, reelige a un peronista opuesto a la presidenta
Córdoba, El País
La victoria de José Manuel de la Sota, que renovó mandato el domingo como gobernador de la provincia de Córdoba, pone de manifiesto las tensiones que existen dentro del peronismo. De la Sota es peronista, pero se presentó a las elecciones criticando a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y proclamando su independencia respecto a la Casa Rosada, que había intentado interferir en la elaboración de sus listas locales y abrir espacio a sus propios seguidores.
Sin embargo, el gobernador reelegido, que, con el 95% de las mesas escrutadas, ha alcanzado un 42,5% del voto -frente al 29,5% de su inmediato seguidor, Luis Juez, del Frente Cívico y apoyado por los socialistas de Hermes Binner-, no ha dejado claro a quién apoyará en las generales de octubre. La provincia de Córdoba supone más de un 8% del censo electoral total argentino.
El Gallego, como se conoce popularmente a De la Sota, ha leído un pequeño discurso en el que se ha limitado a decir que "la nación puede contar con Córdoba para unir y no para dividir; para la construcción de un federalismo en serio". "Con memoria, sí, pero sobre todo, con mucha imaginación", ha mantenido. Ha agradecido la llamada de felicitación de Cristina Fernández, contenta porque, al menos, la oposición tampoco ha podido apuntarse una clara victoria.
Los kirchneristas optaron finalmente, pese a los encontronazos registrados en la campaña, por no presentar un candidato propio y por conservar los lazos con De la Sota. Sin embargo, un pequeño grupo de seguidores presidenciales que intentó participar en los festejos de la noche electoral fue mal recibido y tuvo que abandonar la sala. La mayoría de los analistas coincide en que, con su victoria, el gobernador cordobés, de 62 años, se sitúa como un posible candidato peronista para dentro de cuatro años.
La atención de los argentinos se centra ahora en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, que se celebrarán el próximo domingo día 14 y que son un verdadero experimento. Más que unas auténticas primarias, en las que cada partido y coalición someta distintos candidatos a una votación abierta, esta iniciativa se ha convertido en un monstruoso sondeo en el que los ciudadanos van a participar en un ensayo general con todo, a solo dos meses de las elecciones "de verdad".
También por primera vez se utilizará una papeleta única, pero que se puede cortar según los bloques (presidencial, gobernador, en el caso de las 12 provincias en las que hay que renovar el cargo). Un candidato a gobernador puede también "sumar" en su papeleta a un candidato presidencial de otro grupo político, en lo que se llaman "listas colectoras", de vieja tradición argentina, pero que complicará todavía más el recuento.
Cristina Fernández encabezará, por ejemplo, las papeletas de dos candidatos distintos a gobernador de la decisiva provincia de Buenos Aires: la del actual gobernador, Daniel Scioli, que pertenece a su mismo grupo ?Frente para la Victoria?, y la de Martín Sabattella, fundador de un partido propio ?Encuentro por la Democracia?, situado, en teoría, más a la izquierda que Scioli.
Córdoba, El País
La victoria de José Manuel de la Sota, que renovó mandato el domingo como gobernador de la provincia de Córdoba, pone de manifiesto las tensiones que existen dentro del peronismo. De la Sota es peronista, pero se presentó a las elecciones criticando a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y proclamando su independencia respecto a la Casa Rosada, que había intentado interferir en la elaboración de sus listas locales y abrir espacio a sus propios seguidores.
Sin embargo, el gobernador reelegido, que, con el 95% de las mesas escrutadas, ha alcanzado un 42,5% del voto -frente al 29,5% de su inmediato seguidor, Luis Juez, del Frente Cívico y apoyado por los socialistas de Hermes Binner-, no ha dejado claro a quién apoyará en las generales de octubre. La provincia de Córdoba supone más de un 8% del censo electoral total argentino.
El Gallego, como se conoce popularmente a De la Sota, ha leído un pequeño discurso en el que se ha limitado a decir que "la nación puede contar con Córdoba para unir y no para dividir; para la construcción de un federalismo en serio". "Con memoria, sí, pero sobre todo, con mucha imaginación", ha mantenido. Ha agradecido la llamada de felicitación de Cristina Fernández, contenta porque, al menos, la oposición tampoco ha podido apuntarse una clara victoria.
Los kirchneristas optaron finalmente, pese a los encontronazos registrados en la campaña, por no presentar un candidato propio y por conservar los lazos con De la Sota. Sin embargo, un pequeño grupo de seguidores presidenciales que intentó participar en los festejos de la noche electoral fue mal recibido y tuvo que abandonar la sala. La mayoría de los analistas coincide en que, con su victoria, el gobernador cordobés, de 62 años, se sitúa como un posible candidato peronista para dentro de cuatro años.
La atención de los argentinos se centra ahora en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, que se celebrarán el próximo domingo día 14 y que son un verdadero experimento. Más que unas auténticas primarias, en las que cada partido y coalición someta distintos candidatos a una votación abierta, esta iniciativa se ha convertido en un monstruoso sondeo en el que los ciudadanos van a participar en un ensayo general con todo, a solo dos meses de las elecciones "de verdad".
También por primera vez se utilizará una papeleta única, pero que se puede cortar según los bloques (presidencial, gobernador, en el caso de las 12 provincias en las que hay que renovar el cargo). Un candidato a gobernador puede también "sumar" en su papeleta a un candidato presidencial de otro grupo político, en lo que se llaman "listas colectoras", de vieja tradición argentina, pero que complicará todavía más el recuento.
Cristina Fernández encabezará, por ejemplo, las papeletas de dos candidatos distintos a gobernador de la decisiva provincia de Buenos Aires: la del actual gobernador, Daniel Scioli, que pertenece a su mismo grupo ?Frente para la Victoria?, y la de Martín Sabattella, fundador de un partido propio ?Encuentro por la Democracia?, situado, en teoría, más a la izquierda que Scioli.