Bruselas urge a los países europeos a que actúen contra la especulación
Alemania apoya la supresión temporal de las ventas a corto en toda la UE, pero Reino Unido se opone - Los bancos rebotan con fuerza en Bolsa
Madrid, El País
Bruselas quiere que la autoridad bursátil europea pueda tomar medidas para atajar la especulación desenfrenada en los mercados de toda la UE cuanto antes. Al calor de la prohibición de las apuestas a la baja en Bolsas de España, Francia, Italia y Bélgica, la Comisión Europea metió prisa a Gobiernos, reguladores y Parlamento Europeo. "Estamos muy cerca de llegar a un acuerdo y quisiéramos instar [a los protagonistas] para dar los últimos pasos que permitan llegar a un acuerdo en septiembre", urgió una portavoz de la Comisión.
El ritmo de los mercados es frenético, vertiginoso. La cadencia de la política es mucho más lenta. Esto se aprecia sobre todo en Europa. Negociaciones, desacuerdos, equilibrios de poder... En definitiva, falta de una respuesta coordinada y común. Entre tanto, la crisis de deuda soberana y la situación de las Bolsas se han deteriorado tanto en las últimas semanas que ha obligado a las autoridades europeas a adoptar parches que taponen la hemorragia hasta que estén en marcha las soluciones definitivas previstas.
El lunes, el Banco Central Europeo tuvo que comprar bonos española e italiana para atajar la crisis de la deuda porque el nuevo fondo de estabilización no estará listo hasta septiembre, al menos. Desde entonces, la presión sobre la prima de riesgo de España e Italia ha aflojado mucho. Ayer mismo quedó en 266 puntos básicos, 100 menos que el viernes pasado. La tensión ha cedido tanto que la rentabilidad del bono español a 10 años cayó por debajo del 5% por primera vez desde noviembre.
El jueves por la noche se vivió otro capítulo similar. Francia, España, Italia y Bélgica prohibieron las ventas a corto sobre valores financieros (operaciones que consisten en tomar prestados títulos para venderlos, confiando en que caiga su precio, para recomprarlos luego más baratos). Fue la respuesta europea al castigo que sufrían los valores financieros. La autoridad bursátil europea (ESMA, por sus siglas en inglés) todavía no puede adoptar estas medidas por sí misma. Puede impulsarlas pero son los reguladores nacionales quienes tienen que adoptarlas.
Y ante un organismo limitado, una respuesta limitada, que volvió a mostrar ante los mercados que Europa adolece de falta de coordinación. Desde medios anglosajones como el Financial Times, se explicaba ayer que la ESMA pretendía que la medida tuviera un alcance continental y no lo logró. De hecho, la autoridad británica, la FSA, rechazó adoptar este tipo de medidas.
En Alemania el recibimiento a la iniciativa fue muy distinto, aunque se reclamó que fuera a más. "Solo una prohibición a mayor escala puede contrarrestar de forma convincente [la especulación agresiva]", declaró un portavoz del Ministerio de Hacienda, informa Juan Gómez.
Berlín ya prohibió hace un año las ventas en corto más agresivas sobre valores financieros, CDS (seguros de impago) y deuda soberana. Y aprovechó para reclamar una medida igual en toda Europa. Entonces, Francia se opuso.
Esta vez Sarkozy se ha puesto al frente de la manifestación. Y ha logrado que le sigan otros. Ahora son sus bancos los que están en el punto de mira de la especulación. Incluso hubo rumores y noticias falsas que la alimentaron, y que ayer llevaron a la federación de la banca francesa a anunciar que estudia llevar estas acciones a los tribunales.
La medida surtió un efecto inmediato en los mercados. Ya lo hizo el jueves solo con el rumor. De la mano de la banca, las Bolsas europeas cosecharon una jornada de ganancias. Los títulos de todas las entidades financieras que ponderan en el índice paneuropeo EuroStoxx 50 registraron avances significativos. Las más beneficiadas fueron las españolas. El Santander subió un 6,5% y el BBVA, un 6,2%. El tirón de los bancos llevó al Ibex a subir un 4,82% en un solo día.
A pesar de que las Bolsas saludaron la prohibición con ascensos, la medida no goza de un respaldo unánime. El prestigioso economista estadounidense, Ken Rogoff, ha señalado públicamente que esta solo demuestra que la situación es desesperada. Otro argumento que se ha utilizado reiteradamente es que este tipo de operaciones aportan liquidez a los mercados.
Al frente de los defensores de la limitación temporal, se puso ayer la Asociación Española de Banca. Interesada como está, en esta ocasión, en que cese la especulación con los títulos de sus asociados, la organización afirmó: "Es una decisión adecuada y oportuna para tratar de corregir una situación de volatilidad extrema". En la misma línea opinó el economista jefe de Intermoney, José Carlos Diez: "Había que hacerlo. Mandas una señal fuerte y se cierran posiciones. Lo importante en un mercado es que haya inversores a diferentes plazos, largos y cortos. Pero ahora solo hay a corto".
Madrid, El País
Bruselas quiere que la autoridad bursátil europea pueda tomar medidas para atajar la especulación desenfrenada en los mercados de toda la UE cuanto antes. Al calor de la prohibición de las apuestas a la baja en Bolsas de España, Francia, Italia y Bélgica, la Comisión Europea metió prisa a Gobiernos, reguladores y Parlamento Europeo. "Estamos muy cerca de llegar a un acuerdo y quisiéramos instar [a los protagonistas] para dar los últimos pasos que permitan llegar a un acuerdo en septiembre", urgió una portavoz de la Comisión.
El ritmo de los mercados es frenético, vertiginoso. La cadencia de la política es mucho más lenta. Esto se aprecia sobre todo en Europa. Negociaciones, desacuerdos, equilibrios de poder... En definitiva, falta de una respuesta coordinada y común. Entre tanto, la crisis de deuda soberana y la situación de las Bolsas se han deteriorado tanto en las últimas semanas que ha obligado a las autoridades europeas a adoptar parches que taponen la hemorragia hasta que estén en marcha las soluciones definitivas previstas.
El lunes, el Banco Central Europeo tuvo que comprar bonos española e italiana para atajar la crisis de la deuda porque el nuevo fondo de estabilización no estará listo hasta septiembre, al menos. Desde entonces, la presión sobre la prima de riesgo de España e Italia ha aflojado mucho. Ayer mismo quedó en 266 puntos básicos, 100 menos que el viernes pasado. La tensión ha cedido tanto que la rentabilidad del bono español a 10 años cayó por debajo del 5% por primera vez desde noviembre.
El jueves por la noche se vivió otro capítulo similar. Francia, España, Italia y Bélgica prohibieron las ventas a corto sobre valores financieros (operaciones que consisten en tomar prestados títulos para venderlos, confiando en que caiga su precio, para recomprarlos luego más baratos). Fue la respuesta europea al castigo que sufrían los valores financieros. La autoridad bursátil europea (ESMA, por sus siglas en inglés) todavía no puede adoptar estas medidas por sí misma. Puede impulsarlas pero son los reguladores nacionales quienes tienen que adoptarlas.
Y ante un organismo limitado, una respuesta limitada, que volvió a mostrar ante los mercados que Europa adolece de falta de coordinación. Desde medios anglosajones como el Financial Times, se explicaba ayer que la ESMA pretendía que la medida tuviera un alcance continental y no lo logró. De hecho, la autoridad británica, la FSA, rechazó adoptar este tipo de medidas.
En Alemania el recibimiento a la iniciativa fue muy distinto, aunque se reclamó que fuera a más. "Solo una prohibición a mayor escala puede contrarrestar de forma convincente [la especulación agresiva]", declaró un portavoz del Ministerio de Hacienda, informa Juan Gómez.
Berlín ya prohibió hace un año las ventas en corto más agresivas sobre valores financieros, CDS (seguros de impago) y deuda soberana. Y aprovechó para reclamar una medida igual en toda Europa. Entonces, Francia se opuso.
Esta vez Sarkozy se ha puesto al frente de la manifestación. Y ha logrado que le sigan otros. Ahora son sus bancos los que están en el punto de mira de la especulación. Incluso hubo rumores y noticias falsas que la alimentaron, y que ayer llevaron a la federación de la banca francesa a anunciar que estudia llevar estas acciones a los tribunales.
La medida surtió un efecto inmediato en los mercados. Ya lo hizo el jueves solo con el rumor. De la mano de la banca, las Bolsas europeas cosecharon una jornada de ganancias. Los títulos de todas las entidades financieras que ponderan en el índice paneuropeo EuroStoxx 50 registraron avances significativos. Las más beneficiadas fueron las españolas. El Santander subió un 6,5% y el BBVA, un 6,2%. El tirón de los bancos llevó al Ibex a subir un 4,82% en un solo día.
A pesar de que las Bolsas saludaron la prohibición con ascensos, la medida no goza de un respaldo unánime. El prestigioso economista estadounidense, Ken Rogoff, ha señalado públicamente que esta solo demuestra que la situación es desesperada. Otro argumento que se ha utilizado reiteradamente es que este tipo de operaciones aportan liquidez a los mercados.
Al frente de los defensores de la limitación temporal, se puso ayer la Asociación Española de Banca. Interesada como está, en esta ocasión, en que cese la especulación con los títulos de sus asociados, la organización afirmó: "Es una decisión adecuada y oportuna para tratar de corregir una situación de volatilidad extrema". En la misma línea opinó el economista jefe de Intermoney, José Carlos Diez: "Había que hacerlo. Mandas una señal fuerte y se cierran posiciones. Lo importante en un mercado es que haya inversores a diferentes plazos, largos y cortos. Pero ahora solo hay a corto".