Bella Vista y la Católica empataron en la apertura del torneo
Montevideo, Agencias
El Bella Vista uruguayo y la Universidad Católica chilena empataron 1-1 en el partido inaugural de la Copa Sudamericana, en un choque con muchas alternativas y dejaron la resolución de su eliminatoria abierta para el partido de vuelta en Santiago el próximo 16.
Un gol de penal de Ignacio Nicolini en el minuto 23 abrió el marcador para los locales, mientras que Pablo Calandria anotó el empate para los 'cruzados' en el minuto 35.
Ahora ambos equipos tendrán que dilucidar en Chile cual de ellos pasa a la siguiente fase de la segunda mayor competición continental, en la que se medirán al Deportes Iquique chileno.
Sin nada que perder, el conjunto uruguayo, que hacía 11 años que no jugaba una competición continental y que todavía no disputó ningún partido oficial esta temporada, salió a presionar en el medio campo y a demostrar que podía enfrentar de igual a igual al equipo chileno.
Pese a alinear un equipo de circunstancias, los visitantes no se dejaron intimidar y pronto la mayor calidad de sus jugadores y su mayor rodaje se hizo patente en el terreno de juego y obligó a lucirse al arquero local Nicolás Gentilio en apenas cinco minutos de juego.
Bella Vista logró, pese a su inferioridad, mantener el juego lejos de los lugares de peligro y buscó constantemente lanzar a sus delanteros con pases largos, mientras los cruzados, con mejor pase y un mayor control de la pelota, elaboraban pacientemente sus ataques.
Uno de esos largos pases se convirtió en germen del gol de Bella Vista, que se encontró con un inexistente penal a favor, injusto además por lo visto en el terreno de juego, cuando José Varela logró hacerse con la pelota y fue derribado por el defensor Stefano Magnasco al borde del área.
El árbitro brasileño Leandro Vauden decretó la pena máxima y Nicolini se encargó de ejecutarlo en el minuto 23.
La alegría local duró muy poco, ya que los cruzados no se dejaron amilanar y lograron empatar en el minuto 35, tras un saque de falta mal defendido por los locales que Calandria cabeceó al fondo de la red.
Tras el empate el partido entró en su mejor momento, con ambos equipos más abiertos y con las oportunidades sucediéndose en los dos lados de la cancha.
En la reanudación el partido siguió en los mismos derroteros, con la energía de los uruguayos compensando la calidad de los chilenos y todos ofreciendo un entretenido espectáculo.
Sólo las imprecisiones en los metros finales y la buena actuación de los arqueros mantuvieron el resultado en tablas.
Este encuentro inaugural se disputó en el estadio Luis Franzini, de Montevideo, ante 1.000 espectadores.