Vuelven a verse las caras en una final, 20 años después
Buenos Aires, Clarín
La final de la Copa América volverá a poner frente a frente a Oscar Tabárez y a Gerardo Martino, dos de los protagonistas de un partido que vive en el recuerdo de los futboleros argentinos, pero fundamentalmente en el de los hinchas de Newell’s y de Boca. Fue la final del campeonato argentino 90/91, cuando ambos equipos se enfrentaron en un ida y vuelta que consagró al equipo dirigido por Marcelo Bielsa luego de una dramática definición por penales en la Bombonera, la lluviosa tarde del 9 de julio de 1991.
En aquel momento, Martino estaba dentro de la cancha y manejaba con sabiduría los hilos del Newell´s del Loco Bielsa, mientras que el Maestro intentaba ponerle el moño a su primera experiencia entrenador de Boca.
Newell´s había ganado el Apertura de 1990 y Boca se había quedado con el Clausura de 1991. Ambos ganadores debían jugar una final a dos partidos, el primero en Rosario y el último en la Bombonera.
Los rosarinos no contaban con Fernando Gamboa ni Darío Franco, quienes estaban con la Selección que jugaba y ganaba la Copa América en Chile. Pero Bielsa prefirió no hacer uso de la posibilidad que le daba la AFA de incorporar la misma cantidad de jugadores que futbolistas convocados por Basile.
Boca, en cambio, había contratado a Gerardo Reinoso y al brasileño Gaúcho, delantero del Fluminense, para reemplazar a Diego Latorre y a Gabriel Batistuta, las dos grandes figuras de Boca que estaban del otro lado de la cordillera.
El partido de ida fue el 6 de julio, en la cancha de Rosario Central, Newell´s se impuso por 1 a 0 con gol de Eduardo Berrizo, de cabeza, a los dos minutos del segundo tiempo. Tres días más tarde, Boca ganó por el mismo resultado, con un gol de Gerardo Reinoso a pocos minutos del final del partido.
Esa igualdad en puntos y goles llevó a definir al campeón desde los doce pasos. Newell´s contó con un inspirado Norberto Scoponi, quien contuvo los penales de Alfredo Graciani y Claudio Rodríguez y le metió máxima presión a Walter Pico, quien estrelló su penal en el travesaño. y los “leprosos” consiguieron una hazaña que jamás olvidarán.
Hoy Martino y Tábarez conducen a las selecciones que el próximo domingo se robarán la atención del público sudamericano. Si bien ya se cruzaron como técnicos en las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica (ambos ganaron de local), esta será el reencuentro en una final. Por el rendimiento que mostró su equipo hasta aquí, Tabárez tiene una luz de ventaja. Pero, vaya casualidad, el equipo de Martino llegó al partido decisivo de la mano de los penales, el arma que alguna vez le permitió dar la vuelta en la cara del Maestro.
¿Habrá venganza el domingo?
