Uruguay festeja con júbilo su supremacía futbolística en América
Montevideo, Agencias
Decenas de miles de uruguayos festejaron hoy en las calles de Montevideo el triunfo de su selección en la Copa América y su consagración como el equipo más ganador en la historia del campeonato con quince victorias.
Las principales arterias de la capital uruguaya lucieron repletas de gente horas antes del inicio del encuentro, con los aficionados congregándose en bares y domicilios dispuestos a presenciar una final en la que la mayoría de los uruguayos se sentían favoritos por historia y por juego aunque dudaban en expresarlo en voz alta.
Unas 5.000 personas, de toda edad y condición, acudieron a la céntrica explanada de la Intendencia de Montevideo para ver el partido en una pantalla gigante y desde allí siguieron atentamente el encuentro y festejaron desenfrenadamente los goles de Diego Forlán y Luis Suárez que le dieron la victoria a la celeste ante el combinado de Paraguay.
"Volveremos a ser campeones como la primera vez", coreaba la gente entre innumerables banderas uruguayas, ruido de petardos, bengalas.
Vendedores de cerveza, de churros, de bufandas y de tortas fritas, como en toda celebración callejera en el país, veteranos seguidores pegados a su transistor e incluso un grupo de artistas urbanos que se pasó todo el encuentro dibujando un enorme cuadro con el sonriente sol de la bandera uruguaya, hoy más sonriente que nunca, para entregárselo a los campeones a su regreso de Argentina.
La tensión previa al encuentro pronto se fue diluyendo mientras la gente comprobaba la superioridad de los suyos ante el cuadro paraguayo.
El primer gol de los celestes, a cargo de Luis Suárez, conmovió los cimientos de esta pequeña nación algo más de tres millones de habitantes y famosa por su estoicismo y desató los festejos y las lenguas de los aficionados, antes reticentes a comentar los incidentes del juego.
"Está claro que Uruguay es el mejor de América. Quince copas, estamos por encima de Argentina y además siempre les ganamos en su casa", comentó jocoso a Efe el joven Damián García, cerveza en mano y con una amplia sonrisa en su rostro pintado con los colores blanco y azul de su bandera.
El júbilo y la alegría fueron subiendo según pasaban los minutos, hasta que el tercer gol de los celestes a cargo de Forlán, cerca del final del encuentro, disparó los cánticos y los bailes en toda la Avenida 18 de Julio, la principal calle de la capital que en cuestión de segundo se llenó de entusiasmados aficionados que ya no sabían como festejar un nuevo éxito del fútbol uruguayo.
Entre toda la fiesta aún hubo algunos aficionados, como el veterano Joaquín Prat, que tuvo palabras para reconocer que este triunfo "se veía venir" dado el excelente momento del fútbol uruguayo "que está renaciendo de la mano del trabajo del maestro Tabárez, que es eso, un maestro".
Con toda la tarde por delante, y con la esperanza de ir a recibir a los campeones al histórico estadio Centenario de Montevideo para festejar con ellos esta misma noche, tal y como tiene previsto hacer el equipo charrúa, los aficionados seguían colmando las calles y amenazando con prolongar la fiesta hasta bien entrada la madrugada.
Decenas de miles de uruguayos festejaron hoy en las calles de Montevideo el triunfo de su selección en la Copa América y su consagración como el equipo más ganador en la historia del campeonato con quince victorias.
Las principales arterias de la capital uruguaya lucieron repletas de gente horas antes del inicio del encuentro, con los aficionados congregándose en bares y domicilios dispuestos a presenciar una final en la que la mayoría de los uruguayos se sentían favoritos por historia y por juego aunque dudaban en expresarlo en voz alta.
Unas 5.000 personas, de toda edad y condición, acudieron a la céntrica explanada de la Intendencia de Montevideo para ver el partido en una pantalla gigante y desde allí siguieron atentamente el encuentro y festejaron desenfrenadamente los goles de Diego Forlán y Luis Suárez que le dieron la victoria a la celeste ante el combinado de Paraguay.
"Volveremos a ser campeones como la primera vez", coreaba la gente entre innumerables banderas uruguayas, ruido de petardos, bengalas.
Vendedores de cerveza, de churros, de bufandas y de tortas fritas, como en toda celebración callejera en el país, veteranos seguidores pegados a su transistor e incluso un grupo de artistas urbanos que se pasó todo el encuentro dibujando un enorme cuadro con el sonriente sol de la bandera uruguaya, hoy más sonriente que nunca, para entregárselo a los campeones a su regreso de Argentina.
La tensión previa al encuentro pronto se fue diluyendo mientras la gente comprobaba la superioridad de los suyos ante el cuadro paraguayo.
El primer gol de los celestes, a cargo de Luis Suárez, conmovió los cimientos de esta pequeña nación algo más de tres millones de habitantes y famosa por su estoicismo y desató los festejos y las lenguas de los aficionados, antes reticentes a comentar los incidentes del juego.
"Está claro que Uruguay es el mejor de América. Quince copas, estamos por encima de Argentina y además siempre les ganamos en su casa", comentó jocoso a Efe el joven Damián García, cerveza en mano y con una amplia sonrisa en su rostro pintado con los colores blanco y azul de su bandera.
El júbilo y la alegría fueron subiendo según pasaban los minutos, hasta que el tercer gol de los celestes a cargo de Forlán, cerca del final del encuentro, disparó los cánticos y los bailes en toda la Avenida 18 de Julio, la principal calle de la capital que en cuestión de segundo se llenó de entusiasmados aficionados que ya no sabían como festejar un nuevo éxito del fútbol uruguayo.
Entre toda la fiesta aún hubo algunos aficionados, como el veterano Joaquín Prat, que tuvo palabras para reconocer que este triunfo "se veía venir" dado el excelente momento del fútbol uruguayo "que está renaciendo de la mano del trabajo del maestro Tabárez, que es eso, un maestro".
Con toda la tarde por delante, y con la esperanza de ir a recibir a los campeones al histórico estadio Centenario de Montevideo para festejar con ellos esta misma noche, tal y como tiene previsto hacer el equipo charrúa, los aficionados seguían colmando las calles y amenazando con prolongar la fiesta hasta bien entrada la madrugada.