Piñera remodela el Gobierno de Chile tras su caída en las encuestas
El presidente incorpora nuevos rostros pero mantiene al titular de Interior
Santiago, El País
El presidente chileno Sebastián Piñera ha hecho hoy un ajuste en su Gabinete ministerial para revertir su caída en las encuestas y ha incorporado a dos influyentes senadores de la coalición gobernante y reemplazado a dos de los ministros más cuestionados: el de la Secretaría General de Gobierno (portavoz) y el de Educación. El cambio, que incluyó enroques, afectó a ocho secretarías de Estado (ministerios) -las dos citadas y las de Justicia, Planificación, Minería, Energía, Obras Públicas y Economía-, pero Piñera dejó en el cargo al cuestionado ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y mantuvo los equilibrios entre los partidos.
La oposición ha calificado el ajuste de "maquillaje" y de juego de "sillas musicales", porque, de los tres ministros con asiento en la sede presidencial de La Moneda -con perfil más político-, dos permanecen en sus cargos, a pesar de los fallos de dirección política en el Ejecutivo.
El ajuste ministerial, el segundo en los 16 meses de Administración que lleva este Gobierno, era pedido públicamente por la coalición gobernante tras la caída de popularidad de Piñera, que en el último sondeo logró un 31% de apoyo y un 60% de rechazo, el índice más bajo que ha tenido un presidente desde el retorno a la democracia en 1990.
Piñera ha admitido en su discurso de explicación del cambio de Gabinete que "estamos siendo puestos a prueba (...) por una ciudadanía que exige mayores niveles de participación". Ha pedido "no dormirnos en los laureles" en la tarea de avanzar hacia el desarrollo, en la que el país se encuentra "a medio camino", y reconoció que muchos chilenos "no perciben o reciben el impacto de lo que juntos estamos haciendo".
Cuando restan dos tercios de su periodo presidencial, Piñera optó por no hacer cirugía mayor, lo que habría significado la salida del ministro Hinzpeter de La Moneda, como pedían muchas voces en la coalición gobernante. Buscó renovar rostros y llevar más experiencia política al Gabinete, dejando cada más en el pasado el perfil tecnocrático que tuvo su primer equipo de ministros. Las modificaciones afectaron a solo uno de los partidos de la coalición de derecha.
Piñera nombró a los senadores Andrés Chadwick ?primo suyo? y Pablo Longueira, dos figuras históricas de la Unión Demócrata Independiente, el partido que estuvo más cercano al exdictador Augusto Pinochet, en los cargos de portavoz de Gobierno y ministro de Economía respectivamente, en reemplazo de Ena von Baer y Juan Andrés Fontaine.
Los dos nuevos ministros son considerados dialogantes con la oposición de centroizquierda, que tiene mayoría en el Senado y la capacidad de frenar iniciativas del Gobierno. La apuesta de La Moneda es que la incorporación de Chadwick y Longueira facilite una estrategia más negociadora, de buscar acuerdos con la oposición en torno a los proyectos de ley, antes que la de imponer en su totalidad los proyectos, empleada hasta el presente.
La portavoz de Gobierno saliente, Von Baer, recibió fuego graneado desde la propia coalición oficialista, haciéndola responsable de los problemas de comunicación de los logros del Gobierno, entre ellos, una economía con alto crecimiento y el descenso del desempleo.
El presidente removió también al ministro de Educación, Joaquín Lavín, que desde hace casi dos meses se enfrentaba sin éxito a las movilizaciones de los estudiantes universitarios y de secundaria, que piden que se fortalezca la educación estatal, y lo desplazó hacia la cartera de Planificación, que se transformará en el futuro Ministerio de Desarrollo Social, con la misión de combatir la pobreza.
Si bien la salida de Lavín es atribuible al conflicto estudiantil, que hizo que se desplomara 24 puntos porcentuales en las encuestas, la asignación a una nueva tarea contribuye a mantener su vigencia como una posible carta presidencial. Su reemplazo, Felipe Bulnes, hasta hoy ministro de Justicia, logró acuerdos con la oposición desde su cargo.
La carta presidencial mejor evaluada de la derecha para las elecciones de 2013 tendrá un nuevo desafío. A Laurence Golborne, hasta ahora titular de Minería y Energía ?que ahora se divide en dos carteras? y que se hizo internacionalmente conocido después de encabezar en 2010 el rescate de los 33 mineros atrapados por un derrumbe, Piñera le ha encomendado hoy el Ministerio de Obras Públicas, desde donde deberá licitar concesiones para nuevas infraestructuras por más de 8.000 millones de dólares, una tarea que ofrece brillo y tiene poco riesgo.
Santiago, El País
El presidente chileno Sebastián Piñera ha hecho hoy un ajuste en su Gabinete ministerial para revertir su caída en las encuestas y ha incorporado a dos influyentes senadores de la coalición gobernante y reemplazado a dos de los ministros más cuestionados: el de la Secretaría General de Gobierno (portavoz) y el de Educación. El cambio, que incluyó enroques, afectó a ocho secretarías de Estado (ministerios) -las dos citadas y las de Justicia, Planificación, Minería, Energía, Obras Públicas y Economía-, pero Piñera dejó en el cargo al cuestionado ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y mantuvo los equilibrios entre los partidos.
La oposición ha calificado el ajuste de "maquillaje" y de juego de "sillas musicales", porque, de los tres ministros con asiento en la sede presidencial de La Moneda -con perfil más político-, dos permanecen en sus cargos, a pesar de los fallos de dirección política en el Ejecutivo.
El ajuste ministerial, el segundo en los 16 meses de Administración que lleva este Gobierno, era pedido públicamente por la coalición gobernante tras la caída de popularidad de Piñera, que en el último sondeo logró un 31% de apoyo y un 60% de rechazo, el índice más bajo que ha tenido un presidente desde el retorno a la democracia en 1990.
Piñera ha admitido en su discurso de explicación del cambio de Gabinete que "estamos siendo puestos a prueba (...) por una ciudadanía que exige mayores niveles de participación". Ha pedido "no dormirnos en los laureles" en la tarea de avanzar hacia el desarrollo, en la que el país se encuentra "a medio camino", y reconoció que muchos chilenos "no perciben o reciben el impacto de lo que juntos estamos haciendo".
Cuando restan dos tercios de su periodo presidencial, Piñera optó por no hacer cirugía mayor, lo que habría significado la salida del ministro Hinzpeter de La Moneda, como pedían muchas voces en la coalición gobernante. Buscó renovar rostros y llevar más experiencia política al Gabinete, dejando cada más en el pasado el perfil tecnocrático que tuvo su primer equipo de ministros. Las modificaciones afectaron a solo uno de los partidos de la coalición de derecha.
Piñera nombró a los senadores Andrés Chadwick ?primo suyo? y Pablo Longueira, dos figuras históricas de la Unión Demócrata Independiente, el partido que estuvo más cercano al exdictador Augusto Pinochet, en los cargos de portavoz de Gobierno y ministro de Economía respectivamente, en reemplazo de Ena von Baer y Juan Andrés Fontaine.
Los dos nuevos ministros son considerados dialogantes con la oposición de centroizquierda, que tiene mayoría en el Senado y la capacidad de frenar iniciativas del Gobierno. La apuesta de La Moneda es que la incorporación de Chadwick y Longueira facilite una estrategia más negociadora, de buscar acuerdos con la oposición en torno a los proyectos de ley, antes que la de imponer en su totalidad los proyectos, empleada hasta el presente.
La portavoz de Gobierno saliente, Von Baer, recibió fuego graneado desde la propia coalición oficialista, haciéndola responsable de los problemas de comunicación de los logros del Gobierno, entre ellos, una economía con alto crecimiento y el descenso del desempleo.
El presidente removió también al ministro de Educación, Joaquín Lavín, que desde hace casi dos meses se enfrentaba sin éxito a las movilizaciones de los estudiantes universitarios y de secundaria, que piden que se fortalezca la educación estatal, y lo desplazó hacia la cartera de Planificación, que se transformará en el futuro Ministerio de Desarrollo Social, con la misión de combatir la pobreza.
Si bien la salida de Lavín es atribuible al conflicto estudiantil, que hizo que se desplomara 24 puntos porcentuales en las encuestas, la asignación a una nueva tarea contribuye a mantener su vigencia como una posible carta presidencial. Su reemplazo, Felipe Bulnes, hasta hoy ministro de Justicia, logró acuerdos con la oposición desde su cargo.
La carta presidencial mejor evaluada de la derecha para las elecciones de 2013 tendrá un nuevo desafío. A Laurence Golborne, hasta ahora titular de Minería y Energía ?que ahora se divide en dos carteras? y que se hizo internacionalmente conocido después de encabezar en 2010 el rescate de los 33 mineros atrapados por un derrumbe, Piñera le ha encomendado hoy el Ministerio de Obras Públicas, desde donde deberá licitar concesiones para nuevas infraestructuras por más de 8.000 millones de dólares, una tarea que ofrece brillo y tiene poco riesgo.