PATCH ADAMS EN BOLIVIA

La Paz, Agencias
“De nada sirve curar a un enfermo si por dentro sigue en sufrimiento... la causa más común de ese sufrimiento es la soledad… Regalemos una sonrisa cada día para aliviar ese dolor en el mundo.”
(Hunter Doherty “Patch” Adams)
Patch Adams, para muchos, se quedó sólo en el nombre de una película que fue producida hace más de 10 años, acerca de un doctor divertido, amoroso, encarnado por Robin Williams. Pero ¿quién es el "verdadero" Patch Adams?

Al contar la historia de este personaje, emerge una historia de amor, sobre su vida y la generación de estadounidenses que él representa. Nació el 28 de mayo de 1945. Su nombre completo es Hunter Doherty Adams. Su madre era maestra de escuela y su padre pertenecía al ejército militar de Estados Unidos. Era el segundo hijo.

Patch (pedazo, en inglés) creció en bases militares en el extranjero y fue un niño feliz: amaba la ciencia y las matemáticas, los gatitos y los chistes. Pero cuando su padre murió como consecuencia de la Guerra de Corea (1950-1953), la familia regresó a Virginia y Patch fue lanzado al caos social en medio del racismo y el conflicto bélico que marcó el comienzo de la década de los 60.

Tres intentos de suicidio
De pronto, pasó de ser un niño feliz a un adolescente sensible. Se desilusionó con un mundo donde la injusticia y el poder parecían tener más valor que el amor y la compasión. No quería vivir en ese mundo, y después de tres intentos de suicidio fue hospitalizado por su madre en una sala cerrada de un asilo mental, en 1963. Se encontró en la misma habitación con Rudy, un hombre que sufría alucinaciones y tenía miedo de las ardillas. En lugar de ignorarle o gritarle para que se callara, Patch decidió jugar con él y pasarlo bien. Consiguió que Rudy dejara su fobia.

Recibía visitas de familiares y amigos en aquel nosocomio, y fue ahí donde se preguntó si había otra manera de responder a un mundo sin amor en vez de tratar de salir de él. Para entonces no era sólo cuestión de Patch: era un tema de su generación, de jóvenes que trataban de responder a ésta y otras preguntas, tales como "No preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregunta qué puedes hacer por tu país". La respuesta a esas interrogantes se iniciaron en el Cuerpo de Paz, Head Start Project, Medicare y Medicaid.

En su época de estudiante de medicina, Patch empezó a soñar con un lugar donde los pacientes pudiesen ir a curarse sin tener que pagar, un sitio amistoso, alegre, donde nadie temiese estar; muy diferente de los hospitales, que asustan a muchas de las personas que los frecuentan y que están obligadas a estar internadas. Estudió esa carrera para usarla como herramienta de cambio social. Es que en el hospital psiquiátrico, Patch había tomado dos decisiones: servir a la humanidad a través de la medicina, y nunca más tener otro mal día.

Se graduó con un corazón lleno de amor, lleno de juego, De esta forma, Patch fundó el Instituto Gesundheit! (del alemán ¡salud!), con un grupo de 20 amigos, entre ellos tres médicos. Se mudaron a una casa de seis habitaciones al oeste rural de Virginia y la abrió como un hospital gratuito con el propósito de revolucionar la atención de salud a través de la sustitución de lo que los integrantes de este emprendimiento consideran como la competencia y la avaricia de la medicina tradicional con la generosidad y la compasión.

El centro estaba abierto las 24 horas del día y los siete días a la semana para todo tipo de problemas médicos de la gente, desde el nacimiento hasta la muerte. El número de pacientes que acudían al lugar era de entre 500 y 1.000 cada mes, de entre cinco a 50 que se quedaban por noche. En su primera década de historia, aproximadamente 15.000 pacientes fueron atendidos. A través del baile, las obras de teatro casero, el humor, la jardinería, los miembros mantenían el proyecto médico conjunto.

El humor, el siguiente paso
El equipo de jóvenes se dio cuenta de que era necesaria una interacción más humana y divertida con amor y buen humor, para que la atención de salud sea efectiva y de calidad. Patch y sus amigos, los médicos idealistas, querían caminar hacia el sufrimiento, donde la necesidad era mayor: participar en el cambio de las situaciones de pobreza, enfermedad y dolor que padecen millones en todo el planeta.

La pasión por servir a los enfermos lo llevó a formar equipos para seguir con el trabajo de la revisión y no sólo de ofrecer ayuda médica y suministros a la puerta, sino también ver el interior de cada uno de ellos. Fue así que el uso de su "insignia roja del valor” (de la nariz de payaso), fue exportada a otros países con compasión y humor, así como medicamentos y suministros. "Hacer de payaso", dice el Patch, "¡es un truco para llevar el amor de cerca!"

Tiene dos hijos: Atomic Zagnut, nacido en 1975, y Lars Zig, en 1989. Actualmente, recoge donativos para el Gesundheit! Se ha convertido en un conferencista muy solicitado, y todo el dinero que consigue por las charlas se invierte en el instituto. Cada año viaja por el mundo con grupos de payasos voluntarios que llevan esperanza, alegría y el juego a huérfanos, pacientes y personas. La cruzada de la “risoterapia” llega mañana a Bolivia, aunque como dice Patch, esa palabra no es de su agrado:

“En realidad no me gusta la palabra
risoterapia. No me gusta la palabra terapia, ni músicoterapia, ni arteterapia. Nada de eso. El acompañar y ayudar debería ser una forma de vida del ser humano. Porque curar es un acto de amor, no de humor.”

La agenda de Patch en Bolivia

Patch Adams llega mañana a La Paz para compartir sus experiencias con los médicos y visitar el Hospital del Niño. Además, dará por la noche una conferencia gratuita en el Teatro al Aire Libre, donde asistirán unos cuatro mil jóvenes de escasos recursos económicos. La empresa Tú Puedes SRL auspicia su llegada, junto a La Razón. También, el médico dictará una charla el martes, en el hotel Radisson, y luego se trasladará a la urbe de Santa Cruz.

La película que lo hizo famoso

Robin Williams fue el encargado de dar vida a Patch Adams en la pantalla grande, la película que fue un éxito de taquilla y que convirtió al médico estadounidense y su fundación en famosos. No obstante, el “verdadero” Patch criticó a Williams en una de las entrevistas que brindó en Chile: dijo que él lo trató bien, lo invitó a su casa, lo trató como a un rey, le acompañó a sus terapias, pero no donó nada de los 20 millones cobrados por su actuación a su institución.

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