Murdoch ofrece disculpas; su directora renuncia

Londres, Agencias
La directora general de los diarios británicos de Rupert Murdoch dimitió el viernes, al tiempo que el magnate se disculpó personalmente con una familia en el centro del escándalo de escuchas telefónicas que sacude a Gran Bretaña.

Con la salida de Rebekah Brooks —la empleada de mayor rango que ha perdido su puesto en lo que va del escándalo— el hijo de Murdoch, James, emprendió una nueva estrategia para enfrentar la crisis que le ha restado miles de millones de dólares al valor de News Corp., arruinó sus deseos de adquirir una participación mayoritaria en la cadena televisiva British Sky Broadcasting, y cambió radicalmente el equilibrio de poder entre los políticos británicos y la temida prensa de Murdoch.

News Corp. indicó que incluirá este fin de semana anuncios en toda la prensa británica para disculparse ante el país por las actividades de sus periodistas. El anuncio, firmado por el magnate, dice que la corporación "lamenta profundamente el daño" causado a las víctimas de las escuchas telefónicas y "deplora no haber actuado más rápido para arreglar las cosas".

En otro acto de arrepentimiento, Rupert Murdoch ofreció una disculpa "completa y sincera" a la familia de Milly Dowler, una adolescente de 13 años que fue asesinada y cuyo teléfono fue intervenido por el tabloide News of the World, dijo un abogado de los familiares.

Mark Lewis describió a Murdoch como "muy contrito" y "muy alterado" en la reunión privada en un hotel de Londres. Dijo a periodistas reunidos afuera que el multimillonario se disculpó "muchas veces", diciéndole a los Dowler que las actividades efectuadas por el News of the World no estuvieron a la altura de los estándares establecidos cuando su padre entró al sector de los medios de comunicación.

Los Dowler le dijeron al magnate que de ahora en adelante sus periódicos deberían encabezar el camino para establecer un estándar de honestidad y decencia en el periodismo.

Un nuevo director general que no se ha visto inmerso en estos problemas, Tom Mockridge, de 55 años, fue designado para reemplazar inmediatamente a Brooks en News International, la rama local del imperio News Corp de Murdoch. Mockridge, un neocelandés que ha fungido como vocero del gobierno australiano, comenzó su carrera en News Corp. en 1991 y ha estado a cargo de Sky Italia desde el 2003.

Murdoch había defendido a Brooks ante las exigencias de los políticos y legisladores para que dimitiera, y hasta ahora se había negado a aceptar su renuncia. Empero, cambió de opinión al verse apremiada su News Corp. para contener la crisis británica que amenaza la totalidad de su imperio informático.

Brooks fue directora del News of the World entre el 2000 y 2003, cuando los empleados de la publicación presuntamente intervinieron el teléfono de Dowler en momentos en que la policía la buscaba.

Las denuncias de interferir en la investigación policial desataron la semana pasada una ola de indignación mucho más intensa que los escándalos previos por la escucha de conversaciones telefónicas de políticos, personalidades y destacados atletas.

Murdoch cerró News of the World, fundado hace 168 años, mientras que el primer ministro David Cameron designó a un juez para que investigue el escándalo.

Brooks sostuvo que el debate en torno a su jefatura al frente de News International era en estos momentos una distracción demasiado fuerte para la matriz News Corp., e indicó que se concentraría en refutar las acusaciones vertidas en el escándalo.

"Creo que lo adecuado y responsable ha sido guiar la nave a través de lo más duro de la crisis. Empero, mi deseo de permanecer en el puente me ha convertido en el foco del debate", dijo Brooks en un correo electrónico enviado el viernes a sus colegas y que fue difundido por News International. "Todo esto está desviando ahora la atención sobre todos nuestros honestos quehaceres para solucionar los problemas del pasado".

Algunos políticos británicos expresaron alivio por la renuncia de Brooks.

"Es correcto que Rebekah Brooks finalmente haya asumido responsabilidad por los acontecimientos terribles que ocurrieron mientras estuvo a cargo, como la intervención del teléfono de Milly Dowler", dijo el líder laborista Ed Miliband. "Nadie en este país debe ejercer poder sin responsabilidad".

Cameron considera que Brooks "tomó la decisión correcta", señaló Steve Field, vocero del primer ministro.

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