Morales invoca acuerdo mundial para proteger fuentes de agua dulce
Nueva York, Abi
El presidente de Bolivia, Evo Morales, invocó un acuerdo mundial para proteger las fuentes de agua dulce, que implique una política de consenso y reducción del calentamiento global, al celebrar el miércoles en Nueva York el primer aniversario de la declaración del acceso al agua como derecho humano universal por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Cómo podemos complementarnos para garantizar el agua como un servicio público, porque solos, estoy seguro, no vamos a poder resolver, solos va a ser imposible enfrentar esta clase de problemas", dijo en su discurso de 12 minutos pronunciado ante la Asamblea de la ONU, luego de denunciar los desastres que trae aparejado el cambio climático, principal consecuencia del calentamiento global.
Morales, que luego recibió el apoyo explícito de al menos una decena de países, cuyos representantes relievaron su liderazgo en esta materia, advirtió de las consecuencias de no reparar en un acuerdo mundial para la protección de las fuentes de agua dulce.
"Si los presidentes, los gobiernos, los Estados no garantizan al agua como un derecho humano, estoy seguro que no se respetan todos los derechos de cualquier ser humano que habita el planeta Tierra", apuntó.
El gobernante sudamericano puso de ejemplo la política instrumentada por su gobierno en Bolivia, donde el Estado invierte 100 millones de dólares en el proyecto Mi Agua, que apunta a la generación de agua potable, para riego y consumo animal, en tiempos en que arrecian sequías y heladas.
Principal impulsor para que el acceso al agua sea declarado derecho humano universal, por la ONU, en 2010, Morales urgió también un acuerdo mundial para que el agua deje de ser "un negocio privado" y sea declarado de interés público.
"Si el agua es un derecho humano, ahora el agua debe dejar de ser un negocio privado, sino un servicio público. Si el agua es un derecho humano no puede haber ni metas ni objetivos que conviertan en comercio el agua, ni fuentes y empresas que puedan lucrar con el agua", sostuvo.
Defensor a ultranza de los derechos de la Madre Tierra, el mandatario boliviano de origen indígena dijo llegada la oportunidad para que la humanidad se reivindique del severo daño infligido a la Madre Tierra, principalmente por potencias industriales.
"Este nuevo milenio nos permite resarcir los daños que se hizo con los pueblos del mundo", sostuvo al agradecer la homologación que la ONU hizo del agua como derecho humano, calca de la Constitución boliviana aprobada en las urnas a principios de 2009.
"Ahora gracias a la Asamblea de las Naciones Unidas, el agua es un derecho humano, por tanto el agua es la madre de todos los derechos", afirmó.
En línea con la política adoptada por la I Cumbre Mundial de Pueblos contra el Cambio Climático y los Derechos de los Pueblos Originarios, celebrada en abril de 2010 en la ciudad boliviana de Cochabamba y por él promovida, pidió observar la convención de Kioto, de 1997, para la reducción a la mitad, hacia 2019, de la emisión de gases venenosos a la atmósfera.
"El agua también tiene su adversario, y ese adversario para este recurso natural es el calentamiento global", desencadenado por el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero hace 25 años, por el bloque de países industrializados.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, invocó un acuerdo mundial para proteger las fuentes de agua dulce, que implique una política de consenso y reducción del calentamiento global, al celebrar el miércoles en Nueva York el primer aniversario de la declaración del acceso al agua como derecho humano universal por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Cómo podemos complementarnos para garantizar el agua como un servicio público, porque solos, estoy seguro, no vamos a poder resolver, solos va a ser imposible enfrentar esta clase de problemas", dijo en su discurso de 12 minutos pronunciado ante la Asamblea de la ONU, luego de denunciar los desastres que trae aparejado el cambio climático, principal consecuencia del calentamiento global.
Morales, que luego recibió el apoyo explícito de al menos una decena de países, cuyos representantes relievaron su liderazgo en esta materia, advirtió de las consecuencias de no reparar en un acuerdo mundial para la protección de las fuentes de agua dulce.
"Si los presidentes, los gobiernos, los Estados no garantizan al agua como un derecho humano, estoy seguro que no se respetan todos los derechos de cualquier ser humano que habita el planeta Tierra", apuntó.
El gobernante sudamericano puso de ejemplo la política instrumentada por su gobierno en Bolivia, donde el Estado invierte 100 millones de dólares en el proyecto Mi Agua, que apunta a la generación de agua potable, para riego y consumo animal, en tiempos en que arrecian sequías y heladas.
Principal impulsor para que el acceso al agua sea declarado derecho humano universal, por la ONU, en 2010, Morales urgió también un acuerdo mundial para que el agua deje de ser "un negocio privado" y sea declarado de interés público.
"Si el agua es un derecho humano, ahora el agua debe dejar de ser un negocio privado, sino un servicio público. Si el agua es un derecho humano no puede haber ni metas ni objetivos que conviertan en comercio el agua, ni fuentes y empresas que puedan lucrar con el agua", sostuvo.
Defensor a ultranza de los derechos de la Madre Tierra, el mandatario boliviano de origen indígena dijo llegada la oportunidad para que la humanidad se reivindique del severo daño infligido a la Madre Tierra, principalmente por potencias industriales.
"Este nuevo milenio nos permite resarcir los daños que se hizo con los pueblos del mundo", sostuvo al agradecer la homologación que la ONU hizo del agua como derecho humano, calca de la Constitución boliviana aprobada en las urnas a principios de 2009.
"Ahora gracias a la Asamblea de las Naciones Unidas, el agua es un derecho humano, por tanto el agua es la madre de todos los derechos", afirmó.
En línea con la política adoptada por la I Cumbre Mundial de Pueblos contra el Cambio Climático y los Derechos de los Pueblos Originarios, celebrada en abril de 2010 en la ciudad boliviana de Cochabamba y por él promovida, pidió observar la convención de Kioto, de 1997, para la reducción a la mitad, hacia 2019, de la emisión de gases venenosos a la atmósfera.
"El agua también tiene su adversario, y ese adversario para este recurso natural es el calentamiento global", desencadenado por el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero hace 25 años, por el bloque de países industrializados.