Messi regresa triste a Barcelona
Barcelona, Agencias
No hay caso, no hay solución: cada vez que Lionel Messi (24) viaja hacia Argentina para disputar torneos o clasificaciones con la selección, termina invadido por la tristeza y la frustración. Esta vez, la situación ya fue por demás extrema, teniendo en cuenta que el mejor jugador del mundo llegó a irse insultado de un estadio, después de un 0 a 0 frente a Colombia.
Del público siempre exitista en las tribunas se puede entender, pero también uno de sus compañeros le recriminó más actitud en aquella oportunidad. Son, sin dudas, cosas a las cuales Lionel no está acostumbrado. En el Barcelona, él es el mejor del mundo, allí se ha ganado ese rótulo, distinción que no logra revalidar cada vez que se pone la celeste y blanca en el pecho.
La eliminación argentina a manos de Uruguay por cuartos de final de la Copa América, dejó a un pueblo muy desilusionado, teniendo en cuenta que se jugaba de local, con el público a favor y con la presencia del mejor jugador del mundo del lado de los de celeste y blanco. Aún así, se quedaron afuera de este torneo y con muchas dudas de cara a su futuro.
Las críticas hacia Messi son en realidad bastante divididas: hay quienes no soportan su estrellato en España y su sequía de goles en Argentina, pero también son muchos aquellos que lo apoyan y que están convencidos de que su bajo rendimiento en su país, tiene mucho que ver con el poco funcionamiento colectivo de equipo, algo que en su club es una marca registrada a nivel mundial.
Sus gestos de resignación en la mayoría de los pasajes que tuvo en esta Copa América, llenaron de impotencia a todos, incluso a aquellos que sólo miraban el partido por verlo jugar a él. Hace 16 partidos oficiales que no puede convertir un gol con la casaca albiceleste. Está siempre muy cerca de hacerlo, pero no lo consigue.
A pesar de que los entrenadores lo miman y le dan toda la confianza para jugar, Messi no se siente bien en la que debería ser su casa. Parece que no tiene con quién jugar a la pelota en su idioma, ese lenguaje que sí dialogan, por ejemplo, los culés Xavi e Iniesta, quienes se reencontrarán con Lionel el 3 de agosto, cuando el genio regrese de sus vacaciones.
No hay caso, no hay solución: cada vez que Lionel Messi (24) viaja hacia Argentina para disputar torneos o clasificaciones con la selección, termina invadido por la tristeza y la frustración. Esta vez, la situación ya fue por demás extrema, teniendo en cuenta que el mejor jugador del mundo llegó a irse insultado de un estadio, después de un 0 a 0 frente a Colombia.
Del público siempre exitista en las tribunas se puede entender, pero también uno de sus compañeros le recriminó más actitud en aquella oportunidad. Son, sin dudas, cosas a las cuales Lionel no está acostumbrado. En el Barcelona, él es el mejor del mundo, allí se ha ganado ese rótulo, distinción que no logra revalidar cada vez que se pone la celeste y blanca en el pecho.
La eliminación argentina a manos de Uruguay por cuartos de final de la Copa América, dejó a un pueblo muy desilusionado, teniendo en cuenta que se jugaba de local, con el público a favor y con la presencia del mejor jugador del mundo del lado de los de celeste y blanco. Aún así, se quedaron afuera de este torneo y con muchas dudas de cara a su futuro.
Las críticas hacia Messi son en realidad bastante divididas: hay quienes no soportan su estrellato en España y su sequía de goles en Argentina, pero también son muchos aquellos que lo apoyan y que están convencidos de que su bajo rendimiento en su país, tiene mucho que ver con el poco funcionamiento colectivo de equipo, algo que en su club es una marca registrada a nivel mundial.
Sus gestos de resignación en la mayoría de los pasajes que tuvo en esta Copa América, llenaron de impotencia a todos, incluso a aquellos que sólo miraban el partido por verlo jugar a él. Hace 16 partidos oficiales que no puede convertir un gol con la casaca albiceleste. Está siempre muy cerca de hacerlo, pero no lo consigue.
A pesar de que los entrenadores lo miman y le dan toda la confianza para jugar, Messi no se siente bien en la que debería ser su casa. Parece que no tiene con quién jugar a la pelota en su idioma, ese lenguaje que sí dialogan, por ejemplo, los culés Xavi e Iniesta, quienes se reencontrarán con Lionel el 3 de agosto, cuando el genio regrese de sus vacaciones.