Llega a Argentina exmilitar extraditado de Paraguay por crímenes durante la dictadura
Buenos Aires, Agencias
El exmilitar argentino Norberto Bianco llegó hoy a Buenos Aires con escolta policial, extraditado desde Asunción, Paraguay, para responder por el robo de bebés y el secuestro de mujeres embarazadas durante la última dictadura militar (1976-1983).
Bianco, de 66 años, sufrió un desmayo a su llegada al aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, por lo que fue trasladado en ambulancia para un examen médico antes de quedar detenido a disposición del juez federal Alberto Martín Suárez, quien gestionó su extradición, indicaron fuentes policiales.
El magistrado instruye una causa en la que Bianco, excapitán médico del Ejército argentino, es acusado del robo de bebés y de atender partos de mujeres ilegalmente detenidas en el Hospital Militar de Campo de Mayo, vecino a una guarnición de las afueras de Buenos Aires, durante la dictadura.
El exmédico militar estaba detenido en Asunción desde 2008, bajo el régimen de prisión domiciliaria por problemas de salud, y esta será la segunda vez que se le juzgará en Argentina por el robo de bebés nacidos cuando sus madres estaban en cautiverio ilegal.
En 1997 Bianco había sido extraditado por Paraguay para ser juzgado por la apropiación de dos chicos criados por él y su mujer, Susana Wherli, proceso por el que el exmédico militar fue condenado a once años de prisión, aunque sólo cumplió con dos años de cárcel, fue excarcelado y regresó a Asunción.
Las Abuelas de Plaza de Mayo ha sido la principal querellante en los procesos judiciales contra Bianco desde 1985, cuando la asociación humanitaria argentina le denunció por la apropiación de dos niños.
Ahora se le acusa de complicidad con el secuestro de mujeres embarazadas y de entregar a otros "apropiadores" a bebés nacidos en el hospital del Ejército argentino.
Se calcula que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la última dictadura militar en Argentina, que causó la desaparición de unas 30.000 personas, aunque más de un centenar de estos niños logró recuperar su identidad gracias a la gestión de Abuelas de Plaza de Mayo.
El exmilitar argentino Norberto Bianco llegó hoy a Buenos Aires con escolta policial, extraditado desde Asunción, Paraguay, para responder por el robo de bebés y el secuestro de mujeres embarazadas durante la última dictadura militar (1976-1983).
Bianco, de 66 años, sufrió un desmayo a su llegada al aeropuerto internacional de Ezeiza, a las afueras de Buenos Aires, por lo que fue trasladado en ambulancia para un examen médico antes de quedar detenido a disposición del juez federal Alberto Martín Suárez, quien gestionó su extradición, indicaron fuentes policiales.
El magistrado instruye una causa en la que Bianco, excapitán médico del Ejército argentino, es acusado del robo de bebés y de atender partos de mujeres ilegalmente detenidas en el Hospital Militar de Campo de Mayo, vecino a una guarnición de las afueras de Buenos Aires, durante la dictadura.
El exmédico militar estaba detenido en Asunción desde 2008, bajo el régimen de prisión domiciliaria por problemas de salud, y esta será la segunda vez que se le juzgará en Argentina por el robo de bebés nacidos cuando sus madres estaban en cautiverio ilegal.
En 1997 Bianco había sido extraditado por Paraguay para ser juzgado por la apropiación de dos chicos criados por él y su mujer, Susana Wherli, proceso por el que el exmédico militar fue condenado a once años de prisión, aunque sólo cumplió con dos años de cárcel, fue excarcelado y regresó a Asunción.
Las Abuelas de Plaza de Mayo ha sido la principal querellante en los procesos judiciales contra Bianco desde 1985, cuando la asociación humanitaria argentina le denunció por la apropiación de dos niños.
Ahora se le acusa de complicidad con el secuestro de mujeres embarazadas y de entregar a otros "apropiadores" a bebés nacidos en el hospital del Ejército argentino.
Se calcula que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la última dictadura militar en Argentina, que causó la desaparición de unas 30.000 personas, aunque más de un centenar de estos niños logró recuperar su identidad gracias a la gestión de Abuelas de Plaza de Mayo.