La Volpe quiere darle jaque mate a Argentina
Buenos Aires, Agencias
La Volpe no es bienvenido a Argentina. El técnico acumula una hoja de servicios áspera por estas tierras. El Bigotón se sentó un día en el vestuario de Boca frente a Riquelme y advirtió: "Aquí me contrataron. Ustedes se tienen que adaptar a mí, no yo a ustedes. Espero que lo entiendan". Riquelme, un dios en vida para la gente de Boca, acabó sentado en la grada y La Volpe fue automáticamente declarado enemigo de la mitad de la argentinidad futbolera.
Hoy comanda a una joven Costa Rica, mayoría de Sub-22, que aspira a dar la campanada y eternizar este invierno de hecatombes deportivas que arrancó con el descenso de River. Para evitarlo Batista ha hecho suya aquella máxima de Groucho Marx ("estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros"). Abandona el 4-3-3 azulgranado y se abraza al 4-2-3-1 con Mascherano y Gago en la medular, Kun, Messi y Di María en la mediapunta e Higuaín arriba. Una 'españolización' devastadora de su once. Situaciones desesperadas requieren soluciones desesperadas... El partido es de tal trascendencia que el habitual clima de histeria que rodea a la albiceleste ha bajado los decibelios. Di Stéfano ha escrito una carta de apoyo y Maradona ha 'bancado' a Messi. Cierran filas.
En Costa Rica el referente es un joven de 19 años, Joel Campbell. La Volpe le ha definido como "el desequilibrio". Y debe serlo, porque el seleccionador ha desoído a su federación y lo ha incluido en los tres grandes eventos del verano futbolístico de estos lares: Copa de Oro, Copa América y Mundial Sub-20. "Si es bueno, tiene que estar con la mayor como hacían Pelé con 17 años y Maradona con 18". Hoy parece un buen día para hacer historia.
La Volpe no es bienvenido a Argentina. El técnico acumula una hoja de servicios áspera por estas tierras. El Bigotón se sentó un día en el vestuario de Boca frente a Riquelme y advirtió: "Aquí me contrataron. Ustedes se tienen que adaptar a mí, no yo a ustedes. Espero que lo entiendan". Riquelme, un dios en vida para la gente de Boca, acabó sentado en la grada y La Volpe fue automáticamente declarado enemigo de la mitad de la argentinidad futbolera.
Hoy comanda a una joven Costa Rica, mayoría de Sub-22, que aspira a dar la campanada y eternizar este invierno de hecatombes deportivas que arrancó con el descenso de River. Para evitarlo Batista ha hecho suya aquella máxima de Groucho Marx ("estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros"). Abandona el 4-3-3 azulgranado y se abraza al 4-2-3-1 con Mascherano y Gago en la medular, Kun, Messi y Di María en la mediapunta e Higuaín arriba. Una 'españolización' devastadora de su once. Situaciones desesperadas requieren soluciones desesperadas... El partido es de tal trascendencia que el habitual clima de histeria que rodea a la albiceleste ha bajado los decibelios. Di Stéfano ha escrito una carta de apoyo y Maradona ha 'bancado' a Messi. Cierran filas.
En Costa Rica el referente es un joven de 19 años, Joel Campbell. La Volpe le ha definido como "el desequilibrio". Y debe serlo, porque el seleccionador ha desoído a su federación y lo ha incluido en los tres grandes eventos del verano futbolístico de estos lares: Copa de Oro, Copa América y Mundial Sub-20. "Si es bueno, tiene que estar con la mayor como hacían Pelé con 17 años y Maradona con 18". Hoy parece un buen día para hacer historia.