La Copa de lo increíble
Argentina, Agencias
Nunca había ocurrido y quizás nunca vuelva a suceder: los cuatro mayores favoritos, encabezados por Argentina y Brasil, se marcharon del torneo en 24 horas de sorpresa.
México fue invitado a participar en la Copa América por primera vez en 1993 y el equipo tricolor dio la sorpresa al meterse hasta la final contra Argentina, incluso anotando el primer gol de ese partido.
En 1997, Perú eliminó de manera inesperada a Argentina, con un 2-1 en los cuartos de final del torneo disputado en Bolivia.
Cuatro años después, el invitado Honduras terminó en el tercer lugar en Colombia, habiendo vencido a una selección alternativa de Brasil y dos veces a Uruguay, la segunda de ellas en semifinales por la vía de los penales.
Esas son algunas de las mayores sorpresas registradas en tiempos recientes en la Copa América. Pero la historia del torneo de selecciones nacionales más viejo del mundo ha encontrado en 2011 un parteaguas, o más bien, un ‘hoyo negro’. Lo del pasado fin de semana en Argentina, donde los cuatro partidos de cuartos de final arrojaron a un vencedor sorpresivo, no tenía precedentes.
Para quienes lo vieron o leyeron, más valdría tenerlo en perspectiva histórica, pues lo más seguro es que no vuelva a ocurrir, o al menos no en vida de muchos de los actuales aficionados.
Nada puede ser más sorpresivo en una Copa América que ver despedirse de manera prematura a las todopoderosas selecciones de Argentina y Brasil, finalistas de las dos pasadas finales del torneo, que sucumbieron en dramáticas series de penales contra Uruguay y Paraguay, respectivamente.
Pero si además un gustado equipo de Colombia es liquidado en tiempo extra por Perú, y Chile, casi jugando como local, es vacunado por Venezuela, en ambos casos cayendo en la trampa de sus rivales, regalando goles y fallando ante el arco, el nivel de incredulidad llega a tope: imposible una Copa América con tales resultados, donde los cuatro mejor sembrados dijeron adiós en un lapso de poco más de 24 horas.
El tango más triste
Argentina 2011 será recordada como la copa de lo increíble, en la que una selección albiceleste con tanto talento, que incluía una línea de atacantes con Lionel Messi, Gonzalo Higuaín, Ángel di María, Sergio Agüero y Carlos Tévez, no pudo siquiera alcanzar las semifinales en su propio territorio.
En realidad, Argentina era anuncio de fracaso, con mucho que perder en tiempos de suma inestabilidad al interior del equipo, con un entorno desfavorable para el entrenador Sergio Batista y una presión excesiva sobre Messi.
Se sabía que Uruguay iba a obligar a Argentina a jugar su mejor partido del torneo el pasado sábado en Santa Fe, pero por plantel, localía y superioridad numérica buena parte del juego, resultaba improbable la hazaña charrúa, cuajada en el 61 aniversario del ‘Maracanazo’. La atajada del portero uruguayo Fernando Muslera al tiro penal de Tévez marcó la diferencia en esa instancia (5-4), tras un intenso 1-1 en 120 minutos.
El triste final del equipo de Batista se hizo inminente cuando Messi desfalleció en frustración casi al final de los tiempos extra, tras un nuevo intento bloqueado en el área enemiga, desafortunado gesto del mejor futbolista del mundo, seguido por un rostro desdibujado y derrotado de Batista al momento del silbatazo y la llegada de las series de tiros penales.
El dolor argentino es grande al cumplir la ‘Albiceleste’ 18 años sin un título a nivel mayor, no obstante producir a algunos de los mejores futbolistas del planeta. ¿Explicaciones? Varias y en distintos niveles: por fuera de la cancha, la designación precipitada de un técnico no suficientemente apto y la conformación de un colectivo sin armonía (el tema de Tévez fue ampliamente documentado); por dentro de la cancha, la pésima aplicación de la defensa, que no aportó seguridad al resto del equipo, y la falta de un liderazgo marcado en el terreno para salir delante de situaciones comprometidas.
La desilusión argentina fue mayúscula. “Chechos Pelota”, tituló el influyente diario deportivo Olé, en alusión al apodo de Batista (Checho), y agregó en su portada, “Así no va más. Sin corazón, sin defensa, sin una idea táctica 11 contra 10 por 48 minutos, sin respaldo al futbol de Messi, Uruguay nos deja afuera. ¡Basta de improvisación!”.