Folkloristas de Urkupiña dejan de bailar y convierten la segunda promesa en romería
Quillacollo, Abi
Unas 60 fraternidades que participarán en la festividad de la Virgen de Urkupiña convirtieron el domingo la segunda promesa en una romería, al negarse a bailar por una Ordenanza Municipal que impide que una empresa cervecera auspicie este evento en esta localidad que está ubicada 13 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
"Estamos cumpliendo la determinación de las fraternidades que fijaron para este domingo la realización de una romería y que no íbamos a bailar", explicó el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, Antonio Villarroel.
Señaló que la medida fue adoptada porque fracasaron el pasado viernes las negociaciones con las autoridades del Concejo Municipal de Quillacollo para flexibilizar la mencionada Ordenanza.
La medida establece, a manera de "Ley seca", la prohibición de comercializar o consumir bebidas alcohólicas a 100 metros alrededor del trayecto de la entrada folklórica que se realiza cada 14 de agosto en honor a la Virgen de Urkupiña.
El representante de los bailarines mencionó que los fraternos sólo piden un auspicio que les permita reducir los costos de organización y que están de acuerdo con la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas.
Villarroel subrayó que si no prosperara la negociación, los dirigentes de las fraternidades se reunirán el jueves para evaluar la situación y adoptar medidas de presión.
Los integrantes de algunos grupos folklóricos con poca cantidad de bailarines dijeron que requieren auspicio empresarial, no necesariamente de una cervecera, porque no cuentan con recursos, como las fraternidades de morenada o caporal, para costear los gastos de contratación de bandas, transporte y la compra de refrigerios.
En ese marco es que los integrantes de las fraternidades que participarán en la fiesta de la Virgen de Urkupiña realizaron una romería con sus trajes de ensayo y flores en la mano, mientras que sus dirigentes estaban vestidos con ropa negra en su caminata hasta el templo de San Ildefonso.
Unas 60 fraternidades que participarán en la festividad de la Virgen de Urkupiña convirtieron el domingo la segunda promesa en una romería, al negarse a bailar por una Ordenanza Municipal que impide que una empresa cervecera auspicie este evento en esta localidad que está ubicada 13 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
"Estamos cumpliendo la determinación de las fraternidades que fijaron para este domingo la realización de una romería y que no íbamos a bailar", explicó el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos, Antonio Villarroel.
Señaló que la medida fue adoptada porque fracasaron el pasado viernes las negociaciones con las autoridades del Concejo Municipal de Quillacollo para flexibilizar la mencionada Ordenanza.
La medida establece, a manera de "Ley seca", la prohibición de comercializar o consumir bebidas alcohólicas a 100 metros alrededor del trayecto de la entrada folklórica que se realiza cada 14 de agosto en honor a la Virgen de Urkupiña.
El representante de los bailarines mencionó que los fraternos sólo piden un auspicio que les permita reducir los costos de organización y que están de acuerdo con la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas.
Villarroel subrayó que si no prosperara la negociación, los dirigentes de las fraternidades se reunirán el jueves para evaluar la situación y adoptar medidas de presión.
Los integrantes de algunos grupos folklóricos con poca cantidad de bailarines dijeron que requieren auspicio empresarial, no necesariamente de una cervecera, porque no cuentan con recursos, como las fraternidades de morenada o caporal, para costear los gastos de contratación de bandas, transporte y la compra de refrigerios.
En ese marco es que los integrantes de las fraternidades que participarán en la fiesta de la Virgen de Urkupiña realizaron una romería con sus trajes de ensayo y flores en la mano, mientras que sus dirigentes estaban vestidos con ropa negra en su caminata hasta el templo de San Ildefonso.