El bicentenario de la independencia de Venezuela galvaniza al chavismo
Chávez convalece en el palacio presidencial durante los actos de la celebración
Caracas, El País
A las once de la mañana de ayer, los televisores venezolanos se veían así: en el lado izquierdo de la pantalla, aparecía el presidente Hugo Chávez, erguido, vestido de traje, rodeado de su alto mando militar, dando la orden de iniciar los festejos por el bicentenario de la firma del Acta de Independencia de Venezuela desde el palacio de Gobierno. En el lado derecho, un general, con el pecho recargado de condecoraciones, diciendo desde el paseo de los Próceres, al otro lado de la ciudad, que él, en nombre de la Fuerza Armada Nacional, estaba dispuesto a obedecer. Lo que siguió fue un desfile cívico-militar de varias horas -de tanques, aviones de combate y tropas armadas hasta los dientes- con el que el Gobierno de Venezuela celebró la gesta civil que en 1811 fundó la República. Un evento que, además, sirvió para convocar la unidad del chavismo en estos momentos de crisis y que Chávez, convaleciente como está por el cáncer que padece, solo pudo ver por televisión.
A pesar de su estado de salud, Hugo Chávez no ha querido perderse estos festejos que preparó durante años y que tienen especial significación para este Gobierno que se autoproclama "bolivariano". "Con ustedes estoy en cuerpo, nervio, alma y espíritu; de nuevo repito, gracias Dios mío, gracias vida mía, gracias pueblo mío por haberme permitido, a pesar de las grandes dificultades, estar aquí plenamente con ustedes como estoy hoy", dijo Chávez, quien apenas el lunes volvió a Caracas tras un mes de ausencia. El 5 de junio pasado, el presidente venezolano partió a una gira regional que lo llevó a Brasil y Ecuador; pero el día 8 la enfermedad lo retuvo en Cuba.
El presidente venezolano no ha podido presidir en persona la celebración bicentenaria, pues en el último mes ha sido sometido a dos cirugías en Cuba -una de ellas para extirparle un tumor- y los médicos le recetaron reposo. "Viviremos y venceremos, ese es el inicio del retorno", dijo. No es solo el retorno de Chávez: es "el retorno de la patria plena, de la independencia plena, de la patria perpetua; el retorno del pueblo de Bolívar, la construcción del más grande sueño que ha nacido bajo este cielo y sobre esta tierra", ha vociferado Chávez, vía satélite, a través de los medios oficiales que retransmitían los actos. Su lugar en el palco presidencial lo ocuparon los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; de Uruguay, José Mujica, y de Paraguay, Fernando Lugo, que asistieron como invitados especiales de última hora.
Todo el que en Venezuela dice estar dispuesto a defender a la "patria" con la vida participó ayer en el desfile. En total, informó el jefe de la parada militar al presidente, desfilaron 12.475 "combatientes bolivarianos, socialistas, revolucionarios y antiimperialistas, equipados y acompañados del poder popular". Son amas de casa, jubilados, campesinos, estudiantes y obreros que forman parte de las milicias, un cuerpo armado paralelo a las tropas que reciben órdenes directas del presidente.
Desde que admitió su enfermedad, el jueves, Chávez ha insistido en que el chavismo debe mantenerse unido para conjurar cualquier conspiración. Su mensaje se multiplicó ayer en el desfile: "Cristo con nosotros, ¿quién contra nosotros? La revolución con nosotros, heroico pueblo Simón Bolívar", repetía ayer la voz en off que animaba el paso de los soldados ante la tribuna presidencial.
Caracas, El País
A las once de la mañana de ayer, los televisores venezolanos se veían así: en el lado izquierdo de la pantalla, aparecía el presidente Hugo Chávez, erguido, vestido de traje, rodeado de su alto mando militar, dando la orden de iniciar los festejos por el bicentenario de la firma del Acta de Independencia de Venezuela desde el palacio de Gobierno. En el lado derecho, un general, con el pecho recargado de condecoraciones, diciendo desde el paseo de los Próceres, al otro lado de la ciudad, que él, en nombre de la Fuerza Armada Nacional, estaba dispuesto a obedecer. Lo que siguió fue un desfile cívico-militar de varias horas -de tanques, aviones de combate y tropas armadas hasta los dientes- con el que el Gobierno de Venezuela celebró la gesta civil que en 1811 fundó la República. Un evento que, además, sirvió para convocar la unidad del chavismo en estos momentos de crisis y que Chávez, convaleciente como está por el cáncer que padece, solo pudo ver por televisión.
A pesar de su estado de salud, Hugo Chávez no ha querido perderse estos festejos que preparó durante años y que tienen especial significación para este Gobierno que se autoproclama "bolivariano". "Con ustedes estoy en cuerpo, nervio, alma y espíritu; de nuevo repito, gracias Dios mío, gracias vida mía, gracias pueblo mío por haberme permitido, a pesar de las grandes dificultades, estar aquí plenamente con ustedes como estoy hoy", dijo Chávez, quien apenas el lunes volvió a Caracas tras un mes de ausencia. El 5 de junio pasado, el presidente venezolano partió a una gira regional que lo llevó a Brasil y Ecuador; pero el día 8 la enfermedad lo retuvo en Cuba.
El presidente venezolano no ha podido presidir en persona la celebración bicentenaria, pues en el último mes ha sido sometido a dos cirugías en Cuba -una de ellas para extirparle un tumor- y los médicos le recetaron reposo. "Viviremos y venceremos, ese es el inicio del retorno", dijo. No es solo el retorno de Chávez: es "el retorno de la patria plena, de la independencia plena, de la patria perpetua; el retorno del pueblo de Bolívar, la construcción del más grande sueño que ha nacido bajo este cielo y sobre esta tierra", ha vociferado Chávez, vía satélite, a través de los medios oficiales que retransmitían los actos. Su lugar en el palco presidencial lo ocuparon los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; de Uruguay, José Mujica, y de Paraguay, Fernando Lugo, que asistieron como invitados especiales de última hora.
Todo el que en Venezuela dice estar dispuesto a defender a la "patria" con la vida participó ayer en el desfile. En total, informó el jefe de la parada militar al presidente, desfilaron 12.475 "combatientes bolivarianos, socialistas, revolucionarios y antiimperialistas, equipados y acompañados del poder popular". Son amas de casa, jubilados, campesinos, estudiantes y obreros que forman parte de las milicias, un cuerpo armado paralelo a las tropas que reciben órdenes directas del presidente.
Desde que admitió su enfermedad, el jueves, Chávez ha insistido en que el chavismo debe mantenerse unido para conjurar cualquier conspiración. Su mensaje se multiplicó ayer en el desfile: "Cristo con nosotros, ¿quién contra nosotros? La revolución con nosotros, heroico pueblo Simón Bolívar", repetía ayer la voz en off que animaba el paso de los soldados ante la tribuna presidencial.