El asesino de Oslo dice que organizó junto a "dos células" los ataques
Oslo, Agencias
La Policía piensa en revisar a la baja el número de víctimas en la matanza de Utoya. Breivik se enfrentaría a una pena máxima de 21 años
El presunto autor de los atentados de Oslo, Anders Behring Breivik, sale de los juzgados tras declarar ante el juez. EFE/Jon Are Berg Jacobsen El presunto autor de los atentados de Oslo, Anders Behring Breivik, sale de los juzgados tras declarar ante el juez.
Anders Behring Breivik ha comparecido por primera vez ante el el juez por el asesinato de 93 personas el pasado viernes en un doble ataque perpetrado en Oslo y la pequeña isla noruega de Utoya. La Corte decidió a media mañana que la primera vista, que duró poco más de una hora, se desarrollara a puerta cerrada por temas de seguridad pese a que el acusado había solicitado la presencia de la prensa.
El presunto ha asegurado que tiene "otras dos células" en su organización, según ha informado el juez tras tomarle declaración y decretar su prisión preventiva.
A su llegada al juzgado, Breivik fue recibido por una masa de gente que zarandeó el coche policial y le llamaba traidor. Según indicaba el diario The Guardian esta mañana, Breivik, de 32 años y definido como un fundamentalista cristiano, islamófobo y ultraderechista, pensaba declararse no culpable pese haber confesado ser el responsable de la matanza, que definió durante los interrogatorios policiales como "atroz, pero necesaria".
En un comunicado, el juez confirmó que la Fiscalía pedirá un primer tiempo de reclusión de ocho semanas durante el cual durarán los interrogatorios y que podría extenderse dependiendo de la duración del juicio. Tal y como marcan las leyes noruegas, Breivik se enfrentaría como máximo a una pena de 21 años de cárcel.
Antes se conoció que la Fiscalía polaca ha interrogado a un hombre por su relación con el asesino, al que habría vendido los materiales químicos que fueron utilizados después por Breivik para crear el explosivo de la capital noruega.
La Policía, además, anunció que posiblemente revisará el número de víctimas en la isla de Utoya. La nueva cifra será hecha pública esta tarde. Breivik había hecho llegar a través de su abogado una petición para que los medios de comunicación estuvieran presentes en la vista y solicitó permiso para acudir en uniforme.
Minuto de silencio en todo el país
Y mientras la Policía ha anunciado esta mañana la más que posible revisión a la baja del número de víctimas en la masacre de Utoya (hasta ahora se había hablado de 86 en el campamento juvenil y otras siete en el atentado con bomba en el centro de Oslo), el país celebró este lunes un minuto de silencio en recuerdo de los muertos y sus familiares.
Según los medios noruegos, entre los posibles objetivos de Breivik estaba una exprimera ministra
Entre las víctimas se encuentra Tron Berntsen, hermanastro de la princesa noruega Mette-Marit, según informa el diario Dagbladet. Berntsen, policía de 51 años, murió protegiendo a su hijo de diez años.
Según informa el diario Aftenposten, el propósito del autor confeso de la matanza era asesinar también en la isla a la ex primera ministra Gro Harlem Brundland, que ese día había visitado el lugar. Brundland, de 72 años, es una de las figuras más destacadas internacionalmente de la política noruega, ya que además de varias legislaturas al frente del Gobierno fue secretaria general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Pensaba que estaba matando a mis amigos mientras yo estaba escondido"
También ha impresionado el relato de uno de los médicos que atendió a las víctimas, mediante el que se ha conocido que el autor usó un tipo de munición especial, prohibida en las guerras, para causar la mayor matanza posible en su ataque al campamento juvenil.
El asesino utilizó balas expansivas para causar el mayor daño posible
En una entrevista en la edición digital de VG, el cirujano jefe del hospital Ringerike, Colin Poole, que ha tratado a 16 heridos en el tiroteo de la isla de Utøya, aseguró que el agresor empleó las denominadas balas expansivas o "dum-dum", que tienen los extremos (la punta y el culote) huecos para que el núcleo se fragmente en el impacto.
"Esas balas más o menos explotaban dentro del cuerpo de las víctimas. Las heridas internas que tenían eran absolutamente terribles", explicó Poole. "Los fragmentos son tan pequeños. Nunca había visto algo así", señaló Poole, a pesar de sus 26 años de experiencia.
Esta mañana, uno de los chicos que estaba en el campamento en el momento del ataque describió su experiencia al programa BBC Breakfast: "Empecé a escuchar los disparos, vi a gente que caía al suelo y después él iba disparándolos en la cabeza. Entendí que se trataba de algo serio así que eché a correr. Me escondí en una zona boscosa y en una cabaña, debajo de una cama, hasta que llegó la Policía".
"Éramos casi 40 en esa cabaña y podíamos escuchar disparos todo el tiempo. Fue terrible porque pensé que estaba disparando a mis amigos mientras yo estaba allí escondido, pero lo único que era capa de hacer era rezar y esperar para que no llegara a la cabaña".
La Policía francesa protege la casa de su padre
La Policía francesa ha decidido proteger la casa de Jens Breivik en la localidad de Cournamel, como precaución ante la posibilidad de que sufra algún tipo de ataque.
En un primer momento, la agencia AFP aseguró que una docena de gendarmes se habían desplazado hasta la vivienda del diplomático noruego para registrarla en busca de pistas, aunque el alcalde de Carcassonne, aclaró que los agentes sólo estaban allí como medida preventiva.
En una entrevista ayer en el diario Verdens Gang, el padre de Breivik aseguró no haber visto o hablado con su hijo en años y dijo estar en estado de shock.
La Policía piensa en revisar a la baja el número de víctimas en la matanza de Utoya. Breivik se enfrentaría a una pena máxima de 21 años
El presunto autor de los atentados de Oslo, Anders Behring Breivik, sale de los juzgados tras declarar ante el juez. EFE/Jon Are Berg Jacobsen El presunto autor de los atentados de Oslo, Anders Behring Breivik, sale de los juzgados tras declarar ante el juez.
Anders Behring Breivik ha comparecido por primera vez ante el el juez por el asesinato de 93 personas el pasado viernes en un doble ataque perpetrado en Oslo y la pequeña isla noruega de Utoya. La Corte decidió a media mañana que la primera vista, que duró poco más de una hora, se desarrollara a puerta cerrada por temas de seguridad pese a que el acusado había solicitado la presencia de la prensa.
El presunto ha asegurado que tiene "otras dos células" en su organización, según ha informado el juez tras tomarle declaración y decretar su prisión preventiva.
A su llegada al juzgado, Breivik fue recibido por una masa de gente que zarandeó el coche policial y le llamaba traidor. Según indicaba el diario The Guardian esta mañana, Breivik, de 32 años y definido como un fundamentalista cristiano, islamófobo y ultraderechista, pensaba declararse no culpable pese haber confesado ser el responsable de la matanza, que definió durante los interrogatorios policiales como "atroz, pero necesaria".
En un comunicado, el juez confirmó que la Fiscalía pedirá un primer tiempo de reclusión de ocho semanas durante el cual durarán los interrogatorios y que podría extenderse dependiendo de la duración del juicio. Tal y como marcan las leyes noruegas, Breivik se enfrentaría como máximo a una pena de 21 años de cárcel.
Antes se conoció que la Fiscalía polaca ha interrogado a un hombre por su relación con el asesino, al que habría vendido los materiales químicos que fueron utilizados después por Breivik para crear el explosivo de la capital noruega.
La Policía, además, anunció que posiblemente revisará el número de víctimas en la isla de Utoya. La nueva cifra será hecha pública esta tarde. Breivik había hecho llegar a través de su abogado una petición para que los medios de comunicación estuvieran presentes en la vista y solicitó permiso para acudir en uniforme.
Minuto de silencio en todo el país
Y mientras la Policía ha anunciado esta mañana la más que posible revisión a la baja del número de víctimas en la masacre de Utoya (hasta ahora se había hablado de 86 en el campamento juvenil y otras siete en el atentado con bomba en el centro de Oslo), el país celebró este lunes un minuto de silencio en recuerdo de los muertos y sus familiares.
Según los medios noruegos, entre los posibles objetivos de Breivik estaba una exprimera ministra
Entre las víctimas se encuentra Tron Berntsen, hermanastro de la princesa noruega Mette-Marit, según informa el diario Dagbladet. Berntsen, policía de 51 años, murió protegiendo a su hijo de diez años.
Según informa el diario Aftenposten, el propósito del autor confeso de la matanza era asesinar también en la isla a la ex primera ministra Gro Harlem Brundland, que ese día había visitado el lugar. Brundland, de 72 años, es una de las figuras más destacadas internacionalmente de la política noruega, ya que además de varias legislaturas al frente del Gobierno fue secretaria general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Pensaba que estaba matando a mis amigos mientras yo estaba escondido"
También ha impresionado el relato de uno de los médicos que atendió a las víctimas, mediante el que se ha conocido que el autor usó un tipo de munición especial, prohibida en las guerras, para causar la mayor matanza posible en su ataque al campamento juvenil.
El asesino utilizó balas expansivas para causar el mayor daño posible
En una entrevista en la edición digital de VG, el cirujano jefe del hospital Ringerike, Colin Poole, que ha tratado a 16 heridos en el tiroteo de la isla de Utøya, aseguró que el agresor empleó las denominadas balas expansivas o "dum-dum", que tienen los extremos (la punta y el culote) huecos para que el núcleo se fragmente en el impacto.
"Esas balas más o menos explotaban dentro del cuerpo de las víctimas. Las heridas internas que tenían eran absolutamente terribles", explicó Poole. "Los fragmentos son tan pequeños. Nunca había visto algo así", señaló Poole, a pesar de sus 26 años de experiencia.
Esta mañana, uno de los chicos que estaba en el campamento en el momento del ataque describió su experiencia al programa BBC Breakfast: "Empecé a escuchar los disparos, vi a gente que caía al suelo y después él iba disparándolos en la cabeza. Entendí que se trataba de algo serio así que eché a correr. Me escondí en una zona boscosa y en una cabaña, debajo de una cama, hasta que llegó la Policía".
"Éramos casi 40 en esa cabaña y podíamos escuchar disparos todo el tiempo. Fue terrible porque pensé que estaba disparando a mis amigos mientras yo estaba allí escondido, pero lo único que era capa de hacer era rezar y esperar para que no llegara a la cabaña".
La Policía francesa protege la casa de su padre
La Policía francesa ha decidido proteger la casa de Jens Breivik en la localidad de Cournamel, como precaución ante la posibilidad de que sufra algún tipo de ataque.
En un primer momento, la agencia AFP aseguró que una docena de gendarmes se habían desplazado hasta la vivienda del diplomático noruego para registrarla en busca de pistas, aunque el alcalde de Carcassonne, aclaró que los agentes sólo estaban allí como medida preventiva.
En una entrevista ayer en el diario Verdens Gang, el padre de Breivik aseguró no haber visto o hablado con su hijo en años y dijo estar en estado de shock.