El ambiente argentino no habla de fracaso, sino de decepción
Buenos Aires, Clarín
Los gritos de los hinchas en la noche santafesina del sábado pasado en el estadio de Colón, con la eliminación de Argentina de la Copa América consumada, dejaron su lugar para la reflexión. Una reflexión que parte de una pregunta simple, pero cuyas respuestas abren más y más interrogantes. La pregunta es por qué la selección dirigida por Sergio Batista se despidió del torneo de manera temprana. Las respuestas las intentan brindar varias personalidades del ambiente de la pelota, todas ellas consultadas por Clarín.
“Hay cosas positivas y otras tantas por mejorar. Pienso que hay que pensar en el presente y construir un equipo a futuro, que tenga una identidad”, comenta Roberto Ayala, toda una voz autorizada cuando se trata de la Selección. Precisamente esa identidad de la que habla el Ratón es desde donde Angel Cappa parte y deja su punto de vista: “Todos los trabajos en el fútbol requieren de una etapa previa de búsqueda. Batista quiere jugar dentro de la idea futbolística que tiene el Barcelona. Pero todavía no la encontró”. Inevitablemente, Sergio Batista es el que queda en el centro de la escena. Sin embargo, los que fueron consultados por este diario, al igual que el ex director técnico de Gimnasia, prefieren no hablar de la palabra fracaso. “Decepción es lo que debe tener el equipo porque no se logró el objetivo”, asegura Jorge Borrelli, campeón en la Copa América de 1993, el último título oficial -de mayores- que ganó Argentina. Eso sí: más allá de esto, algunas críticas caen sobre el Checho: “En esta Selección hay muchos jugadores que no juegan en sus puestos naturales, como por ejemplo Zanetti, que es lateral derecho pero terminó jugando por izquierda”, se descarga Miguel Angel Oviedo, quien alzó la Copa del Mundo en el Mundial de Argentina 1978. Y Daniel Bertoni, su compañero en ese plantel comandado por César Menotti, agrega: “Creo que el Checho gastó muchos jugadores en tres puestos, y así se quedó sin opciones. ¿Qué puestos? El de arquero, que por reglamento tenés que tener tres, el de volante central y el de delantero. Hubo superpoblación en esos lugares”.
En el medio de todo esto, hay algo en que todos coinciden: la importancia de Lionel Messi. “Lio hizo la diferencia, se puso al equipo al hombro, pero estuvo aislado”, dice Bertoni. “Dependemos exclusivamente de lo que pueda hacer Messi”, sostiene Oviedo.
Golpe duro, identidad, corregir e idea futbolística son algunas de las palabras que se repiten a lo largo de cada charla. Como para que alguien tome nota y comience la recuperación de Argentina.
Los gritos de los hinchas en la noche santafesina del sábado pasado en el estadio de Colón, con la eliminación de Argentina de la Copa América consumada, dejaron su lugar para la reflexión. Una reflexión que parte de una pregunta simple, pero cuyas respuestas abren más y más interrogantes. La pregunta es por qué la selección dirigida por Sergio Batista se despidió del torneo de manera temprana. Las respuestas las intentan brindar varias personalidades del ambiente de la pelota, todas ellas consultadas por Clarín.
“Hay cosas positivas y otras tantas por mejorar. Pienso que hay que pensar en el presente y construir un equipo a futuro, que tenga una identidad”, comenta Roberto Ayala, toda una voz autorizada cuando se trata de la Selección. Precisamente esa identidad de la que habla el Ratón es desde donde Angel Cappa parte y deja su punto de vista: “Todos los trabajos en el fútbol requieren de una etapa previa de búsqueda. Batista quiere jugar dentro de la idea futbolística que tiene el Barcelona. Pero todavía no la encontró”. Inevitablemente, Sergio Batista es el que queda en el centro de la escena. Sin embargo, los que fueron consultados por este diario, al igual que el ex director técnico de Gimnasia, prefieren no hablar de la palabra fracaso. “Decepción es lo que debe tener el equipo porque no se logró el objetivo”, asegura Jorge Borrelli, campeón en la Copa América de 1993, el último título oficial -de mayores- que ganó Argentina. Eso sí: más allá de esto, algunas críticas caen sobre el Checho: “En esta Selección hay muchos jugadores que no juegan en sus puestos naturales, como por ejemplo Zanetti, que es lateral derecho pero terminó jugando por izquierda”, se descarga Miguel Angel Oviedo, quien alzó la Copa del Mundo en el Mundial de Argentina 1978. Y Daniel Bertoni, su compañero en ese plantel comandado por César Menotti, agrega: “Creo que el Checho gastó muchos jugadores en tres puestos, y así se quedó sin opciones. ¿Qué puestos? El de arquero, que por reglamento tenés que tener tres, el de volante central y el de delantero. Hubo superpoblación en esos lugares”.
En el medio de todo esto, hay algo en que todos coinciden: la importancia de Lionel Messi. “Lio hizo la diferencia, se puso al equipo al hombro, pero estuvo aislado”, dice Bertoni. “Dependemos exclusivamente de lo que pueda hacer Messi”, sostiene Oviedo.
Golpe duro, identidad, corregir e idea futbolística son algunas de las palabras que se repiten a lo largo de cada charla. Como para que alguien tome nota y comience la recuperación de Argentina.