¡Charlene se quiso escapar tres veces de Alberto!
La boda más falsa del mundo
Mientras las imágenes de la boda real en Mónaco recorren el mundo entero, no hace falta ser un experto en bodas para darse cuenta de que la flamante Princesa, Charlene Wittstock, no estaba feliz con el compromiso tomado junto a Alberto de Mónaco.
Unos días antes de la celebración, el Palacio de Mónaco había hecho público un comunicado que desmentía el rumor de que Charlene había querido escaparse de Francia para evitar la boda. Ahora, los periódicos franceses han triplicado la apuesta: afirman que la ex nadadora sudafricana intentó escaparse... ¡3 veces!
Así lo describe desde París la periodista María Laura Avignolo, quien trabaja como corresponsal para el periódico Clarín, y comenta que sólo los monegascos prefieren hablar de la belleza y elegancia de la Princesa, sin mencionar la tristeza y el rechazo que ella en realidad siente hacia Alberto y todo su entorno.
Por consiguiente, el periódico francés Journal de Dimanche, describió los tres intentos de huída de Wittstock, tras ser confirmados como "verdaderos" por fuentes muy cercanas al palacio.
Cuando Charlene viajó a París en mayo pasado para probarse su vestido de seda de Armani para la boda, se "refugió" en la embajada sudafricana porque no quería casarse. Después, intentó volver a huír en junio, mientras se llevaba a cabo el Gran Premio de Fórmula 1 en Mónaco, y por último, unos días atrás, cuando se dirigía a Niza para huir en un vuelo directo a Sudáfrica y ¡su pasaporte fue confiscado por la policía monegasca en el helipuerto!
Más allá de que las versiones sean completamente ciertas o no, es injustificable el comportamiento poco amoroso que se observó en la pareja antes, durante y después de la boda. ¿Quién podría asegurar que las lágrimas derramadas por Charlene son de emoción y felicidad?
Para los que se preguntan... ¿Por qué no quería casarse? La Princesa Charlene habría desatado su furia al descubrirle a su ahora esposo, dos hijos ilegítimos, uno de los cuales tendría la misma edad de la relación entre ellos. Además, es un secreto a voces que Charlene debía ser un producto de exportación para promover el turismo y el interés por este reino fundado en 1297.
Mientras las imágenes de la boda real en Mónaco recorren el mundo entero, no hace falta ser un experto en bodas para darse cuenta de que la flamante Princesa, Charlene Wittstock, no estaba feliz con el compromiso tomado junto a Alberto de Mónaco.
Unos días antes de la celebración, el Palacio de Mónaco había hecho público un comunicado que desmentía el rumor de que Charlene había querido escaparse de Francia para evitar la boda. Ahora, los periódicos franceses han triplicado la apuesta: afirman que la ex nadadora sudafricana intentó escaparse... ¡3 veces!
Así lo describe desde París la periodista María Laura Avignolo, quien trabaja como corresponsal para el periódico Clarín, y comenta que sólo los monegascos prefieren hablar de la belleza y elegancia de la Princesa, sin mencionar la tristeza y el rechazo que ella en realidad siente hacia Alberto y todo su entorno.
Por consiguiente, el periódico francés Journal de Dimanche, describió los tres intentos de huída de Wittstock, tras ser confirmados como "verdaderos" por fuentes muy cercanas al palacio.
Cuando Charlene viajó a París en mayo pasado para probarse su vestido de seda de Armani para la boda, se "refugió" en la embajada sudafricana porque no quería casarse. Después, intentó volver a huír en junio, mientras se llevaba a cabo el Gran Premio de Fórmula 1 en Mónaco, y por último, unos días atrás, cuando se dirigía a Niza para huir en un vuelo directo a Sudáfrica y ¡su pasaporte fue confiscado por la policía monegasca en el helipuerto!
Más allá de que las versiones sean completamente ciertas o no, es injustificable el comportamiento poco amoroso que se observó en la pareja antes, durante y después de la boda. ¿Quién podría asegurar que las lágrimas derramadas por Charlene son de emoción y felicidad?
Para los que se preguntan... ¿Por qué no quería casarse? La Princesa Charlene habría desatado su furia al descubrirle a su ahora esposo, dos hijos ilegítimos, uno de los cuales tendría la misma edad de la relación entre ellos. Además, es un secreto a voces que Charlene debía ser un producto de exportación para promover el turismo y el interés por este reino fundado en 1297.