Bolivia rechaza que se ponga en duda voluntad política y esfuerzos contra el narcotráfico
La Paz, ABI
Bolivia no acepta informes de organismos internacionales que pongan en duda la voluntad política y los esfuerzos que realiza en la lucha contra el narcotráfico, manifestó el miércoles el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.
En una conferencia de prensa, Llorenti rechazó el informe emitido el martes por la Junta Interamericana de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que criticó la decisión de Bolivia de denunciar la Convención de Estupefacientes de 1961.
El Ministro manifestó que esos mensajes muestran una "hipocresía porque tratan de descalificar las acciones de Bolivia y sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico".
Reiteró que Bolivia tiene una política de Estado absolutamente clara al respecto, al igual que en defensa de la coca por el contenido cultural que representa.
"La coca no hace daño a la salud, al contrario tiene beneficios medicinales y alimenticios, como lo señalan varias investigaciones realizadas por organismos internacionales", anotó.
Llorenti enfatizó que existe la suficiente conciencia en la comunidad internacional sobre el consumo tradicional y cultural de la hoja de coca.
Al denunciar esa Convención, Bolivia ha cuestionado la inclusión de la coca en la lista de estupefacientes sin tener conciencia cabal de lo que significa, una vez que no es una droga.
"Estamos conscientes de que esos informes forman parte de ciertos intereses que buscan cuestionar la lucha contra el narcotráfico que ha emprendido Bolivia y debilitar la defensa de la coca, como parte de su cultura y tradiciones", dijo.
"A Bolivia no le sorprende este tipo de comunicados, de organismos internacionales que actúan movidos por ciertos intereses", subrayó.
El Ministro reiteró que Bolivia "rechaza con énfasis que se ponga en duda la vocación de Bolivia sobre el compromiso no solamente con la comunidad internacional, sino con el país, de luchar contra el narcotráfico".
Agregó que los resultados del combate a la droga demostrados por el país son categóricos. "En los últimos cinco años se han batido todos los récords tanto en la incautación de drogas, la destrucción de laboratorios de los narcotraficantes y la reducción voluntaria de los cultivos ilegales de hojas de coca".
Dijo que, en sujeción a los mandatos de la Carta Magna promulgada en febrero de 2009 en base a la voluntad del pueblo boliviano, la coca "no puede ser considerado un estupefaciente, una vez que sus usos son parte esencial de la cultura nacional".
Aseveró que Bolivia ha denunciado la Convención de Estupefacientes de 1961, específicamente sobre un tema puntual para que la coca sea excluida de la lista de drogas cuando no es", enfatizó.
Bolivia no acepta informes de organismos internacionales que pongan en duda la voluntad política y los esfuerzos que realiza en la lucha contra el narcotráfico, manifestó el miércoles el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti.
En una conferencia de prensa, Llorenti rechazó el informe emitido el martes por la Junta Interamericana de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), que criticó la decisión de Bolivia de denunciar la Convención de Estupefacientes de 1961.
El Ministro manifestó que esos mensajes muestran una "hipocresía porque tratan de descalificar las acciones de Bolivia y sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico".
Reiteró que Bolivia tiene una política de Estado absolutamente clara al respecto, al igual que en defensa de la coca por el contenido cultural que representa.
"La coca no hace daño a la salud, al contrario tiene beneficios medicinales y alimenticios, como lo señalan varias investigaciones realizadas por organismos internacionales", anotó.
Llorenti enfatizó que existe la suficiente conciencia en la comunidad internacional sobre el consumo tradicional y cultural de la hoja de coca.
Al denunciar esa Convención, Bolivia ha cuestionado la inclusión de la coca en la lista de estupefacientes sin tener conciencia cabal de lo que significa, una vez que no es una droga.
"Estamos conscientes de que esos informes forman parte de ciertos intereses que buscan cuestionar la lucha contra el narcotráfico que ha emprendido Bolivia y debilitar la defensa de la coca, como parte de su cultura y tradiciones", dijo.
"A Bolivia no le sorprende este tipo de comunicados, de organismos internacionales que actúan movidos por ciertos intereses", subrayó.
El Ministro reiteró que Bolivia "rechaza con énfasis que se ponga en duda la vocación de Bolivia sobre el compromiso no solamente con la comunidad internacional, sino con el país, de luchar contra el narcotráfico".
Agregó que los resultados del combate a la droga demostrados por el país son categóricos. "En los últimos cinco años se han batido todos los récords tanto en la incautación de drogas, la destrucción de laboratorios de los narcotraficantes y la reducción voluntaria de los cultivos ilegales de hojas de coca".
Dijo que, en sujeción a los mandatos de la Carta Magna promulgada en febrero de 2009 en base a la voluntad del pueblo boliviano, la coca "no puede ser considerado un estupefaciente, una vez que sus usos son parte esencial de la cultura nacional".
Aseveró que Bolivia ha denunciado la Convención de Estupefacientes de 1961, específicamente sobre un tema puntual para que la coca sea excluida de la lista de drogas cuando no es", enfatizó.