Bahréin inicia diálogo tras meses de represión
Manama, Agencias
Los gobernantes suníes de Bahréin iniciaron el sábado conversaciones de reconciliación sin precedente con los opositores tras cuatro meses de protestas encabezadas por los chiíes y una intensa represión gubernamental.
Washington ha presionado fuertemente para que haya un diálogo en esta estratégica isla del Golfo Pérsico, en la que se encuentra la Quinta Flota de la Armada estadounidense.
La monarquía suní ha hecho algunas concesiones antes de comenzar el así llamado "diálogo nacional", entre ellas respaldar una investigación internacional que incluirá pesquisas en torno a la conducta de las fuerzas de seguridad durante la revuelta.
Sin embargo, el gobierno no ha cedido a las exigencias de la oposición de liberar a todos los detenidos y absolver a otros que han sido declarados culpables de cargos vinculados con las protestas, entre ellos ocho activistas sentenciados a cadena perpetua el mes pasado.
El mayor partido chií de Bahréin, Al Wefaq, decidió en el último momento sumarse a las conversaciones encabezadas por el gobierno, que comenzaron el sábado en un centro de convenciones en la capital, Manama, con cerca de 300 delegados de varios partidos políticos y grupos vinculados al gobierno.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner pidió a los participantes "involucrarse constructivamente en este proceso para lograr reformas que respondan a las aspiraciones legítimas del pueblo de Bahréin".
La participación de Al Wefaq "añade una voz importante de la oposición política de Bahréin a un proceso que tiene el potencial de servir como vehículo para la reforma y la reconciliación", agregó Toner.
El presidente del Parlamento, Jalifa bin Ahmed al-Dahrani, inauguró el foro al elogiar el encuentro como "una oportunidad histórica para que todos superemos esta etapa crucial de la historia de la nación a través del diálogo".
Después de una sesión solemne de 45 minutos, los participantes concluyeron sus labores de la jornada. Las conversaciones se extenderán hasta finales de julio y los delegados se reunirán tres veces por semana.
Los gobernantes suníes de Bahréin iniciaron el sábado conversaciones de reconciliación sin precedente con los opositores tras cuatro meses de protestas encabezadas por los chiíes y una intensa represión gubernamental.
Washington ha presionado fuertemente para que haya un diálogo en esta estratégica isla del Golfo Pérsico, en la que se encuentra la Quinta Flota de la Armada estadounidense.
La monarquía suní ha hecho algunas concesiones antes de comenzar el así llamado "diálogo nacional", entre ellas respaldar una investigación internacional que incluirá pesquisas en torno a la conducta de las fuerzas de seguridad durante la revuelta.
Sin embargo, el gobierno no ha cedido a las exigencias de la oposición de liberar a todos los detenidos y absolver a otros que han sido declarados culpables de cargos vinculados con las protestas, entre ellos ocho activistas sentenciados a cadena perpetua el mes pasado.
El mayor partido chií de Bahréin, Al Wefaq, decidió en el último momento sumarse a las conversaciones encabezadas por el gobierno, que comenzaron el sábado en un centro de convenciones en la capital, Manama, con cerca de 300 delegados de varios partidos políticos y grupos vinculados al gobierno.
En Washington, el portavoz del Departamento de Estado Mark Toner pidió a los participantes "involucrarse constructivamente en este proceso para lograr reformas que respondan a las aspiraciones legítimas del pueblo de Bahréin".
La participación de Al Wefaq "añade una voz importante de la oposición política de Bahréin a un proceso que tiene el potencial de servir como vehículo para la reforma y la reconciliación", agregó Toner.
El presidente del Parlamento, Jalifa bin Ahmed al-Dahrani, inauguró el foro al elogiar el encuentro como "una oportunidad histórica para que todos superemos esta etapa crucial de la historia de la nación a través del diálogo".
Después de una sesión solemne de 45 minutos, los participantes concluyeron sus labores de la jornada. Las conversaciones se extenderán hasta finales de julio y los delegados se reunirán tres veces por semana.