Arrancan los Sanfermines en España; ningún muerto
Pamplona, Agencias
Miles de envalentonados participantes en las fiestas de los Sanfermines en España desafiaron a seis toros de lidia y otros seis bueyes en la primera carrera tras el "chupinazo", el cohete que marca el principio de la fiesta patronal.
No hubo personas heridas por cornadas durante la primera carrera de las fiestas, que se celebró a las 8 de la mañana a lo largo de una ruta por calles empedradas desde un corral hasta la plaza de toros y que duró menos de tres minutos.
Cuatro personas fueron llevadas a los hospitales en esta provincia de Navarra con heridas menores, una de ellas con las costillas fracturadas, en una carrera donde los seis bueyes guía le robaron el espectáculo a los toros de lidia de la ganadería Torrestrella, famosa por producir toros peligrosos.
Personas venidas de todo el mundo ponen a prueba su valentía en las carreras y participan en los festejos de los Sanfermines, un cúmulo interminable de fiestas con música, comida y bailes en las calles de la ciudad.
Los corredores, vestidos con la tradicional ropa blanca y pañoletas rojas en el cuello, se encimaban unos a otros o se caían mientras corrían para no ser cornados o pisoteados por los animales.
"Nada de lo que había escuchado antes se compara con lo que pasó realmente", dijo Allison Byrne, una mujer originaria de California, de 28 años, cuyo esposo Brian corrió por primera vez.
"Los bueyes son lo mismos que los perros pastores, están allí para manejar el encierro. Si no hubiera bueyes, los toros a los 100 metros se detienen", explicó por su parte Javier Solano, quien tiene 37 años de experiencia con los Sanfermines.
Agregó que "son imprescindibles en el encierro para que completen todo el recorrido. Lo que pasa es que hay bueyes jóvenes como pasó hoy, que no saben nada del recorrido, y un buey perdido puede ser tan peligroso como un mismo toro. Los bueyes este año son malos, han sido los protagonistas".
También hubo momentos inesperados, como cuando uno de los bueyes se separó del grupo y embistió de regreso contra los corredores que pensaban que ya había terminado el encierro.
Julen Irurzun, de 20 años, dijo por su parte que "la verdad es que había poca gente para el primer encierro, pero muy a gusto".
La fiesta de San Fermín, elogiada por la novela de Ernest Hemingway titulada "The Sun Also Rises" (Fiesta), es reconocida en todo el mundo por sus encierros y corridas con toros de lidia.
A las 8 de la mañana de cada día entre el 7 y el 14 de julio seis toros con un peso medio superior a los 500 kilos (1.100 libras) son soltados con el estruendo de un cohete que marca el inicio de la carrera y otro que marca su fin en la plaza de toros. En total se trata de un recorrido de unos 800 metros (875 yardas) por el casco viejo de la ciudad, que ha sido vallado.
Quince personas han muerto por cornada de toro en estos festejos desde que comenzaron a ser recopiladas las estadísticas en 1924.
Miles de envalentonados participantes en las fiestas de los Sanfermines en España desafiaron a seis toros de lidia y otros seis bueyes en la primera carrera tras el "chupinazo", el cohete que marca el principio de la fiesta patronal.
No hubo personas heridas por cornadas durante la primera carrera de las fiestas, que se celebró a las 8 de la mañana a lo largo de una ruta por calles empedradas desde un corral hasta la plaza de toros y que duró menos de tres minutos.
Cuatro personas fueron llevadas a los hospitales en esta provincia de Navarra con heridas menores, una de ellas con las costillas fracturadas, en una carrera donde los seis bueyes guía le robaron el espectáculo a los toros de lidia de la ganadería Torrestrella, famosa por producir toros peligrosos.
Personas venidas de todo el mundo ponen a prueba su valentía en las carreras y participan en los festejos de los Sanfermines, un cúmulo interminable de fiestas con música, comida y bailes en las calles de la ciudad.
Los corredores, vestidos con la tradicional ropa blanca y pañoletas rojas en el cuello, se encimaban unos a otros o se caían mientras corrían para no ser cornados o pisoteados por los animales.
"Nada de lo que había escuchado antes se compara con lo que pasó realmente", dijo Allison Byrne, una mujer originaria de California, de 28 años, cuyo esposo Brian corrió por primera vez.
"Los bueyes son lo mismos que los perros pastores, están allí para manejar el encierro. Si no hubiera bueyes, los toros a los 100 metros se detienen", explicó por su parte Javier Solano, quien tiene 37 años de experiencia con los Sanfermines.
Agregó que "son imprescindibles en el encierro para que completen todo el recorrido. Lo que pasa es que hay bueyes jóvenes como pasó hoy, que no saben nada del recorrido, y un buey perdido puede ser tan peligroso como un mismo toro. Los bueyes este año son malos, han sido los protagonistas".
También hubo momentos inesperados, como cuando uno de los bueyes se separó del grupo y embistió de regreso contra los corredores que pensaban que ya había terminado el encierro.
Julen Irurzun, de 20 años, dijo por su parte que "la verdad es que había poca gente para el primer encierro, pero muy a gusto".
La fiesta de San Fermín, elogiada por la novela de Ernest Hemingway titulada "The Sun Also Rises" (Fiesta), es reconocida en todo el mundo por sus encierros y corridas con toros de lidia.
A las 8 de la mañana de cada día entre el 7 y el 14 de julio seis toros con un peso medio superior a los 500 kilos (1.100 libras) son soltados con el estruendo de un cohete que marca el inicio de la carrera y otro que marca su fin en la plaza de toros. En total se trata de un recorrido de unos 800 metros (875 yardas) por el casco viejo de la ciudad, que ha sido vallado.
Quince personas han muerto por cornada de toro en estos festejos desde que comenzaron a ser recopiladas las estadísticas en 1924.