Alexis Sánchez, el mejor de todos
Buenos Aires, Espn
Hace un par de semanas, Claudio Borghi aseguró que Alexis Sánchez era uno de los mejores diez futbolistas del mundo. La afirmación, a primera vista, pareció un tanto exagerada. Sin embargo, el Niño Maravilla tuvo un debut brillante en la Copa América, se plantó como referencia de ataque para un Chile con momentos de alto vuelo y le devolvió parte de la confianza a su técnico, otorgándole cierta legitimidad al elogio desmedido.
Es que el muchacho se lució: formó un tándem eficaz, efectivo y permanente con Mauricio Isla por la banda derecha y se retrasó para tomar las riendas del juego cuando Matías Fernández falló en la creación. Se movió con soltura, se mostró desmarcado, jugó para el equipo. Fue el mejor de la primera fecha en un torneo que vio en cancha a Messi, Tevez, Neymar, Pato, Robinho, Cavani, Forlán, Falcao, Santa Cruz, Guerrero, Gio Dos Santos y Rondón, como para nombrar algunos de los hombres que brillaron durante esta temporada.
Hoy, Alexis obliga a olvidarse de otros para hablar de él. Los que hayan seguido su temporada en el Udinese tendrán menos de qué sorprenderse. La verdad es que durante el año demostró que ha crecido deportivamente, que ha madurado: ya no es un gambeteador obstinado, sabe administrar sus amagues y juega con el pase como primera opción.
Alexis Sánchez
Getty ImagesAlexis fue el mejor jugador de la primera fecha
En Italia también se juntó con Isla y se cansó de asistir a Di Natale para transformarlo en goleador del Calcio. La pregunta era si podría sentirse igual de cómodo en su seleccionado. En el Mundial no lo había logrado del todo. Ahora parece definitivamente consolidado.
El cambio de entrenador también pareció beneficiarlo en cierto punto. Si Bielsa apuntaba a un vértigo eminentemente vertical, Borghi parece inclinarse a un esquema de posesión y pases horizontales en el cual Sánchez aprovecha mejor su ductilidad. Es rapidísimo, pero su lectura de espacios es aún mejor que su manejo en velocidad: le conviene buscar un toque al vacío antes que un desborde.
También ha variado su posición en la cancha. Ya no es más extremo derecho, aunque juegue tirado por ese carril. Se ha alejado de la línea para moverse como media punta. Está más cerca del arco, algo que lo beneficia por su capacidad de definición, y tiene más espacios para decidir hacia dónde engancha. Además, al cerrarse hacia el centro, permite el paso de Isla por aufera, algo que -como ya se dijo- le funcionó al equipo durante todo el duelo ante México.
Pero quizá lo más destacado de este talentoso delantero haya sido su indisciplina táctica, su escasa voluntad de encajonarse en un puesto fijo. Alexis se movió mucho por todo el frente de ataque. Combinó por izquierda con Beausejour y se mostró como opción de pase permanente para Humberto Suazo. Esa combinación de delanteros también resultó exitosa en el circuito de pase, aunque no pudo plasmar su estética en la red.
Lo único que le faltó a este Chile en su encuentro inicial fue marcar luego de una jugada elaborada. Es una deuda. Por ahora, tiene dos tantos tras dos jugadas provenientes de pelota detenida. Si llega a aceitar el mecanismo que insinuó y logra ajustar la contundencia, tanto Chile como Alexis serán serios candidatos a levantar la Copa.
Cervantes obliga a parafrasearlo. Así como había dicho el Quijote a su fiel escudero en el momento de entablar su cruzada imaginaria, Borghi puede afirmarse en sus dichos y deslizar: "Ladran, Sánchez. Señal que cabalgamos".
Hace un par de semanas, Claudio Borghi aseguró que Alexis Sánchez era uno de los mejores diez futbolistas del mundo. La afirmación, a primera vista, pareció un tanto exagerada. Sin embargo, el Niño Maravilla tuvo un debut brillante en la Copa América, se plantó como referencia de ataque para un Chile con momentos de alto vuelo y le devolvió parte de la confianza a su técnico, otorgándole cierta legitimidad al elogio desmedido.
Es que el muchacho se lució: formó un tándem eficaz, efectivo y permanente con Mauricio Isla por la banda derecha y se retrasó para tomar las riendas del juego cuando Matías Fernández falló en la creación. Se movió con soltura, se mostró desmarcado, jugó para el equipo. Fue el mejor de la primera fecha en un torneo que vio en cancha a Messi, Tevez, Neymar, Pato, Robinho, Cavani, Forlán, Falcao, Santa Cruz, Guerrero, Gio Dos Santos y Rondón, como para nombrar algunos de los hombres que brillaron durante esta temporada.
Hoy, Alexis obliga a olvidarse de otros para hablar de él. Los que hayan seguido su temporada en el Udinese tendrán menos de qué sorprenderse. La verdad es que durante el año demostró que ha crecido deportivamente, que ha madurado: ya no es un gambeteador obstinado, sabe administrar sus amagues y juega con el pase como primera opción.
Alexis Sánchez
Getty ImagesAlexis fue el mejor jugador de la primera fecha
En Italia también se juntó con Isla y se cansó de asistir a Di Natale para transformarlo en goleador del Calcio. La pregunta era si podría sentirse igual de cómodo en su seleccionado. En el Mundial no lo había logrado del todo. Ahora parece definitivamente consolidado.
El cambio de entrenador también pareció beneficiarlo en cierto punto. Si Bielsa apuntaba a un vértigo eminentemente vertical, Borghi parece inclinarse a un esquema de posesión y pases horizontales en el cual Sánchez aprovecha mejor su ductilidad. Es rapidísimo, pero su lectura de espacios es aún mejor que su manejo en velocidad: le conviene buscar un toque al vacío antes que un desborde.
También ha variado su posición en la cancha. Ya no es más extremo derecho, aunque juegue tirado por ese carril. Se ha alejado de la línea para moverse como media punta. Está más cerca del arco, algo que lo beneficia por su capacidad de definición, y tiene más espacios para decidir hacia dónde engancha. Además, al cerrarse hacia el centro, permite el paso de Isla por aufera, algo que -como ya se dijo- le funcionó al equipo durante todo el duelo ante México.
Pero quizá lo más destacado de este talentoso delantero haya sido su indisciplina táctica, su escasa voluntad de encajonarse en un puesto fijo. Alexis se movió mucho por todo el frente de ataque. Combinó por izquierda con Beausejour y se mostró como opción de pase permanente para Humberto Suazo. Esa combinación de delanteros también resultó exitosa en el circuito de pase, aunque no pudo plasmar su estética en la red.
Lo único que le faltó a este Chile en su encuentro inicial fue marcar luego de una jugada elaborada. Es una deuda. Por ahora, tiene dos tantos tras dos jugadas provenientes de pelota detenida. Si llega a aceitar el mecanismo que insinuó y logra ajustar la contundencia, tanto Chile como Alexis serán serios candidatos a levantar la Copa.
Cervantes obliga a parafrasearlo. Así como había dicho el Quijote a su fiel escudero en el momento de entablar su cruzada imaginaria, Borghi puede afirmarse en sus dichos y deslizar: "Ladran, Sánchez. Señal que cabalgamos".