Tres muertos y 24 heridos durante la toma de una prisión en Venezuela
Caracas, Agencias
Al menos dos efectivos de la Guardia Nacional y un recluso fallecieron, y otras 24 personas resultaron heridas el viernes en una operación policial destinada a hacerse con el control de la prisión venezolana de El Rodeo, informaron fuentes gubernamentales.
"Desafortunadamente tuvimos dos muertos: el teniente Luis José Rincones y el sargento (Orlando Ramírez) que acaba de fallecer, y 22 heridos", dijo Luis Motta, mayor general de la Guardia Nacional.
Además, el viceministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, confirmó que hubo "un fallecido por parte de la población privada de libertad y dos heridos".
Ambos funcionarios mostraron ante las cámaras de la televisión estatal, VTV, el armamento decomisado a los reclusos, que incluía más de una veintena de fusiles, escopetas, pistolas y granadas, además de droga y una centena de teléfonos móviles.
Efectivos de las fuerzas de seguridad iniciaron la mañana del viernes una operación para intentar restituir el orden interno y desarmar a los reclusos de la cárcel de El Rodeo, a unos 40 kilómetros de Caracas, donde esta semana 21 presos y un visitante murieron en un enfrentamiento armado entre los reos.
El enfrentamiento fue el más violento registrado en el interior de un centro de detención en Venezuela desde 1999.
En la operación policial, las autoridades tomaron el control de 70% de los cerca de 4.700 reclusos del penal, pero unos 1.300 reos ubicados en otra sección de la cárcel aún no se rendían la noche del viernes.
"Tras seis horas de diálogo para que se entregaran y entregaran el armamento, la respuesta fue un fuego nutrido", dijo Motta.
"Ante esta situacion se decidió un alto al fuego y empezar mañana (sábado) de nuevo la toma", agregó.
A las afueras de la cárcel, varias decenas de familiares de los presos vivían momentos de gran angustia e impotencia ante la falta de información y aseguraban que la entrada de las fuerzas del orden podría provocar nuevos muertos.
Motta señalo que el presidente venezolano, Hugo Chávez, que se recupera de una cirugía a la que fue sometido hace una semana en Cuba, se comunicó con él y le pidió que la operación "fuera muy profesional".
El vicepresidente del país, Elías Jaua, señaló el viernes que Chávez, ausente de la política venezolana desde el domingo, "pronto" regresará a su país.
El Rodeo refleja perfectamente la violencia y el hacinamiento que sufren las cárceles venezolanas, donde hay 50.000 presos, una cifra tres veces superior a la capacidad de las prisiones del país, según organizaciones humanitarias.
Esta semana, el Gobierno venezolano creó un ministerio para la atención penitenciaria con el fin de lograr la "humanización de la población privada de libertad".
El jueves, desde Washington, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al Gobierno venezolano a tomar "medidas concretas" para resguardar la vida de los presos.
Al menos dos efectivos de la Guardia Nacional y un recluso fallecieron, y otras 24 personas resultaron heridas el viernes en una operación policial destinada a hacerse con el control de la prisión venezolana de El Rodeo, informaron fuentes gubernamentales.
"Desafortunadamente tuvimos dos muertos: el teniente Luis José Rincones y el sargento (Orlando Ramírez) que acaba de fallecer, y 22 heridos", dijo Luis Motta, mayor general de la Guardia Nacional.
Además, el viceministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, confirmó que hubo "un fallecido por parte de la población privada de libertad y dos heridos".
Ambos funcionarios mostraron ante las cámaras de la televisión estatal, VTV, el armamento decomisado a los reclusos, que incluía más de una veintena de fusiles, escopetas, pistolas y granadas, además de droga y una centena de teléfonos móviles.
Efectivos de las fuerzas de seguridad iniciaron la mañana del viernes una operación para intentar restituir el orden interno y desarmar a los reclusos de la cárcel de El Rodeo, a unos 40 kilómetros de Caracas, donde esta semana 21 presos y un visitante murieron en un enfrentamiento armado entre los reos.
El enfrentamiento fue el más violento registrado en el interior de un centro de detención en Venezuela desde 1999.
En la operación policial, las autoridades tomaron el control de 70% de los cerca de 4.700 reclusos del penal, pero unos 1.300 reos ubicados en otra sección de la cárcel aún no se rendían la noche del viernes.
"Tras seis horas de diálogo para que se entregaran y entregaran el armamento, la respuesta fue un fuego nutrido", dijo Motta.
"Ante esta situacion se decidió un alto al fuego y empezar mañana (sábado) de nuevo la toma", agregó.
A las afueras de la cárcel, varias decenas de familiares de los presos vivían momentos de gran angustia e impotencia ante la falta de información y aseguraban que la entrada de las fuerzas del orden podría provocar nuevos muertos.
Motta señalo que el presidente venezolano, Hugo Chávez, que se recupera de una cirugía a la que fue sometido hace una semana en Cuba, se comunicó con él y le pidió que la operación "fuera muy profesional".
El vicepresidente del país, Elías Jaua, señaló el viernes que Chávez, ausente de la política venezolana desde el domingo, "pronto" regresará a su país.
El Rodeo refleja perfectamente la violencia y el hacinamiento que sufren las cárceles venezolanas, donde hay 50.000 presos, una cifra tres veces superior a la capacidad de las prisiones del país, según organizaciones humanitarias.
Esta semana, el Gobierno venezolano creó un ministerio para la atención penitenciaria con el fin de lograr la "humanización de la población privada de libertad".
El jueves, desde Washington, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó al Gobierno venezolano a tomar "medidas concretas" para resguardar la vida de los presos.