Seguridad centra Asamblea General de OEA iniciada en El Salvador
SAN SALVADOR, Agencias
Los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) inauguraron este domingo la Asamblea General de El Salvador que busca una respuesta regional al desafío más apremiante de la región: la inseguridad y el crimen organizado.
La OEA inició su 41 Asamblea con un nuevo impulso tras haber reincorporado el miércoles a Honduras, que permaneció suspendida por casi dos años en respuesta al golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en junio de 2009, y tras la instalación de un nuevo gobierno en Haití.
"Concluyen así las dos crisis que más nos habían preocupado en los pasados años", destacó en el discurso de apertura del cónclave el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
"Esta Asamblea General tiene lugar en un período auspicioso para nuestra organización hemisférica. En las últimas semanas han concluido exitosamente dos asuntos pendientes que motivaban las preocupaciones de todo el hemisferio", dijo Insulza, en un acto al que asistió también el presidente salvadoreño, Mauricio Funes.
"Sobre Haití, me parece importante recalcar que nuestra Misión Electoral Conjunta con CARICOM (Comunidad del Caribe) jugó un papel fundamental en la conclusión exitosa del difícil proceso electoral, lo cual es ciertamente un motivo de satisfacción", añadió Insulza.
A la cita, cuyos debates de efectuarán el lunes y martes, asisten 22 cancilleres, pero no acudirá la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. En su lugar, envió al segundo del Departamento de Estado, William Burns, y el encargado de la diplomacia para América Latina, Arturo Valenzuela.
Otra ausencia en la Asamblea es la del canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, en protesta por la readmisión de Honduras, a la que se opuso el gobierno de Rafael Correa por la falta de sanción contra los responsables del golpe y por la situación de los derechos humanos.
Pero Insulza negó este domingo que el reingreso de Honduras a la OEA implique "amnistía" para los violadores de los derechos humanos.
El que sí asistirá a la Asamblea el lunes será el presidente hondureño, Porfirio Lobo, para agradecer el retorno de su país al organismo, lo que puso fin al aislamiento internacional desde el golpe.
Funes propuso en su discurso reformar la Carta Democrática Interamericana y crear "alertas tempranas" en caso de amenazas a la institucionalidad de algún país, como lección de la crisis en Honduras.
"El Sistema (Interamericano) demanda una reforma profunda y establecer alertas tempranas y penalidades", en caso de amenazas a la democracia en un país de la OEA, dijo el mandatario salvadoreño.
Manifestantes venidos desde Honduras han realizado protestas en San Salvador desde el sábado en rechazo a la reinserción de su país sin antes investigar las violaciones de derechos humanos y planean continuarlas durante la asamblea.
El escenario de esta reunión hace que su tema principal, la seguridad y la lucha contra el crimen organizado, tome mayor urgencia, ya que América Central es considerada por la ONU como la región más mortífera del mundo fuera de las zonas de guerra.
"Nos enfrentamos a organizaciones criminales que actúan hacia y desde nuestras fronteras nacionales y son responsables del tráfico de drogas, del lavado de activos, del tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas, del tráfico de armas, de la extorsión, la piratería intelectual y el secuestro", dijo Insulza.
"Desde la OEA estamos preparados para enfrentar esos desafíos. Sólo esperamos decisiones claras y estoy seguro de que en esta asamblea y en los meses sucesivos ustedes las adoptarán", agregó.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló que más de 79.000 personas fueron asesinadas entre 2003 y 2008 en Centroamérica, donde circulan casi tres millones de armas de fuego, y el Banco Mundial señaló que la criminalidad le acarrea a la región costos equivalentes a 8% de su PIB.
Otros temas que debatirán los cancilleres serán el reclamo de Bolivia a Chile de una salida al mar y el conflicto de Argentina y Reino Unido por las islas Malvinas.
Previo a la Asamblea representantes de la OEA sostuvieron diálogos con jóvenes, sindicatos, empresarios y otros sectores de la sociedad civil.
Los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) inauguraron este domingo la Asamblea General de El Salvador que busca una respuesta regional al desafío más apremiante de la región: la inseguridad y el crimen organizado.
La OEA inició su 41 Asamblea con un nuevo impulso tras haber reincorporado el miércoles a Honduras, que permaneció suspendida por casi dos años en respuesta al golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en junio de 2009, y tras la instalación de un nuevo gobierno en Haití.
"Concluyen así las dos crisis que más nos habían preocupado en los pasados años", destacó en el discurso de apertura del cónclave el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
"Esta Asamblea General tiene lugar en un período auspicioso para nuestra organización hemisférica. En las últimas semanas han concluido exitosamente dos asuntos pendientes que motivaban las preocupaciones de todo el hemisferio", dijo Insulza, en un acto al que asistió también el presidente salvadoreño, Mauricio Funes.
"Sobre Haití, me parece importante recalcar que nuestra Misión Electoral Conjunta con CARICOM (Comunidad del Caribe) jugó un papel fundamental en la conclusión exitosa del difícil proceso electoral, lo cual es ciertamente un motivo de satisfacción", añadió Insulza.
A la cita, cuyos debates de efectuarán el lunes y martes, asisten 22 cancilleres, pero no acudirá la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton. En su lugar, envió al segundo del Departamento de Estado, William Burns, y el encargado de la diplomacia para América Latina, Arturo Valenzuela.
Otra ausencia en la Asamblea es la del canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, en protesta por la readmisión de Honduras, a la que se opuso el gobierno de Rafael Correa por la falta de sanción contra los responsables del golpe y por la situación de los derechos humanos.
Pero Insulza negó este domingo que el reingreso de Honduras a la OEA implique "amnistía" para los violadores de los derechos humanos.
El que sí asistirá a la Asamblea el lunes será el presidente hondureño, Porfirio Lobo, para agradecer el retorno de su país al organismo, lo que puso fin al aislamiento internacional desde el golpe.
Funes propuso en su discurso reformar la Carta Democrática Interamericana y crear "alertas tempranas" en caso de amenazas a la institucionalidad de algún país, como lección de la crisis en Honduras.
"El Sistema (Interamericano) demanda una reforma profunda y establecer alertas tempranas y penalidades", en caso de amenazas a la democracia en un país de la OEA, dijo el mandatario salvadoreño.
Manifestantes venidos desde Honduras han realizado protestas en San Salvador desde el sábado en rechazo a la reinserción de su país sin antes investigar las violaciones de derechos humanos y planean continuarlas durante la asamblea.
El escenario de esta reunión hace que su tema principal, la seguridad y la lucha contra el crimen organizado, tome mayor urgencia, ya que América Central es considerada por la ONU como la región más mortífera del mundo fuera de las zonas de guerra.
"Nos enfrentamos a organizaciones criminales que actúan hacia y desde nuestras fronteras nacionales y son responsables del tráfico de drogas, del lavado de activos, del tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas, del tráfico de armas, de la extorsión, la piratería intelectual y el secuestro", dijo Insulza.
"Desde la OEA estamos preparados para enfrentar esos desafíos. Sólo esperamos decisiones claras y estoy seguro de que en esta asamblea y en los meses sucesivos ustedes las adoptarán", agregó.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señaló que más de 79.000 personas fueron asesinadas entre 2003 y 2008 en Centroamérica, donde circulan casi tres millones de armas de fuego, y el Banco Mundial señaló que la criminalidad le acarrea a la región costos equivalentes a 8% de su PIB.
Otros temas que debatirán los cancilleres serán el reclamo de Bolivia a Chile de una salida al mar y el conflicto de Argentina y Reino Unido por las islas Malvinas.
Previo a la Asamblea representantes de la OEA sostuvieron diálogos con jóvenes, sindicatos, empresarios y otros sectores de la sociedad civil.