Presidenta Rousseff pierde a su ministro más importante, Antonio Palocci
Brasilia, Agencias
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, aceptó este martes la renuncia de su jefe de gabinete, Antonio Palocci, quien no resistió a tres semanas de polémica y acusaciones cruzadas por su súbito enriquecimiento en los últimos cuatro años.
Se trata de la más importante crisis vivida por Rousseff desde su investidura, el pasado 1 de enero, y le costó al gobierno la salida de un eficiente articulador político con excelentes relaciones inclusive con la oposición y el mercado financiero.
En una escueta nota oficial en que anunció su renuncia, Palocci afirmó que la "sólida manifestación del Fiscal confirmó la legalidad y la rectitud" de sus actividades profesionales "en período reciente", pero admitió que "la continuidad del embate político podría perjudicar (sus) atribuciones en el gobierno".
Por su parte, Rousseff informó que aceptaba la dimisión y lamentó "la pérdida de tan importante colaborador". La presidente destacó "la valiosa participación" de Palocci en su gobierno y le agradeció "los inestimables servicios que prestó al gobierno y al país".
Para sustituir a Palocci, Rousseff anunció el nombre de la senadora Gleisi Hoffman, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), de 45 años y esposa del actual ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.
En el senado, Hoffman confirmó que recibió la invitación de la propia presidente. "Acepté sabiendo el tamaño de la responsabilidad que significa" asumir la jefatura de gabinete en estas circunstancias.
Según Hoffman, la presidente le "encomendó un trabajo de gestión en la jefatura de gabinete, para acompañar y hacer un seguimiento de los proyectos del gobierno", así como la articulación con los diferentes poderes públicos.
En una referencia a Palocci, Hoffman dijo que estaba viviendo "un momento triste", y recordó que el Fiscal General de la República "archivó todas las denuncias" en contra del ahora ex ministro.
Desde el inicio de la polémica sobre el enriquecimiento de Palocci, hace tres semanas, el ahora ex ministro consiguió importantes apoyos en la Comisión de Ética y la Fiscalía General de la República, pero el costo político de su presencia en el gobierno se tornó insoportable.
Hace tres semanas, el diario Folha de Sao Paulo reveló que el patrimonio de Palocci se había multiplicado por 20 en los últimos cuatro años. Palocci afirmó que sus actividades empresariales se mantuvieron estrictamente en el ámbito privado y que no hubo tráfico de influencias.
En la noche del lunes, el Fiscal General de la República archivó todos los pedidos de investigación contra Palocci, alegando que del examen de los documentos presentados por el ministro se desprendía que no habían elementos que sugieran enriquecimiento ilícito o tráfico de influencias.
El diputado Sergio Guerra, presidente del opositor Partido de la Social Democracia (PSDB), dijo a la prensa que "Palocci tardó mucho en irse. Fueron tres semans en las que el país sangró, el gobierno sangró y el Congreso quedó paralizado. Además, faltó el liderazgo de la presidente".
En la visión de Guerra, "Palocci es una persona muy competente que se perdió en episodios inexplicables".
En tanto, el diputado Antonio Carlos Magalhaes Neto, líder del opositor partido Demócratas, dijo que "la salida de Palocci cambia el perfil de la situación que hemos vivido en las últimas semanas".
Palocci fue el todopoderoso ministro de Hacienda del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. Dimitió en 2006 acusado de ordenar la divulgación de datos privados bancarios de un guarda. Fue absuelto en 2009.
La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, aceptó este martes la renuncia de su jefe de gabinete, Antonio Palocci, quien no resistió a tres semanas de polémica y acusaciones cruzadas por su súbito enriquecimiento en los últimos cuatro años.
Se trata de la más importante crisis vivida por Rousseff desde su investidura, el pasado 1 de enero, y le costó al gobierno la salida de un eficiente articulador político con excelentes relaciones inclusive con la oposición y el mercado financiero.
En una escueta nota oficial en que anunció su renuncia, Palocci afirmó que la "sólida manifestación del Fiscal confirmó la legalidad y la rectitud" de sus actividades profesionales "en período reciente", pero admitió que "la continuidad del embate político podría perjudicar (sus) atribuciones en el gobierno".
Por su parte, Rousseff informó que aceptaba la dimisión y lamentó "la pérdida de tan importante colaborador". La presidente destacó "la valiosa participación" de Palocci en su gobierno y le agradeció "los inestimables servicios que prestó al gobierno y al país".
Para sustituir a Palocci, Rousseff anunció el nombre de la senadora Gleisi Hoffman, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), de 45 años y esposa del actual ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.
En el senado, Hoffman confirmó que recibió la invitación de la propia presidente. "Acepté sabiendo el tamaño de la responsabilidad que significa" asumir la jefatura de gabinete en estas circunstancias.
Según Hoffman, la presidente le "encomendó un trabajo de gestión en la jefatura de gabinete, para acompañar y hacer un seguimiento de los proyectos del gobierno", así como la articulación con los diferentes poderes públicos.
En una referencia a Palocci, Hoffman dijo que estaba viviendo "un momento triste", y recordó que el Fiscal General de la República "archivó todas las denuncias" en contra del ahora ex ministro.
Desde el inicio de la polémica sobre el enriquecimiento de Palocci, hace tres semanas, el ahora ex ministro consiguió importantes apoyos en la Comisión de Ética y la Fiscalía General de la República, pero el costo político de su presencia en el gobierno se tornó insoportable.
Hace tres semanas, el diario Folha de Sao Paulo reveló que el patrimonio de Palocci se había multiplicado por 20 en los últimos cuatro años. Palocci afirmó que sus actividades empresariales se mantuvieron estrictamente en el ámbito privado y que no hubo tráfico de influencias.
En la noche del lunes, el Fiscal General de la República archivó todos los pedidos de investigación contra Palocci, alegando que del examen de los documentos presentados por el ministro se desprendía que no habían elementos que sugieran enriquecimiento ilícito o tráfico de influencias.
El diputado Sergio Guerra, presidente del opositor Partido de la Social Democracia (PSDB), dijo a la prensa que "Palocci tardó mucho en irse. Fueron tres semans en las que el país sangró, el gobierno sangró y el Congreso quedó paralizado. Además, faltó el liderazgo de la presidente".
En la visión de Guerra, "Palocci es una persona muy competente que se perdió en episodios inexplicables".
En tanto, el diputado Antonio Carlos Magalhaes Neto, líder del opositor partido Demócratas, dijo que "la salida de Palocci cambia el perfil de la situación que hemos vivido en las últimas semanas".
Palocci fue el todopoderoso ministro de Hacienda del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. Dimitió en 2006 acusado de ordenar la divulgación de datos privados bancarios de un guarda. Fue absuelto en 2009.