James Cameron y Michael Bay hablan sobre el 3D empleado en Transformers 3
Cine
La película Transformers 3: El lado oscuro de la Luna se estrena en cines el próximo 29 de junio. A pesar de que su director Michael Bay no era propenso a su versión en 3D, finalmente decidió contar con el mejor en dicho campo: James Cameron. Hace unos días ambos hablaron acerca de dicha tecnología para la conocida franquicia de acción que ahora vive su tercera entrega en pantalla.
La primera misión norteamericana a la Luna no fue sólo por cuestiones de progreso científico y orgullo nacional. Fue para investigar el misterioso accidente de una nave espacial cibertroniana. Así empieza Transformers 3: El Lado Oscuro de la Luna, la tercera entrega de la saga de ciencia-ficción inspirada en los famosos muñecos de Hasbro. El miércoles pasado, el director Michael Bay mostró unos 15 minutos de metraje variado de su primera película en 3D en los Estudios Paramount como parte de un debate con el cineasta James Cameron en torno a las ventajas y desventajas de hacer películas en 3D.
Aunque Bay al principio se sentía escéptico respecto a este medio multidimensional (”Puede ser un truco”, dijo en 2009), dijo que luego “terminó por encantarle”.
“Era simplemente genial para moldear el espacio”, declaró. “Parecía lo más adecuado para esta película”.
Cameron ayudó a persuadir a su colega de que asumiera la tecnología 3D y la utilizara en la última película de Transformers 3, cuyo estreno en EEUU está previsto para el 1 de julio.
La película comienza con imágenes de Cybertron y una aeronave sobrevolando un paisaje geométrico cuando una nave espacial realiza un aterrizaje forzoso en la Luna terrestre. Son los años sesenta, y el presidente John F. Kennedy y el presentador Walter Cronkite están hablando de la misión norteamericana a la Luna. El presidente Richard Nixon aparece alabando a los astronautas “Neil y Buzz”, quienes, después de dar un salto gigantesco para la humanidad, investigan los restos de la aeronave extraterrestre. En otras escenas aparece también el protagonista Shia LaBeouf y su querido compañero, el Camaro/robot llamado Bumblebee. En otra escena, hay un plano largo y prolongado de Rosie Huntington-Whiteley, la modelo de Victorias Secret que reemplaza a Megan Fox como protagonista femenina. En su primer papel como actriz, Huntington-Whiteley aparece con los ojos desorbitados y la boca abierta, con sus carnosos labios perfectamente contorneados.
Las escenas de acción en 3D impresionaron, aunque Bay dijo que los efectos especiales aún no están terminados. Robots voladores se enfrentan contra helicópteros militares, que se estrellan dramáticamente en el mar. Había un amenazador robot con muchos tentáculos que parecía tener muy malas intenciones, y un trío de Transformers escalando un rascacielos, y haciendo que al final se derrumbe por los suelos.
“Se me ocurrió esa secuencia del rascacielos mientras estaba haciendo abdominales”, dijo Bay tras la proyección de las escenas. “Es el sitio más raro donde se me haya ocurrido nunca una escena de acción”.
Hacer Transformers 3 en 3D aumentó en unos 30 millones de dólares el presupuesto, explicó Bay, añadiendo que la película mezcla metraje cinematográfico, digital y convertido a 3D.
“He visto la película y no he sido capaz de distinguir entre lo analógico y lo digital”, declaró Cameron. “Esta película es la mejor prueba del hecho de que resulta inapreciable para la vista”.
Sin embargo, los cineastas coincidieron en que no todo el 3D es buen 3D. Algunas películas se convierten de forma barata y rápida, dijeron, y a los espectadores no les gustan los resultados.
“El 3D vuelve a meter a la gente en una experiencia cinematográfica, con la gran pantalla y todo eso que nos encanta, pero se está abusando muchísimo de ello”, dijo Cameron. “Algunos estudios están tomando decisiones poco acertadas en cuanto a qué películas convertir en 3D, y cómo convertirlas”.
Pero tanto él como Bay están convencidos de que el 3D ha llegado para quedarse, y de que las cámaras y los medios de conversión seguirán mejorando.
“Me divertí mucho en el plató rodándola”, dice Bay. “Era como tener un juguete nuevo”.
¿Lo más emocionante del 3D? La reacción del público, dijo Cameron.
“Cuando ven algo que les deja alucinados, eso es la parte más emocionante”, dijo. “Entonces sabes que te los has ganado. Sabes que los has llevado a alguna parte, como lo que acabamos de experimentar aquí”.
La película Transformers 3: El lado oscuro de la Luna se estrena en cines el próximo 29 de junio. A pesar de que su director Michael Bay no era propenso a su versión en 3D, finalmente decidió contar con el mejor en dicho campo: James Cameron. Hace unos días ambos hablaron acerca de dicha tecnología para la conocida franquicia de acción que ahora vive su tercera entrega en pantalla.
La primera misión norteamericana a la Luna no fue sólo por cuestiones de progreso científico y orgullo nacional. Fue para investigar el misterioso accidente de una nave espacial cibertroniana. Así empieza Transformers 3: El Lado Oscuro de la Luna, la tercera entrega de la saga de ciencia-ficción inspirada en los famosos muñecos de Hasbro. El miércoles pasado, el director Michael Bay mostró unos 15 minutos de metraje variado de su primera película en 3D en los Estudios Paramount como parte de un debate con el cineasta James Cameron en torno a las ventajas y desventajas de hacer películas en 3D.
Aunque Bay al principio se sentía escéptico respecto a este medio multidimensional (”Puede ser un truco”, dijo en 2009), dijo que luego “terminó por encantarle”.
“Era simplemente genial para moldear el espacio”, declaró. “Parecía lo más adecuado para esta película”.
Cameron ayudó a persuadir a su colega de que asumiera la tecnología 3D y la utilizara en la última película de Transformers 3, cuyo estreno en EEUU está previsto para el 1 de julio.
La película comienza con imágenes de Cybertron y una aeronave sobrevolando un paisaje geométrico cuando una nave espacial realiza un aterrizaje forzoso en la Luna terrestre. Son los años sesenta, y el presidente John F. Kennedy y el presentador Walter Cronkite están hablando de la misión norteamericana a la Luna. El presidente Richard Nixon aparece alabando a los astronautas “Neil y Buzz”, quienes, después de dar un salto gigantesco para la humanidad, investigan los restos de la aeronave extraterrestre. En otras escenas aparece también el protagonista Shia LaBeouf y su querido compañero, el Camaro/robot llamado Bumblebee. En otra escena, hay un plano largo y prolongado de Rosie Huntington-Whiteley, la modelo de Victorias Secret que reemplaza a Megan Fox como protagonista femenina. En su primer papel como actriz, Huntington-Whiteley aparece con los ojos desorbitados y la boca abierta, con sus carnosos labios perfectamente contorneados.
Las escenas de acción en 3D impresionaron, aunque Bay dijo que los efectos especiales aún no están terminados. Robots voladores se enfrentan contra helicópteros militares, que se estrellan dramáticamente en el mar. Había un amenazador robot con muchos tentáculos que parecía tener muy malas intenciones, y un trío de Transformers escalando un rascacielos, y haciendo que al final se derrumbe por los suelos.
“Se me ocurrió esa secuencia del rascacielos mientras estaba haciendo abdominales”, dijo Bay tras la proyección de las escenas. “Es el sitio más raro donde se me haya ocurrido nunca una escena de acción”.
Hacer Transformers 3 en 3D aumentó en unos 30 millones de dólares el presupuesto, explicó Bay, añadiendo que la película mezcla metraje cinematográfico, digital y convertido a 3D.
“He visto la película y no he sido capaz de distinguir entre lo analógico y lo digital”, declaró Cameron. “Esta película es la mejor prueba del hecho de que resulta inapreciable para la vista”.
Sin embargo, los cineastas coincidieron en que no todo el 3D es buen 3D. Algunas películas se convierten de forma barata y rápida, dijeron, y a los espectadores no les gustan los resultados.
“El 3D vuelve a meter a la gente en una experiencia cinematográfica, con la gran pantalla y todo eso que nos encanta, pero se está abusando muchísimo de ello”, dijo Cameron. “Algunos estudios están tomando decisiones poco acertadas en cuanto a qué películas convertir en 3D, y cómo convertirlas”.
Pero tanto él como Bay están convencidos de que el 3D ha llegado para quedarse, y de que las cámaras y los medios de conversión seguirán mejorando.
“Me divertí mucho en el plató rodándola”, dice Bay. “Era como tener un juguete nuevo”.
¿Lo más emocionante del 3D? La reacción del público, dijo Cameron.
“Cuando ven algo que les deja alucinados, eso es la parte más emocionante”, dijo. “Entonces sabes que te los has ganado. Sabes que los has llevado a alguna parte, como lo que acabamos de experimentar aquí”.