Italia indignada con Brasil por caso Battisti anuncia recurso ante La Haya
Roma, Agencias
Italia manifestó este jueves su indignación y rabia por la decisión de Brasil de negar la extradición al ex activista de extrema izquierda italiano Cesare Battisti, quien recobró la libertad, y anunció que presentará un recurso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
La decisión de la Corte Suprema Federal brasileña "perjudica gravemente" los acuerdos suscritos entre Italia y Brasil, sostiene en un comunicado el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, quien precisó que apoyará "todo recurso" que se presente.
Por su parte, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, expresó su "gran disgusto" por la decisión brasileña, que implicó la excarcelación inmediata de Battisti.
"No se toma en consideración la expectativa legítima de que se haga justicia, en particular para las familias de las víctimas de Battisti", lamentó Berlusconi.
Italia exigía la extradición de Battisti para que cumpla condena perpetua de prisión en el país, por su supuesta participación en cuatro asesinatos cometidos en la década de los 70, los llamados "años de plomo", cuando era integrante de un grupo armado de ultraizquierda.
El llamado 'Caso Battisti' se arrastra en los tribunales brasileños desde que el italiano fue arrestado en Rio de Janeiro en marzo de 2007.
Battisti pasó la mayoría de los últimos cuatro años en la prisión de seguridad máxima de Papuda, en la periferia de Brasilia, de donde fue liberado este jueves.
"Italia continuará con su acción y activará las instancias judiciales oportunas para garantizar el respeto de los acuerdos internacionales que unen a dos países unidos por vínculos históricos de amistad y solidaridad", anunció Berlusconi.
Por su parte, el jefe de la diplomacia italiana Franco Frattini reiteró que Italia "utilizará cualquier mecanismo de tutela jurídica posible ante instituciones multilaterales competentes, en particular ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya".
La batalla de Italia para que Battisti cumpla su condena no termina con la decisión de la corte brasileña, ya que espera llevar el caso al órgano judicial de las Naciones Unidas por considerar que se violaron los acuerdos bilaterales.
El objetivo de Italia es "conseguir la revisión de una decisión que no consideramos coherente con los principios generales del derecho y las obligaciones previstas en el derecho internacional", precisó Frattini.
Battisti es reclamado por Italia tras ser condenado en 1993 en rebeldía a cadena perpetua por cuatro asesinatos y complicidad de asesinato, crímenes de los que él se declara inocente.
La indignación y rabia reinó en toda la península, en particular entre los familiares de las víctimas de Battisti.
"Ha sido una decisión política (...) Una bofetada moral. A mi hermano lo han matado por tercera vez", comentó al noticiero de televisión Sky TG24 Maurizio Campagna, hermano de Andrea, guardia carcelaria asesinada en 1978.
Tras conocer la noticia, varios ministros y dirigentes políticos, tanto de derecha como de izquierda, condenaron la decisión brasileña.
Mientras la ministra para la Juventud, Giorgia Meloni, habló de "enésima humillación" a las familias de las víctimas, la diputada Alessandra Mussolini, nieta del dictador Benito Mussolini y miembro del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Berlusconi, aseguró que la "ofensa" sufrida por Italia "es demasiado grande" y hay que "hacerla pagar".
"Amargura y desconcierto" fueron las palabras empleadas por Vannino Chiti, vicepresidente en el Senado del Partido Democrático, la mayor formación de izquierda.
En septiembre del 2009, la corte brasileña anuló el beneficio del refugio a Battisti y se manifestó a favor de su extradición a Italia, pero después de una acalorada discusión decidió por mayoría que la última palabra la tendría el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Tras consultaciones Lula decidió su último día de gobierno, el 31 de diciembre, que autorizaba la permanencia de Battisti en Brasil.
Cuando parecía que el largo caso había llegado a su fin, los abogados que representan al Estado italiano interpusieron un nuevo pedido de extradición, rechazado el miércoles.
El italiano, ex integrante del grupo radical italiano Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), de 56 años, llegó a Brasil tras huir de su país y pasar varios años exiliado en Francia y México, período en el que se convirtió en escritor de novelas policiales.
Italia manifestó este jueves su indignación y rabia por la decisión de Brasil de negar la extradición al ex activista de extrema izquierda italiano Cesare Battisti, quien recobró la libertad, y anunció que presentará un recurso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
La decisión de la Corte Suprema Federal brasileña "perjudica gravemente" los acuerdos suscritos entre Italia y Brasil, sostiene en un comunicado el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, quien precisó que apoyará "todo recurso" que se presente.
Por su parte, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, expresó su "gran disgusto" por la decisión brasileña, que implicó la excarcelación inmediata de Battisti.
"No se toma en consideración la expectativa legítima de que se haga justicia, en particular para las familias de las víctimas de Battisti", lamentó Berlusconi.
Italia exigía la extradición de Battisti para que cumpla condena perpetua de prisión en el país, por su supuesta participación en cuatro asesinatos cometidos en la década de los 70, los llamados "años de plomo", cuando era integrante de un grupo armado de ultraizquierda.
El llamado 'Caso Battisti' se arrastra en los tribunales brasileños desde que el italiano fue arrestado en Rio de Janeiro en marzo de 2007.
Battisti pasó la mayoría de los últimos cuatro años en la prisión de seguridad máxima de Papuda, en la periferia de Brasilia, de donde fue liberado este jueves.
"Italia continuará con su acción y activará las instancias judiciales oportunas para garantizar el respeto de los acuerdos internacionales que unen a dos países unidos por vínculos históricos de amistad y solidaridad", anunció Berlusconi.
Por su parte, el jefe de la diplomacia italiana Franco Frattini reiteró que Italia "utilizará cualquier mecanismo de tutela jurídica posible ante instituciones multilaterales competentes, en particular ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya".
La batalla de Italia para que Battisti cumpla su condena no termina con la decisión de la corte brasileña, ya que espera llevar el caso al órgano judicial de las Naciones Unidas por considerar que se violaron los acuerdos bilaterales.
El objetivo de Italia es "conseguir la revisión de una decisión que no consideramos coherente con los principios generales del derecho y las obligaciones previstas en el derecho internacional", precisó Frattini.
Battisti es reclamado por Italia tras ser condenado en 1993 en rebeldía a cadena perpetua por cuatro asesinatos y complicidad de asesinato, crímenes de los que él se declara inocente.
La indignación y rabia reinó en toda la península, en particular entre los familiares de las víctimas de Battisti.
"Ha sido una decisión política (...) Una bofetada moral. A mi hermano lo han matado por tercera vez", comentó al noticiero de televisión Sky TG24 Maurizio Campagna, hermano de Andrea, guardia carcelaria asesinada en 1978.
Tras conocer la noticia, varios ministros y dirigentes políticos, tanto de derecha como de izquierda, condenaron la decisión brasileña.
Mientras la ministra para la Juventud, Giorgia Meloni, habló de "enésima humillación" a las familias de las víctimas, la diputada Alessandra Mussolini, nieta del dictador Benito Mussolini y miembro del Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de Berlusconi, aseguró que la "ofensa" sufrida por Italia "es demasiado grande" y hay que "hacerla pagar".
"Amargura y desconcierto" fueron las palabras empleadas por Vannino Chiti, vicepresidente en el Senado del Partido Democrático, la mayor formación de izquierda.
En septiembre del 2009, la corte brasileña anuló el beneficio del refugio a Battisti y se manifestó a favor de su extradición a Italia, pero después de una acalorada discusión decidió por mayoría que la última palabra la tendría el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Tras consultaciones Lula decidió su último día de gobierno, el 31 de diciembre, que autorizaba la permanencia de Battisti en Brasil.
Cuando parecía que el largo caso había llegado a su fin, los abogados que representan al Estado italiano interpusieron un nuevo pedido de extradición, rechazado el miércoles.
El italiano, ex integrante del grupo radical italiano Proletarios Armados por el Comunismo (PAC), de 56 años, llegó a Brasil tras huir de su país y pasar varios años exiliado en Francia y México, período en el que se convirtió en escritor de novelas policiales.