Insurgentes libios ocupan aldeas montañosas
Bengasi, Agencias
Los rebeldes libios expulsaron a las fuerzas gubernamentales de tres ciudades del oeste y rompieron el sitio en otra, dijo el viernes un comandante rebelde, y la OTAN atacó 10 blancos en diferentes lugares del país.
El bombardeo y las victorias rebeldes, además del primer contacto diplomático hecho público entre China y los líderes rebeldes, reflejan la continua erosión del poder de Moamar Gadafi desde que a mediados de febrero estallaron los levantamientos para poner fin a su régimen de 42 años.
Combatientes locales se hicieron con el control de cuatro ciudades de la cordillera occidental de Nafusa, donde las fuerzas del gobierno han sitiado y bombardeado al azar áreas controladas por los rebeldes desde hace meses, dijo el viernes un líder militar rebelde.
Después de semanas de asedio, las fuerzas gubernamentales desplegaron a principios de mayo unos siete tanques y varios vehículos blindados en Yefren y rodearon a su cercana Galaa, dijo a través de Skype el coronel Jumaa Ibrahim, del consejo militar rebelde de la región.
Los combatientes que habían huido después utilizaron sus conocimientos del área para socavar a las fuerzas del gobierno, dijo.
"Comenzaron con ataques que consistían en golpear y huir", dijo. "Ellos conocen todas las montañas y valles, por lo que fueron capaces de engañar a las brigadas y destruir algunos de sus vehículos."
El viernes, los combatientes entraron a la ciudad para encontrarse con que las últimas fuerzas del gobierno habían huido el día anterior.
Los combatientes rebeldes también expulsaron a las fuerzas del gobierno de Shakshuk y Qasr al-Haj, dos pueblos cerca de una carretera clave que recorre el borde norte de la cordillera, dijo Ibrahim. Este último es sede de una planta de electricidad estratégica para los pueblos cercanos.
Ibrahim dijo que las fuerzas rebeldes tomaron las ciudades el jueves y después se trasladaron al norte para enfrentar a las fuerzas de Gadafi el viernes en el pueblo de Bir Ayyad. No hubo informes inmediatos sobre víctimas.
Es improbable que la pequeña fuerza rebelde en las montañas del oeste amenace el control de Gadafi en Trípoli, 70 kilómetros (45 millas) al noroeste, pero las victorias podrían traer alivio para los residentes al abrir los caminos entre sus comunidades. La población de las montañas del oeste es pequeña en comparación con los grandes territorios que controlan los rebeldes en el este de Libia.
También el viernes, al menos 10 ataques aéreos de la OTAN golpearon la capital y otros lugares de Libia. No estaba claro de inmediato si hubo víctimas.
Cuatro explosiones sacudieron en la madrugada el centro de Trípoli, y tenían por objetivo un cuartel cerca del complejo donde a veces vive Gadafi, dijo un funcionario del gobierno, que habló bajo condición de anonimato en cumplimiento de la política gubernamental.
Seis ataques previos apuntaban a una estación de policía y una base militar fuera de la capital, dijo el funcionario.
Los rebeldes libios expulsaron a las fuerzas gubernamentales de tres ciudades del oeste y rompieron el sitio en otra, dijo el viernes un comandante rebelde, y la OTAN atacó 10 blancos en diferentes lugares del país.
El bombardeo y las victorias rebeldes, además del primer contacto diplomático hecho público entre China y los líderes rebeldes, reflejan la continua erosión del poder de Moamar Gadafi desde que a mediados de febrero estallaron los levantamientos para poner fin a su régimen de 42 años.
Combatientes locales se hicieron con el control de cuatro ciudades de la cordillera occidental de Nafusa, donde las fuerzas del gobierno han sitiado y bombardeado al azar áreas controladas por los rebeldes desde hace meses, dijo el viernes un líder militar rebelde.
Después de semanas de asedio, las fuerzas gubernamentales desplegaron a principios de mayo unos siete tanques y varios vehículos blindados en Yefren y rodearon a su cercana Galaa, dijo a través de Skype el coronel Jumaa Ibrahim, del consejo militar rebelde de la región.
Los combatientes que habían huido después utilizaron sus conocimientos del área para socavar a las fuerzas del gobierno, dijo.
"Comenzaron con ataques que consistían en golpear y huir", dijo. "Ellos conocen todas las montañas y valles, por lo que fueron capaces de engañar a las brigadas y destruir algunos de sus vehículos."
El viernes, los combatientes entraron a la ciudad para encontrarse con que las últimas fuerzas del gobierno habían huido el día anterior.
Los combatientes rebeldes también expulsaron a las fuerzas del gobierno de Shakshuk y Qasr al-Haj, dos pueblos cerca de una carretera clave que recorre el borde norte de la cordillera, dijo Ibrahim. Este último es sede de una planta de electricidad estratégica para los pueblos cercanos.
Ibrahim dijo que las fuerzas rebeldes tomaron las ciudades el jueves y después se trasladaron al norte para enfrentar a las fuerzas de Gadafi el viernes en el pueblo de Bir Ayyad. No hubo informes inmediatos sobre víctimas.
Es improbable que la pequeña fuerza rebelde en las montañas del oeste amenace el control de Gadafi en Trípoli, 70 kilómetros (45 millas) al noroeste, pero las victorias podrían traer alivio para los residentes al abrir los caminos entre sus comunidades. La población de las montañas del oeste es pequeña en comparación con los grandes territorios que controlan los rebeldes en el este de Libia.
También el viernes, al menos 10 ataques aéreos de la OTAN golpearon la capital y otros lugares de Libia. No estaba claro de inmediato si hubo víctimas.
Cuatro explosiones sacudieron en la madrugada el centro de Trípoli, y tenían por objetivo un cuartel cerca del complejo donde a veces vive Gadafi, dijo un funcionario del gobierno, que habló bajo condición de anonimato en cumplimiento de la política gubernamental.
Seis ataques previos apuntaban a una estación de policía y una base militar fuera de la capital, dijo el funcionario.