Finales de la NBA: Miami hizo cosas para arrepentirse en Dallas


Dallas, Espn
El Miami Heat se está sumergiendo en lo más profundo de una piscina de arrepentimientos, una que ahora amenaza con ahogarlos.

Irónicamente, gran parte de eso no tiene mucho que ver con lo que pasó en el Juego mientras que los Dallas Mavericks tomaron su primera ventaja en estas Finales de la NBA con una impresionante victoria por 112-103 la noche del jueves. Los Mavs vencieron al Heat en este juego, independientemente del triple doble de LeBron James, marginados debido a otro último cuarto débil, o incluso los problemas en la cadera de Dwyane Wade.

No, el Heat no se va a Miami al borde de la eliminación porque Jason Terry haya respaldado sus dichos como un boxeador campeón, porque J.J. Barea haya redescubierto su toque de hombre pequeño o porque Dirk Nowitzki haya conquistado la gripe.

No, no porque Dallas haya convertido 13 de 19 triples, debido al chequeo a tiempo de la cadera de Wade de parte de Brian Cardinal y por la tarea más importante de la que Tyson Chandler se ha hecho cargo en su vida.

El Heat no está abajo 3-2 porque un gran equipo ofensivo jugando en casa finalmente haya elaborado un gran juego ofensivo en su territorio. El Heat no enfrentará un verano sumido la miseria absoluta y una vida entera intentando evitar las Finales 2011 por ESPN Classic, porque ha sido un maravilloso Juego 5 de ver.

El Heat está en problemas debido a todas las especulaciones que definieron los Juegos 2 y 4. El Heat regaló -- o algunos dirían que los Mavs expertamente se robaron -- esos dos partidos. Se dice que una serie de siete partidos es larga, pero no lo suficiente como para permitirse tales errores.

Podrían haber ganado ese juego 2 si James no hubiese, escandalosamente, lanzado al aire una oportunidad de bandeja sin contestar en el último cuarto que pareció provocar una extraña e inquebrantable mala racha hasta el momento. Entonces James no se estaría enfrentando a una crisis de legado de la que está tan plenamente consciente que libremente se metió en una olla a presión hirviendo al declarar el partido del jueves como el "más importante de su vida".

Hubiera sido una buena idea tener a Udonis Haslem marcando a Nowitzki en lugar de Chris Bosh en los momentos finales de la derrota del Juego 2. El potencial JMV de las Finales sacudió a Bosh como una silla plegable en lo que podría llegar a ser la conversión más grande de la serie. A continuación, el tiro ganador de Bosh en el Juego 3 no es redentor pero actualmente ostenta el título del "tiro más importante" en una ventaja 3-2 del Heat para ir a casa.

Tal vez debería haber esperado para celebrar o, siendo más justos, esperado para bajar la guardia con una ventaja de 15 puntos en el último cuarto del Juego 2 contra un equipo que ya era uno de los mejores recuperándose al final del partido en la historia de los playoffs. Entonces Terry no hubiera disfrutado tanto con los brazos extendido, volando de regreso a la banca de los Mavericks después de un impresionante triple por encima de James en el Juego 5.

"Bueno, sólo el tiempo dirá", dijo Wade esa noche cuando se le preguntó si el Heat se lamentaría tal colapso& El tiempo lo está diciendo.

Podrían haber aprovechado la marca total de disparos de los Mavs de sólo un 39 por ciento y sólo un 31 por ciento en el último cuarto del Juego 4. En un momento, Dallas perdió ocho tiros consecutivos en la recta final, como rogando al Heat que tomara otro juego en su cancha, lo que probablemente hubiera terminado con la mayor parte del suspenso. Luego, cuando los Mavs no pudieron fallar durante la mayor parte de las dos horas en el Juego 5, hubiera sido visto como la ley de los promedios, tal como fue, y no como la defensiva del Heat deshilándose.

Hubiera sido tan valioso que James aportase el tipo de energía para el Juego 4 que llevó al Juego 5 cuando tiró de espaldas al aro con fuerza, atrajo a los defensores de manera agresiva para liberar a sus compañeros de equipo con el fin de que pudiesen hacer conversiones fáciles y quiso el balón más tarde cuando su equipo necesitó sumar puntos. Si James hubiese conseguido tal vez incluso un rebote, una asistencia o una conversión más dos noches antes, el resultado de la serie hoy sería muy diferente.

En su lugar, incluso tras llenar las tres categorías estadísticas con más producción la noche del jueves, su triple-doble no parecería tan insignificante. Su juego como un base armador al final del partido sería más destacado que los dos tiros errados y el ataque prematuro en el último cuarto que se añadirá a su pila de fracasos en esta fase final. La ventaja 52-11 de Nowitzki sobre James en puntos en el último cuarto sería un dato interesante, pero no definitorio en este punto porque la posición de James de no preocuparse por las estadísticas se sentiría más significativa.

Debería haber hecho que la obra maestra de 32 puntos de Wade en el Juego 4 se elevara, especialmente en la segunda mitad cuando anotó 19 puntos sobre ocho conversiones de diez disparos. Desperdiciar lo anterior por no poder definir en el último cuarto fue tan imprudente como no tomar ventaja de sus impresionantes 36 puntos en el Juego 2. El Heat no sólo generalmente gana cuando Wade juega de esta manera, sino que tiene que ganar cuando se dan estas condiciones.

Entonces su lesión en la cadera en el Juego 5, que se llevó a la fuerza su ataque y puso a prueba a los jugadores de la banca del equipo, no habría sido un potencial punto de inflexión en la serie. Y el Heat se estaría dirigiendo al sur de la Florida con una ventaja en lugar de la visión de Wade cojeando hacia el autobús con una máquina de estimulación atada a su pierna y preguntas acerca de cómo va a estar para el Juego 6.

"Contra una competencia muy buena, tienes que ser mejor", dijo el entrenador del Heat, Erik Spoelstra, resumiendo una semana de oportunidades desaprovechadas. "Aun cuando hemos tenido mucho éxito en los playoffs hasta este punto, tenemos que definir".

Los Mavs se merecen estar donde están, no hay duda de eso. Pero cuando se miren en el espejo en Miami, los jugadores del Heat se verán a sí mismos y sabrán que en estas instancias ya podrían haber ganado el título de haber hecho lo que estaba a su alcance. No se requieren saltos de fe, porque hay razones muy diferentes por las que podrían afirmar haber sido el mejor equipo en la mayor parte de los primeros cuatro juegos.

Pero ahora las heridas auto-infligidas, las actuaciones inexplicables y las decisiones inoportunas han invertido las cosas. Los Mavs nunca han dejado de creer que iban a ganar esta serie, y el Heat los ha ayudado a lo largo del camino, a menudo mostrándoles la salida. Ahora, Dallas parece el equipo más seguro a pesar de que tendrá que superar el último recurso del Heat -- la ventaja de la localía en los dos últimos juegos de la serie.

Cuando el Juego 6 y luego tal vez el Juego 7 estén cerca al final, los Mavs no tendrán ningún problema en creer que pueden lograrlo. Lo hicieron en los Juegos 2 y 4, y los logros alcanzados en el Juego 5 se sintieron como una aplanadora.

"Solo tenemos que seguir presionando", dijo James. "En este momento no tenemos otra opción, a decir verdad".

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