El Gobierno venezolano aguarda la rendición mientras los familiares reiteran exigencias
Caracas, Agencias
El Gobierno de Hugo Chávez aguarda la rendición de un millar de presos armados que permanecen atrincherados en una cárcel próxima a Caracas desde hace una semana rodeados por miles de miembros de la Guardia Nacional, mientras los familiares insistieron hoy en que no habrá entrega.
Hasta que el Ejecutivo no restituya los servicios de agua y luz a los reos y los miembros de la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada) no abandonen las instalaciones del Rodeo II, los internos se negarán a dialogar, indicaron hoy sus familiares.
"Nuestro llamado es al diálogo, pero (el ministro de Interior, Tareck el Aissami) tiene que garantizar a los internos su vida, su luz, su agua, su comida", dijo a periodistas la hermana de uno de los presos Adriana Sánchez.
El Aissami había informado en la noche del miércoles que los presos de El Rodeo II, a unos 30 kilómetros de Caracas, se entregarían al día siguiente, algo que finalmente no ocurrió.
Las autoridades mantienen desde el sábado 18 el sitio a la cárcel a la espera de la rendición de estos internos, en la segunda etapa de una operación que había comenzado un día antes con el asalto a El Rodeo I, aledaña a la de El Rodeo II.
La operación castrense ha dejado hasta el momento dos soldados y un preso muertos, y una veintena de heridos entre miembros de la GNB. El Gobierno no ha informado de internos lesionados.
Además, ha habido cuatro muertos que fueron entregados por los reclusos el jueves al Gobierno en estado de descomposición y que supuestamente, según las autoridades, perecieron en un enfrentamiento interno.
Según Adriana Sánchez, quien dijo que se mantiene en contacto telefónico con los internos, otro reo habría muerto ayer por acción de las bombas lacrimógenas lanzadas por la GNB y 45 internos estarían heridos.
"Ellos están muy mal, en muy malas condiciones, se están ahogando, han tenido asfixia, ataques de asma. No sabemos, de verdad, qué es lo que está pasando allá a dentro, sólo sabemos que hay 45 heridos, entre los cuales 14 evangélicos, y ya hay un fallecido ayer por las bombas lacrimógenas", indicó Sánchez.
Por otra parte, medios locales informaron hoy de la detención del subdirector del Rodeo, Rubén González, por parte de efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) imputado por corrupción propia, facilitación en el suministro de armas y explosivos, tráfico de drogas y asociación para delinquir.
Esta detención se enmarca en el operativo iniciado ayer por la Fiscalía venezolana, que ordenó la aprehensión de siete funcionarios del Ministerio del Interior y de la GNB, a los que no identificó, por su presunta responsabilidad en la entrega de armas a los presos.
De acuerdo con el periódico Últimas Noticias, el director del penal, Cecilio Hernández, también incluido en la lista de siete funcionarios, estaría "prófugo" de la justicia.
Las autoridades venezolanas no han efectuado nuevas declaraciones desde el pasado jueves, cuando El Aissami lamentó que los presos no se rindieran, en tanto que la televisión estatal se ha limitado a mostrar a obreros reparando instalaciones del Rodeo I y a presos que estaban allí y que fueron trasladados a otros presidios.
El Aissami tildó, entonces, de "absurda" e "irresponsable" la pretensión de la cincuentena de líderes de "las mafias" que, sostuvo, manejan al resto de los reclusos del Rodeo II, de que el Gobierno ordene el retiro de los soldados de la GNB.
"Permaneceremos aquí y no vamos a desistir, no hemos desistido de buscar el diálogo, sabemos que dentro del penal hay población que quiere permitir la requisa. Vamos a seguir insistiendo y buscando una alternativa para la paz", señaló.
El Gobierno decidió intervenir El Rodeo I y El Rodeo II tras un enfrentamiento el 12 de junio entre bandas rivales armadas en el Rodeo I, que dejó un saldo oficial de 22 muertos, entre ellos un visitante.
El Gobierno de Hugo Chávez aguarda la rendición de un millar de presos armados que permanecen atrincherados en una cárcel próxima a Caracas desde hace una semana rodeados por miles de miembros de la Guardia Nacional, mientras los familiares insistieron hoy en que no habrá entrega.
Hasta que el Ejecutivo no restituya los servicios de agua y luz a los reos y los miembros de la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada) no abandonen las instalaciones del Rodeo II, los internos se negarán a dialogar, indicaron hoy sus familiares.
"Nuestro llamado es al diálogo, pero (el ministro de Interior, Tareck el Aissami) tiene que garantizar a los internos su vida, su luz, su agua, su comida", dijo a periodistas la hermana de uno de los presos Adriana Sánchez.
El Aissami había informado en la noche del miércoles que los presos de El Rodeo II, a unos 30 kilómetros de Caracas, se entregarían al día siguiente, algo que finalmente no ocurrió.
Las autoridades mantienen desde el sábado 18 el sitio a la cárcel a la espera de la rendición de estos internos, en la segunda etapa de una operación que había comenzado un día antes con el asalto a El Rodeo I, aledaña a la de El Rodeo II.
La operación castrense ha dejado hasta el momento dos soldados y un preso muertos, y una veintena de heridos entre miembros de la GNB. El Gobierno no ha informado de internos lesionados.
Además, ha habido cuatro muertos que fueron entregados por los reclusos el jueves al Gobierno en estado de descomposición y que supuestamente, según las autoridades, perecieron en un enfrentamiento interno.
Según Adriana Sánchez, quien dijo que se mantiene en contacto telefónico con los internos, otro reo habría muerto ayer por acción de las bombas lacrimógenas lanzadas por la GNB y 45 internos estarían heridos.
"Ellos están muy mal, en muy malas condiciones, se están ahogando, han tenido asfixia, ataques de asma. No sabemos, de verdad, qué es lo que está pasando allá a dentro, sólo sabemos que hay 45 heridos, entre los cuales 14 evangélicos, y ya hay un fallecido ayer por las bombas lacrimógenas", indicó Sánchez.
Por otra parte, medios locales informaron hoy de la detención del subdirector del Rodeo, Rubén González, por parte de efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) imputado por corrupción propia, facilitación en el suministro de armas y explosivos, tráfico de drogas y asociación para delinquir.
Esta detención se enmarca en el operativo iniciado ayer por la Fiscalía venezolana, que ordenó la aprehensión de siete funcionarios del Ministerio del Interior y de la GNB, a los que no identificó, por su presunta responsabilidad en la entrega de armas a los presos.
De acuerdo con el periódico Últimas Noticias, el director del penal, Cecilio Hernández, también incluido en la lista de siete funcionarios, estaría "prófugo" de la justicia.
Las autoridades venezolanas no han efectuado nuevas declaraciones desde el pasado jueves, cuando El Aissami lamentó que los presos no se rindieran, en tanto que la televisión estatal se ha limitado a mostrar a obreros reparando instalaciones del Rodeo I y a presos que estaban allí y que fueron trasladados a otros presidios.
El Aissami tildó, entonces, de "absurda" e "irresponsable" la pretensión de la cincuentena de líderes de "las mafias" que, sostuvo, manejan al resto de los reclusos del Rodeo II, de que el Gobierno ordene el retiro de los soldados de la GNB.
"Permaneceremos aquí y no vamos a desistir, no hemos desistido de buscar el diálogo, sabemos que dentro del penal hay población que quiere permitir la requisa. Vamos a seguir insistiendo y buscando una alternativa para la paz", señaló.
El Gobierno decidió intervenir El Rodeo I y El Rodeo II tras un enfrentamiento el 12 de junio entre bandas rivales armadas en el Rodeo I, que dejó un saldo oficial de 22 muertos, entre ellos un visitante.