El Barcelona apuesta todo a Cesc Fabregas
El club azulgrana considera el regreso del volante una prioridad y supedita a ello el resto de fichajes
Barcelona, El País
Aunque medie una temporada exitosa, Guardiola difícilmente se olvida de sus peticiones o revisa sus decisiones más maduradas. Ya pasó con Eto'o, traspasado un año después que el entrenador le declarara transferible el mismo día que Ronaldinho y Deco, y ahora ha recordado la necesidad de fichar a Cesc, ya expresada en verano pasado. El técnico del Barcelona pidió a la directiva en julio que traspasara a Ibrahimovic y contratara a Cesc. La junta colocó al sueco en unas condiciones económicas tan gravosas que no pudo negociar después la incorporación del volante catalán del Arsenal. Un ejercicio futbolístico más tarde, Cesc Fàgregas, de 24 años, figura de nuevo en la lista de refuerzos solicitada por Guardiola.
A Guardiola le gusta Cesc porque le considera un futbolista especialmente competitivo, capaz de conseguir el brazalete de capitán en un club legendario y con futbolistas de talla internacional como el de los gunners, siempre dispuesto a asumir responsabilidades. A su entender, Cesc mejoraría al equipo y le daría un salto de calidad necesario después de un tiempo en que se han impuesto los fichajes de acompañamiento. Desde la partida de Márquez, el vestuario le tiene guardada la zamarra con el 4 a Cesc, un volante con gol y capacidad para sustituir en el mando a Xavi por su liderazgo. No cuenta hoy el Barcelona con un medio de las características del centrocampista el Arsenal, cuya llegada ayudaría a contentar a Guardiola.
Cesc tiene además el apoyo de los capitanes y el de Messi. Ya jugó con La Pulga y Piqué en el equipo cadete y ha compartido selección con Xavi, Iniesta y Puyol. "Habla nuestro mismo idioma en el campo", especificó ayer su amigo Piqué, un futbolista que precisamente regresó al Barça después de competir en el Manchester United y el Zaragoza. "Espero", añadió, "que la directiva lo traiga de vuelta". "Si viene, el nivel del equipo será más elevado", añade Iniesta. "Xavi, Cesc y yo somos compatibles". La excelente experiencia vivida con Piqué anima al club a pensar que se puede repetir con Cesc.
También se pondera la excelente integración de Villa después de ser avalado por los que mandan en el equipo, que son justamente los canteranos. "Queremos que vuelva", tercia Xavi. "Sería fenomenal". No es fácil jugar en el Barça ni congeniar con Messi. El propio Guardiola advirtió en Wembley que el club debería procurar que el argentino no se aburriera. Cesc parece asegurar el entretenimiento de La Pulga.
Reiterada la petición del entrenador y asumida la presión de los futbolistas, a la directiva no le queda más remedio que negociar con el jugador y con el Arsenal, cosa más sencilla que hace un año después que las relaciones entre los clubes se hayan normalizado y que Cesc haya obtenido el permiso de su entrenador, Arsène Wenger, de que puede abandonar el Emirates. Más que la ficha del volante, que parece dispuesto incluso a ganar menos dinero que en Londres, el problema es el precio que piden de partida los gunners: unos 50 millones de euros.
El Barça dispone inicialmente de 45 millones para fichajes y, por otra parte, mantiene como una prioridad la contratación de un delantero -podría ser Alexis Sánchez- o a ser posible dos -se añadiría Rossi-. El club deberá elegir, y ahora mismo se supone que no quiere renunciar al delantero ni a Cesc, por más sospechas que levanten sus lesiones. El montante de la operación no es un asunto menor, ni desde el punto de vista económico ni social, porque los aficionados entienden que no se debe pagar cualquier cantidad por un jugador que abandonó el club y renovó con el Arsenal cuando negociaba con el Barça. Cesc fue pitado en el Camp Nou.
A pesar de que se sabe también del interés del Madrid, se recuerda en el Barça que los negocios con el Arsenal no le han ido demasiado bien -el último, y con un año de tardanza, fue el de Henry- y que el capítulo de fichajes es uno de los más discutidos el Camp Nou, por las salidas de Ibrahimovic (costó 69 millones), Chigrinski (25), Cáceres (17), Hleb (15), Henrique (9) y Keirrison (15,5). Abaratar la llegada de Cesc con el traspaso o cesión de jugadores tampoco parece fácil, y menos si en medio está Thiago.
El club debe buscar fórmulas imaginativas para dar con el doble del dinero previsto y fichar a Cesc. Entienden los técnicos que es un jugador diferente a cuantos tiene y, sin embargo, conoce como nadie el solfeo del Barça tras madurar en el Arsenal. Hoy está en su punto, y ya se fue Ibrahimovic, aunque falta un delantero.
Barcelona, El País
Aunque medie una temporada exitosa, Guardiola difícilmente se olvida de sus peticiones o revisa sus decisiones más maduradas. Ya pasó con Eto'o, traspasado un año después que el entrenador le declarara transferible el mismo día que Ronaldinho y Deco, y ahora ha recordado la necesidad de fichar a Cesc, ya expresada en verano pasado. El técnico del Barcelona pidió a la directiva en julio que traspasara a Ibrahimovic y contratara a Cesc. La junta colocó al sueco en unas condiciones económicas tan gravosas que no pudo negociar después la incorporación del volante catalán del Arsenal. Un ejercicio futbolístico más tarde, Cesc Fàgregas, de 24 años, figura de nuevo en la lista de refuerzos solicitada por Guardiola.
A Guardiola le gusta Cesc porque le considera un futbolista especialmente competitivo, capaz de conseguir el brazalete de capitán en un club legendario y con futbolistas de talla internacional como el de los gunners, siempre dispuesto a asumir responsabilidades. A su entender, Cesc mejoraría al equipo y le daría un salto de calidad necesario después de un tiempo en que se han impuesto los fichajes de acompañamiento. Desde la partida de Márquez, el vestuario le tiene guardada la zamarra con el 4 a Cesc, un volante con gol y capacidad para sustituir en el mando a Xavi por su liderazgo. No cuenta hoy el Barcelona con un medio de las características del centrocampista el Arsenal, cuya llegada ayudaría a contentar a Guardiola.
Cesc tiene además el apoyo de los capitanes y el de Messi. Ya jugó con La Pulga y Piqué en el equipo cadete y ha compartido selección con Xavi, Iniesta y Puyol. "Habla nuestro mismo idioma en el campo", especificó ayer su amigo Piqué, un futbolista que precisamente regresó al Barça después de competir en el Manchester United y el Zaragoza. "Espero", añadió, "que la directiva lo traiga de vuelta". "Si viene, el nivel del equipo será más elevado", añade Iniesta. "Xavi, Cesc y yo somos compatibles". La excelente experiencia vivida con Piqué anima al club a pensar que se puede repetir con Cesc.
También se pondera la excelente integración de Villa después de ser avalado por los que mandan en el equipo, que son justamente los canteranos. "Queremos que vuelva", tercia Xavi. "Sería fenomenal". No es fácil jugar en el Barça ni congeniar con Messi. El propio Guardiola advirtió en Wembley que el club debería procurar que el argentino no se aburriera. Cesc parece asegurar el entretenimiento de La Pulga.
Reiterada la petición del entrenador y asumida la presión de los futbolistas, a la directiva no le queda más remedio que negociar con el jugador y con el Arsenal, cosa más sencilla que hace un año después que las relaciones entre los clubes se hayan normalizado y que Cesc haya obtenido el permiso de su entrenador, Arsène Wenger, de que puede abandonar el Emirates. Más que la ficha del volante, que parece dispuesto incluso a ganar menos dinero que en Londres, el problema es el precio que piden de partida los gunners: unos 50 millones de euros.
El Barça dispone inicialmente de 45 millones para fichajes y, por otra parte, mantiene como una prioridad la contratación de un delantero -podría ser Alexis Sánchez- o a ser posible dos -se añadiría Rossi-. El club deberá elegir, y ahora mismo se supone que no quiere renunciar al delantero ni a Cesc, por más sospechas que levanten sus lesiones. El montante de la operación no es un asunto menor, ni desde el punto de vista económico ni social, porque los aficionados entienden que no se debe pagar cualquier cantidad por un jugador que abandonó el club y renovó con el Arsenal cuando negociaba con el Barça. Cesc fue pitado en el Camp Nou.
A pesar de que se sabe también del interés del Madrid, se recuerda en el Barça que los negocios con el Arsenal no le han ido demasiado bien -el último, y con un año de tardanza, fue el de Henry- y que el capítulo de fichajes es uno de los más discutidos el Camp Nou, por las salidas de Ibrahimovic (costó 69 millones), Chigrinski (25), Cáceres (17), Hleb (15), Henrique (9) y Keirrison (15,5). Abaratar la llegada de Cesc con el traspaso o cesión de jugadores tampoco parece fácil, y menos si en medio está Thiago.
El club debe buscar fórmulas imaginativas para dar con el doble del dinero previsto y fichar a Cesc. Entienden los técnicos que es un jugador diferente a cuantos tiene y, sin embargo, conoce como nadie el solfeo del Barça tras madurar en el Arsenal. Hoy está en su punto, y ya se fue Ibrahimovic, aunque falta un delantero.