Brasil crecerá un 4,5 por ciento este año, menos pero de forma sustentable, dice un ministro
Río de Janeiro, Agencias
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, dijo hoy que las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno permitirán que la economía crezca un 4,5 por ciento en 2011, por debajo del 7,5 por ciento de 2010, pero de forma más sustentable y con las cuentas públicas y la inflación bajo control.
"Los indicadores que tenemos muestran que hubo una acomodación en un nivel de crecimiento y que lo estabilizamos en el 4,5 por ciento, un ritmo menor que el del año pasado, pero muy bueno, especialmente si es comparado al crecimiento de los demás países", afirmó Mantega.
"Claro que nos acostumbramos mal con un crecimiento del 7,5 por ciento el año pasado, pero el 4,5 por ciento para un año de ajuste es un crecimiento excelente", agregó.
Mantega se refirió a la desaceleración de la economía brasileña en una rueda de prensa en la que festejó la decisión de la agencia de calificación de riesgo Moody's de elevar hoy la nota de la deuda soberana de Brasil de Baa3 a Baa2, "con perspectiva positiva", tras considerar que los "últimos ajustes de la política económica" permitirán un "desarrollo más sustentable" del país.
Moody's, que en septiembre de 2009 ya había considerado a Brasil como un país seguro para los inversores al otorgarle la calificación Baa3, el llamado "grado de inversión", mejoró la posición de la mayor economía latinoamericana.
La agencia atribuyó la subida a "los últimos ajustes de la política económica que indican un desarrollo más sustentable del escenario macroeconómico y mejoría en los indicadores fiscales a mediano plazo".
Desde finales del año pasado el Gobierno brasileño ha adoptado medidas para encarecer el crédito y reducir los gastos fiscales con el fin de frenar el aumento de los precios.
Las medidas restrictivas han desacelerado la economía, pero también han comenzado a tener efectos sobre la inflación y le han permitido al Gobierno garantizar el cumplimento del superávit fiscal previsto para este año.
Según Mantega, la elevación de la calificación es una señal de la "robustez de la economía brasileña".
Según el ministro, la propia agencia de calificación de riesgo reconoce que es mejor para Brasil tener un crecimiento inferior al del año pasado que una expansión elevada con inflación creciente y cuentas públicas fuera de control.
"Estamos muy satisfechos por haber conseguido estabilizar la economía en un nivel del 4,5 por ciento anual, que para nosotros es muy bueno. Conseguiremos ese crecimiento con una consolidación fiscal, con las cuentas públicas muy sólidas", afirmó el ministro.
Agregó que, pese al fuerte aumento de los precios en los primeros meses del año, Brasil cerrará el año con una inflación por debajo del techo de la meta (6,5 por ciento).
"En 2011 volveremos a tener una inflación dentro del límite de la meta. Será el sexto año consecutivo en que cumpliremos la meta. La inflación deberá ubicarse en 2011 cerca de 6,15 y 6,20 por ciento", afirmó.
El ministro aseguró que, pese a la desaceleración de la economía, el Gobierno seguirá adoptando medidas para frenar la inflación y mantener la política de ajuste fiscal.
El ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, dijo hoy que las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno permitirán que la economía crezca un 4,5 por ciento en 2011, por debajo del 7,5 por ciento de 2010, pero de forma más sustentable y con las cuentas públicas y la inflación bajo control.
"Los indicadores que tenemos muestran que hubo una acomodación en un nivel de crecimiento y que lo estabilizamos en el 4,5 por ciento, un ritmo menor que el del año pasado, pero muy bueno, especialmente si es comparado al crecimiento de los demás países", afirmó Mantega.
"Claro que nos acostumbramos mal con un crecimiento del 7,5 por ciento el año pasado, pero el 4,5 por ciento para un año de ajuste es un crecimiento excelente", agregó.
Mantega se refirió a la desaceleración de la economía brasileña en una rueda de prensa en la que festejó la decisión de la agencia de calificación de riesgo Moody's de elevar hoy la nota de la deuda soberana de Brasil de Baa3 a Baa2, "con perspectiva positiva", tras considerar que los "últimos ajustes de la política económica" permitirán un "desarrollo más sustentable" del país.
Moody's, que en septiembre de 2009 ya había considerado a Brasil como un país seguro para los inversores al otorgarle la calificación Baa3, el llamado "grado de inversión", mejoró la posición de la mayor economía latinoamericana.
La agencia atribuyó la subida a "los últimos ajustes de la política económica que indican un desarrollo más sustentable del escenario macroeconómico y mejoría en los indicadores fiscales a mediano plazo".
Desde finales del año pasado el Gobierno brasileño ha adoptado medidas para encarecer el crédito y reducir los gastos fiscales con el fin de frenar el aumento de los precios.
Las medidas restrictivas han desacelerado la economía, pero también han comenzado a tener efectos sobre la inflación y le han permitido al Gobierno garantizar el cumplimento del superávit fiscal previsto para este año.
Según Mantega, la elevación de la calificación es una señal de la "robustez de la economía brasileña".
Según el ministro, la propia agencia de calificación de riesgo reconoce que es mejor para Brasil tener un crecimiento inferior al del año pasado que una expansión elevada con inflación creciente y cuentas públicas fuera de control.
"Estamos muy satisfechos por haber conseguido estabilizar la economía en un nivel del 4,5 por ciento anual, que para nosotros es muy bueno. Conseguiremos ese crecimiento con una consolidación fiscal, con las cuentas públicas muy sólidas", afirmó el ministro.
Agregó que, pese al fuerte aumento de los precios en los primeros meses del año, Brasil cerrará el año con una inflación por debajo del techo de la meta (6,5 por ciento).
"En 2011 volveremos a tener una inflación dentro del límite de la meta. Será el sexto año consecutivo en que cumpliremos la meta. La inflación deberá ubicarse en 2011 cerca de 6,15 y 6,20 por ciento", afirmó.
El ministro aseguró que, pese a la desaceleración de la economía, el Gobierno seguirá adoptando medidas para frenar la inflación y mantener la política de ajuste fiscal.