Víctor Agustín Ugarte: El Maestro del fútbol boliviano habría cumplido 84 años
La Paz, Erbol
Han pasado muchas décadas desde que el estadio Hernando Siles (el viejo escenario miraflorino) fuera testigo de sus mejores jugadas; aquellas que levantaban al público de sus asientos y hacía enrojecer las manos, así se tratara de los hinchas adversarios.
Sin embargo del tiempo transcurrido parece que con cada año que pasa su figura se torna aún más legendaria.
Las páginas de los calendarios echadas al trasto del olvido no han podido borrar la imagen del que hasta hoy es considerado el mejor jugador boliviano de todos los tiempos: Víctor Agustín Ugarte.
El “Maestro”, como es mejor conocido, “dejó en el colectivo futbolero boliviano una imagen que jamás se olvida ya que su fútbol correspondía al de un genio con la pelota”, dice Iván Aguilar, historiador del fútbol nacional.
“Después de cada partido la gente lo llevaba en hombros hasta su casa. Era un tramo largo desde Miraflores hasta la calle Honda donde vivía. Es que cada jornada entregaba un verdadero show y la gente lo agradecía de esa manera”, sostiene Aguilar.
Ugarte, tupiceño de nacimiento, hizo sus primeras armas en el Huracán de esa ciudad, para pasar al fútbol profesional paceño y colocarse la casaca del Bolívar, donde lució sus mejores galas.
Fue también jugador de exportación y San Lorenzo de Almagro de la Argentina y el Once Caldas de Colombia vieron desplegar su talento en muchas oportunidades.
“En Buenos Aires jugó en un alto nivel, pero tenía una contra: Sanfilippo, que era el dueño del equipo y fue quien se opuso a que el boliviano jugará porque le hacía sombra. Todo comenzó en el camarín cuando el primer día en llegar le arrojaron una pelota de tenis y Ugarte comenzó a hacer técnicas en todos los estilos”, asegura Aguilar.
El techo de la carrera de Ugarte llegó con la selección nacional y el torneo del 63, pero cuando se puso la verde, siempre hizo historia.
“Fue contra Perú, en el sudamericano del 53, que con un notable gol calló a todo un estadio y fue el líder de aquel equipo que en el sudamericano de Brasil hizo una de sus mejores campañas ocupando la cuarta posición”, comenta Aguilar al recordar las mejores actuaciones de Ugarte.
Hoy habría cumplido 84 años, pero como suele suceder con los mejores, su figura se ha convertido en leyenda urbana, cada uno de los que vieron jugar al “Maestro” tiene algo por contar y coinciden en un aspecto: Ugarte fue el mejor jugador de la historia del fútbol boliviano.
Han pasado muchas décadas desde que el estadio Hernando Siles (el viejo escenario miraflorino) fuera testigo de sus mejores jugadas; aquellas que levantaban al público de sus asientos y hacía enrojecer las manos, así se tratara de los hinchas adversarios.
Sin embargo del tiempo transcurrido parece que con cada año que pasa su figura se torna aún más legendaria.
Las páginas de los calendarios echadas al trasto del olvido no han podido borrar la imagen del que hasta hoy es considerado el mejor jugador boliviano de todos los tiempos: Víctor Agustín Ugarte.
El “Maestro”, como es mejor conocido, “dejó en el colectivo futbolero boliviano una imagen que jamás se olvida ya que su fútbol correspondía al de un genio con la pelota”, dice Iván Aguilar, historiador del fútbol nacional.
“Después de cada partido la gente lo llevaba en hombros hasta su casa. Era un tramo largo desde Miraflores hasta la calle Honda donde vivía. Es que cada jornada entregaba un verdadero show y la gente lo agradecía de esa manera”, sostiene Aguilar.
Ugarte, tupiceño de nacimiento, hizo sus primeras armas en el Huracán de esa ciudad, para pasar al fútbol profesional paceño y colocarse la casaca del Bolívar, donde lució sus mejores galas.
Fue también jugador de exportación y San Lorenzo de Almagro de la Argentina y el Once Caldas de Colombia vieron desplegar su talento en muchas oportunidades.
“En Buenos Aires jugó en un alto nivel, pero tenía una contra: Sanfilippo, que era el dueño del equipo y fue quien se opuso a que el boliviano jugará porque le hacía sombra. Todo comenzó en el camarín cuando el primer día en llegar le arrojaron una pelota de tenis y Ugarte comenzó a hacer técnicas en todos los estilos”, asegura Aguilar.
El techo de la carrera de Ugarte llegó con la selección nacional y el torneo del 63, pero cuando se puso la verde, siempre hizo historia.
“Fue contra Perú, en el sudamericano del 53, que con un notable gol calló a todo un estadio y fue el líder de aquel equipo que en el sudamericano de Brasil hizo una de sus mejores campañas ocupando la cuarta posición”, comenta Aguilar al recordar las mejores actuaciones de Ugarte.
Hoy habría cumplido 84 años, pero como suele suceder con los mejores, su figura se ha convertido en leyenda urbana, cada uno de los que vieron jugar al “Maestro” tiene algo por contar y coinciden en un aspecto: Ugarte fue el mejor jugador de la historia del fútbol boliviano.