Ocho muertos en el primer ataque de un avión espía de EEUU en Pakistán
Islamabad, Agencias
Ocho personas murieron hoy y otras quince resultaron heridas en un ataque con proyectiles y disparos contra un grupo de chiies reunidos en un cementerio de la ciudad suroccidental paquistaní de Quetta, informó una fuente policial.
El suceso ocurrió esta mañana en la zona de Birori, donde varios chíies habían acudido a un parque con un camposanto para honrar a sus seres queridos cuando un grupo de atacantes comenzó disparar desde una colina, indicó la fuente al canal paquistaní Express Tv.
Los agresores lanzaron al menos tres proyectiles y ráfagas de disparos antes de emprender la huida, añadió la Policía.
Los heridos, algunos de ellos graves, fueron trasladados al cercano hospital de Bolal.
Según varios canales televisivos, la Policía acordonó la zona y ha emprendido una operación de búsqueda de los agresores, aunque por el momento ningún grupo se ha atribuido la autoría del ataque.
La Policía ha asegurado de hecho, a falta de conocer más detalles de la investigación, que el ataque tiene tintes "sectarios", una forma de decir que se trató de una acción concebida contra los miembros del chiismo, corriente del islam minoritaria en Pakistán.
Los chiies han sido objeto en el pasado de numerosos atentados por parte de grupos extremistas del país de corte suní, el credo que profesan la mayoría de los musulmanes paquistaníes.
En septiembre de 2010, los chiies de Quetta sufrieron un brutal atentado suicida en el transcurso de una manifestación convocada por unos estudiantes, que causó las muertes de 57 personas y heridas a otras 206, según la Policía.
Los chiies componen en torno al 20 por ciento de la población de Pakistán, y han protagonizado a menudo choques y disturbios contra grupos suníes en las áreas tribales paquistaníes.
Varios países han alertado estos días del riesgo de que se registe en Pakistán un aumento de atentados y disturbios, como consecuencia de la muerte de Bin Laden a manos de fuerzas especiales de EEUU en una casa de la ciudad norteña paquistaní de Abbottabad.
Este es el segundo gran ataque armado que sufre Pakistán desde la muerte de Bin Laden: el pasado lunes, nueve personas murieron por la explosión de una bomba detonada por control cerca de una mezquita en la ciudad de Charsada (noroeste).
Ocho personas murieron hoy y otras quince resultaron heridas en un ataque con proyectiles y disparos contra un grupo de chiies reunidos en un cementerio de la ciudad suroccidental paquistaní de Quetta, informó una fuente policial.
El suceso ocurrió esta mañana en la zona de Birori, donde varios chíies habían acudido a un parque con un camposanto para honrar a sus seres queridos cuando un grupo de atacantes comenzó disparar desde una colina, indicó la fuente al canal paquistaní Express Tv.
Los agresores lanzaron al menos tres proyectiles y ráfagas de disparos antes de emprender la huida, añadió la Policía.
Los heridos, algunos de ellos graves, fueron trasladados al cercano hospital de Bolal.
Según varios canales televisivos, la Policía acordonó la zona y ha emprendido una operación de búsqueda de los agresores, aunque por el momento ningún grupo se ha atribuido la autoría del ataque.
La Policía ha asegurado de hecho, a falta de conocer más detalles de la investigación, que el ataque tiene tintes "sectarios", una forma de decir que se trató de una acción concebida contra los miembros del chiismo, corriente del islam minoritaria en Pakistán.
Los chiies han sido objeto en el pasado de numerosos atentados por parte de grupos extremistas del país de corte suní, el credo que profesan la mayoría de los musulmanes paquistaníes.
En septiembre de 2010, los chiies de Quetta sufrieron un brutal atentado suicida en el transcurso de una manifestación convocada por unos estudiantes, que causó las muertes de 57 personas y heridas a otras 206, según la Policía.
Los chiies componen en torno al 20 por ciento de la población de Pakistán, y han protagonizado a menudo choques y disturbios contra grupos suníes en las áreas tribales paquistaníes.
Varios países han alertado estos días del riesgo de que se registe en Pakistán un aumento de atentados y disturbios, como consecuencia de la muerte de Bin Laden a manos de fuerzas especiales de EEUU en una casa de la ciudad norteña paquistaní de Abbottabad.
Este es el segundo gran ataque armado que sufre Pakistán desde la muerte de Bin Laden: el pasado lunes, nueve personas murieron por la explosión de una bomba detonada por control cerca de una mezquita en la ciudad de Charsada (noroeste).