Monto de la ayuda a Portugal asciende a 78.000 millones de euros
Lisboa, Agencias
La ayuda financiera exterior solicitada por Portugal a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional ascenderá a 78.000 millones de euros, anunció este martes por la noche el gabinete del primer ministro dimisionario José Sócrates.
"El importe de la ayuda exterior es de 78.000 millones de euros", señaló el gabinete en una breve nota enviada a la AFP.
Poco antes, el jefe del Gobierno se había dirigido al país durante un discurso televisado para anunciar que había conseguido un "buen acuerdo" con los representantes de la Unión Europea, banco central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional, encargados de negociar el programa de ayuda financiera solicitada por Portugal.
Según este plan de ayuda de tres años, el país podrá reducir su déficit público de forma "más gradual" de lo previsto y limitarlo al 5,9% del PIB este año, a 4,5% en 2012, y a 3% en 2013, precisó Sócrates.
Portugal se había comprometido a reducir su déficit a un 4,6% este año, a un 3% en 2012 y a un 2% en 2013.
El desequilibrio de las cuentas públicas portuguesas ascendió en 2010 a un 9,1% del PIB, muy por encima del objetivo de un 7,3% por parte del Gobierno, por una deuda que aumentó a 160.000 millones de euros (un 93% del PIB).
El jefe del Gobierno socialista indicó sin embargo que no podía desvelar "muchos detalles" sobre las medidas que Portugal deberá aceptar a cambio de esta partida financiera, porque están pendientes de una "consulta" con los partidos de la oposición.
La UE y el FMI habían dicho que exigirían un "programa de ajuste" compuesto por medidas de austeridad "ambiciosas" y unas medidas estructurales que comprometan a los principales partidos políticos portugueses más allá de las elecciones legislativas anticipadas previstas el 5 de junio.
Socrates precisó, no obstante, que este acuerdo no contempla las medidas mencionadas estos últimos días por la prensa, como la supresión del 13º y 14º meses de los funcionarios y jubilados, una reducción del sueldo mínimo, o despidos y reducciones de sueldos suplementarios en la función pública.
"Para 2011 no son necesarias medidas presupuestarias suplementarias", añadió Sócrates, que hizo valer que "las instituciones internacionales reconocieron que la situación portuguesa dista de las de otros países".
Ante la amenaza de una ruptura de financiación por unos intereses prohibitivos exigidos por los mercados, inquietos por la solvencia del país, Socrates decidió el 7 de abril, tras largos meses de resistencia, pedir ayuda exterior, después de Grecia e Irlanda el año pasado.
La presión de los inversores se acentuó tras la dimisión a finales de marzo del jefe del Gobierno socialista minoritario, desautorizado por el rechazo parlamentario de su cuarto programa de austeridad en un año.
El plan de rescate portugués debe ser ratificado por los ministros de Finanzas de la Unión Europea, que se reunirán el 16 de mayo. Este plazo es crucial para Portugal, que debe reembolsar 5.000 millones de euros de deuda el 15 de junio.
Tras una reunión de los miembros de la misión de la UE y del FMI con responsables de la principal formación opositora, el presidente del Partido Socialdemócrata (PSD, centro-derecho), Pedro Passos Coelho, afirmó que "no obstaculizaría la ayuda financiera, en la medida en que el país la necesita desesperadamente".
El acuerdo requiere el respaldo de los principales partidos opositores, recordó la noche del martes el FMI. "Desde un principio hemos dicho que es importante que todo programa pueda recibir el respaldo amplio de los partidos, y seguiremos nuestras discusiones con los partidos opositores para lograrlo", añadió.
La ayuda financiera exterior solicitada por Portugal a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional ascenderá a 78.000 millones de euros, anunció este martes por la noche el gabinete del primer ministro dimisionario José Sócrates.
"El importe de la ayuda exterior es de 78.000 millones de euros", señaló el gabinete en una breve nota enviada a la AFP.
Poco antes, el jefe del Gobierno se había dirigido al país durante un discurso televisado para anunciar que había conseguido un "buen acuerdo" con los representantes de la Unión Europea, banco central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional, encargados de negociar el programa de ayuda financiera solicitada por Portugal.
Según este plan de ayuda de tres años, el país podrá reducir su déficit público de forma "más gradual" de lo previsto y limitarlo al 5,9% del PIB este año, a 4,5% en 2012, y a 3% en 2013, precisó Sócrates.
Portugal se había comprometido a reducir su déficit a un 4,6% este año, a un 3% en 2012 y a un 2% en 2013.
El desequilibrio de las cuentas públicas portuguesas ascendió en 2010 a un 9,1% del PIB, muy por encima del objetivo de un 7,3% por parte del Gobierno, por una deuda que aumentó a 160.000 millones de euros (un 93% del PIB).
El jefe del Gobierno socialista indicó sin embargo que no podía desvelar "muchos detalles" sobre las medidas que Portugal deberá aceptar a cambio de esta partida financiera, porque están pendientes de una "consulta" con los partidos de la oposición.
La UE y el FMI habían dicho que exigirían un "programa de ajuste" compuesto por medidas de austeridad "ambiciosas" y unas medidas estructurales que comprometan a los principales partidos políticos portugueses más allá de las elecciones legislativas anticipadas previstas el 5 de junio.
Socrates precisó, no obstante, que este acuerdo no contempla las medidas mencionadas estos últimos días por la prensa, como la supresión del 13º y 14º meses de los funcionarios y jubilados, una reducción del sueldo mínimo, o despidos y reducciones de sueldos suplementarios en la función pública.
"Para 2011 no son necesarias medidas presupuestarias suplementarias", añadió Sócrates, que hizo valer que "las instituciones internacionales reconocieron que la situación portuguesa dista de las de otros países".
Ante la amenaza de una ruptura de financiación por unos intereses prohibitivos exigidos por los mercados, inquietos por la solvencia del país, Socrates decidió el 7 de abril, tras largos meses de resistencia, pedir ayuda exterior, después de Grecia e Irlanda el año pasado.
La presión de los inversores se acentuó tras la dimisión a finales de marzo del jefe del Gobierno socialista minoritario, desautorizado por el rechazo parlamentario de su cuarto programa de austeridad en un año.
El plan de rescate portugués debe ser ratificado por los ministros de Finanzas de la Unión Europea, que se reunirán el 16 de mayo. Este plazo es crucial para Portugal, que debe reembolsar 5.000 millones de euros de deuda el 15 de junio.
Tras una reunión de los miembros de la misión de la UE y del FMI con responsables de la principal formación opositora, el presidente del Partido Socialdemócrata (PSD, centro-derecho), Pedro Passos Coelho, afirmó que "no obstaculizaría la ayuda financiera, en la medida en que el país la necesita desesperadamente".
El acuerdo requiere el respaldo de los principales partidos opositores, recordó la noche del martes el FMI. "Desde un principio hemos dicho que es importante que todo programa pueda recibir el respaldo amplio de los partidos, y seguiremos nuestras discusiones con los partidos opositores para lograrlo", añadió.